¿cómo Arruinar Una Boda?

38. La despedida


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Demian

En las películas de acción, a veces hay un momento de tensión en dónde los protagonistas no tienen idea de cuáles son los cables correctos para que la bomba que está cada segundo más cerca de explotar, no los mate.

Hay tensión, nervios y esa sensación de estar al borde de la muerte. Tenía tiempo sin avistar esa sensación, justo ahora, lo hago.

—De ninguna manera —Claire, mi causa de muerte y mi esposa, luce como una bomba sin cerrojo.

Ella podría ser terrorista.

—No encuentro otra forma —Tracy se coloca de pie y enfrenta a la explosión que está a punto de darse.

Estamos en la cocina. Hoy es día de trabajo en casa, no se trata de un sábado o domingo tampoco es el día de trabajo en casa para los demás, sin embargo, como soy el dueño y presidente puedo tomarlo. Así lo hice, y ahora mientras tomo mi taza de café observo la discusión, que de alguna forma, supe que se daría en cualquier momento.

Claire volvió a ser ella misma entre las paredes blancas de la mansión, pero eso no significa que Tracy lo haga.

La mansión es el hogar de Claire. Mansión Evans y Claire han conectado pero eso no significa que para Tracy sea así de sencillo, no todos tienen buen gusto.

—No puedo dejarte —La castaña aprieta sus labios dentro de un vestido blanco. Observo como por dentro está al borde del colapso con la idea de que la rubia se marche a un lugar en donde ni Claire ni yo la podamos proteger—. No quiero que te hagan daño.

Tracy no se acobarda y toma la mano de Claire entre las suyas. Enarco una ceja mientras degusto palomitas mentalmente. Mi esposa aún lo sabe pero mientras la mansión para ella era su lugar seguro, a Tracy le asfixia.

—Tengo que reencontrarme —dice con la mirada cristalizada la rubia—. Tengo que volver a ser yo misma y no lo puedo conseguir aquí —La observa y le sonríe con tristeza—. De alguna forma, tú perteneces aquí. Yo no lo hago —Menea con su cabeza—, debo encontrar el lugar al que pertenezco.

No es aquí.

Lo supe desde que puso un pie en el lugar. De alguna forma cuando Claire llegó a la mansión, desentonaba, pero de manera armónica, sus colores oscuros y bordes irregulares combinaban a la perfección con la pulcritud y lo monocromático de la casa. Claire pertenecía a la mansión, incluso cuando ninguno de los dos lo quisiese. Tracy no.

—No voy a poder protegerte —La voz de Claire ahora es pequeña, y sin fuerza porque sabe que su amiga tiene razón. Sus ojos no demuestran ni una sola de las emociones que siente pero puedo ver la desesperanza, preocupación y miedo.

Miedo a que la vuelvan a dañar y que está vez no pueda llegar a tiempo.

Tracy la abraza pero veo a Claire mantener los brazos inertes a sus costados por algunos segundos antes de devolverle el abrazo, estrechandola con fuerza y pestañeando para no llorar y el miedo con el que la sujeta me recuerda las cosas que podríamos llegar a hacer por mantener las personas que queremos a salvo.

Claire puso su vida en peligro para rescatarla.

Yo...la acompañe.

—¿Vas a irte a Hawaii? —pregunta la castaña, separándose un poco para verla, sus muros subiendo un poco para no demostrar lo asustada que está. Tracy limpia lágrimas de su mejilla con su manga.

—Voy a ir a una isla paradisíaca lejana —repone, y esboza una mueca que podría ser una sonrisa—. Tengo que preparar el terreno para que puedas fundar tu restaurante cerca de la playa.

Claire frunce sus labios en un mohin, está a punto de derrumbarse. Volteo la mirada hacia otra parte y finjo no prestarle atención, observo la hermosa vista que se avista del césped del jardín mientras de reojo detallo que Tracy sigue hablando, balbuceando, algo acerca de beber mucho pero no demasiado, y Claire aprieta sus nudillos, su labio inferior temblando un poco.

Dejo la taza de lado y me acerco en dirección a la castaña, sujetando los dedos de la razón de que fallezca antes de los sesenta. Tracy detiene su balbuceo, Claire se queda estática y ladea su cabeza mientras mi mano fría inspecciona su palma.

—Demian —inicia y debe aclarar su voz para decir mi nombre—. ¿Qué estás...

Sujeto sus dedos alrededor de una taza blanca, los aprieto para luego devolver la taza a su lugar.

—Tengo tus huellas dactilares —informo con seriedad.

—¿Y? —cuestiona, alzando una ceja. Su modo altanera se enciende al estar cerca de mí.

—Te quería inculpar de un asesinato —respondo con simplicidad terminando mi taza de café. Tracy frunce su ceño con duda.

—Demian —repone Claire en un tono de pedido que me tiene observandola con curiosidad pero ella no aparta la mirada de mí. De hecho, me enfoca y hay algo encendiéndose en mi interior.

Sabía que había comenzado con el amarre.

—Las necesito para que la mansión te detecté, voy a implementar una nueva medida de seguridad —Le hago saber y adoptó un tono aún más profesional cuando me dirijo hacia Tracy, debo quitar la mirada de Claire y hay una extraña sensación de resquemor al hacerlo—. Tengo identidad, pasaporte y algunas cuentas bancarias a un nombre falso —Mi plan C se revela aunque no he tenido que utilizarlo para quien había sido creado—. Puedes ir a dónde quieras sin ser detectada, me aseguraré de ello.

Tracy asiente con la cabeza, meditando la idea y Claire vuelve a detallarme como si no me hubiese observado antes, sus ojos marrones se delinean al mirarme con duda.

—Gracias, esposo involuntario de Claire —murmura pero estoy mirando a mi martirio personal porque no ha dejado de observarme.

—¿A qué se debe este ataque de amabilidad? —pregunta y hay una leve arruga en su ceño al no comprender el porqué.

Tracy nos ha dejado y se marcha, afirmando que hará su maleta para irse dentro de algunos días. Claire aprieta los labios mirándola marcharse antes de devolver la mirada a mí.

—Tienes que dejar que se marché —señalo con la cabeza al lugar por el cual la rubia ha desaparecido. Apoyo mi cadera de la encimera y la veo cerrar sus brazos alrededor de su pecho en una clara posición de defensa. No dejó de mirarla y detallar como ha subido un poco de peso y ha recuperado el color. Por primera vez en mucho tiempo, ella luce... Bonita. Mi esposa luce bonita.



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En el texto hay: risas, bodas, desastre

Editado: 28.12.2023

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