N/A: En primer lugar hacerles saber que este fanfic esta ambientado en el inicio de la serie basicamente. Jon Arryn aun vive, Robert Baratheon sigue siendo rey y nadie sospecha que sus hijos, no son suyos.
Los personajes han crecido como lo habrian hecho sin toda la guerra de por medio, por ende su personalidad no sera fiel a la serie, ya que ni Arya ni Sansa, por ejemplo, han vivido gran parte de las cosas que afectaron brutalmente su personalidad. Sin embargo intento mantener un equilibrio y mantener lo mas posible la personalida de los personajes. Hay algunas situaciones o hecho de los libros o la serie que si se mantienen, pero eso lo descubriran a travesde la historia.
Capítulo 1.- Arya Stark
Arya Stark odiaba muchas cosas, tantas que probablemente estaría horas solo hablando de ello, pero lo que más odiaba en el mundo, era fingir ser alguien que no era, una dama.
Situación que la agobiaba en ese preciso instante. Estaba enfundada en un vestido, peinada y amenazada para morderse la lengua y no ser grosera con la familia real o cualquier otro ser humano que cometiera el error de atravesarse en su camino.
El viaje en sí fue agotador, veinte días desde Invernalia hasta desembarco del rey. Perseguida continuamente por la mirada reprobadora de su madre, quien insistió en que debía viajar en el carromato junto a ella y su cuñada, en lugar de montar junto a los hombres que las escoltaban. Solo viajó así un tercio del camino, sin embargo fue suficiente para aflorar su mal humor.
Su molestia se apaciguó en cuanto entraron a la ciudad, la emoción por ver nuevamente a su padre y a su querido hermano aplacó un poco su descontento por la situación.
Bufó cuando se vio obligada a aceptar ayuda para bajar del carromato. <<Como si no pudiera hacerlo por mí misma>>, pensó molesta, pero su línea de pensamiento se vio interrumpida por la mirada acusatoria de su madre, quien le recordó en voz baja su promesa de buen comportamiento.
—Lo sé, madre —gruñó. No era necesario que le recordaran lo mucho que había insistido en acompañar a su señora madre a la capital para asistir al matrimonio de su hermana, y todas las promesas de buen comportamiento que hizo para conseguirlo.
Su interés principal no residia en la importante ocasión, sino en el torneo que se celebraría en honor a la esperada unión, pero eso era algo que su madre no tenía porqué saber.
Una vez que su loba Nymeria llegó a su lado, caminó junto a su madre hasta el frente de la fortaleza roja, donde la familia real y su padre los esperaban para darles la bienvenida . El rey Robert seguía siendo tal cual ella lo recordaba de su última visita a la capital, aún más gordo supuso, a su lado la reina permanecía estoica y orgullosa, con su vestido en tonos rojos y dorados, Arya notó un destello de furia cuando la mirada de la mujer se topó con el lobo, junto a ella estaba el príncipe heredero, con su cabello rubio y su mirada arrogante, no se esforzaba en lo más mínimo en ocultar su disgusto por los recién llegados, sus puños apretados con rabia al ver al animal. Al otro lado del rey estaban sus dos hijos menores, Myrcella y Tommen, quienes sonreían cortésmente y a su lado, la mano del rey.
Junto a Jon Arryn estaba Ned Stark, con una pequeña sonrisa en su rostro al ver a las mujeres, a quienes no veía desde que viajó a desembarco del rey junto a su otra hija un par de meses antes dejando invernalia a cargo de Robb Stark, su hijo mayor.
Arya sonrió genuinamente en respuesta a la sonrisa de su padre. Lo había extrañado, su vida en invernalia fue un poco más restringida sin él ahí para apoyarla en sus actividades “no femeninas”, como las llamaba su madre.
Estaba tan concentrada buscando a su hermano que no se percató de que se estaban realizando los saludos protocolares, hizo una poco elegante reverencia a la familia real cuando recibió un recordatorio de su madre. Escuchó que el Rey murmuraba algo sobre una belleza salvaje y un bastardo afortunado, mientras la evaluaba con la mirada descaradamente.
—Lady Sansa estará muy emocionada de verlas, estaba muy emocionada por su llegada —comentó la reina cortando el incómodo silencio que se había apoderado del ambiente—. Quería estar aquí, pero esta mañana no se sentía bien luego de desayunar. Ha estado en sus aposentos acompañada de Lady Poole.
—¿Le ha visto ya el maestre, su alteza? —preguntó lady Stark.
—No tema lady Stark, solo son los nervios por la boda —dijo el rey entre risa—. La muchacha está ansiosa por el matrimonio.
Lady Catelyn murmuró una respuesta y asintió en agradecimiento.
Los recién llegados siguieron las indicaciones de los sirvientes hasta los aposentos que les asignaron. Su señora Madre encabezaba la marcha, ansiosa por ver a su hija.
—¿Dónde está Jon? —Arya finalmente preguntó a su padre.
—Buenos días, Arya, ¿Cómo fue tu viaje? Yo también me alegro de verte.
—Hola padre, me alegro de que hayas sobrevivido a este calor sofocante y a este nido de víboras —dijo imitando el tono de voz de su padre— ¿Dónde está Jon? se suponia que debia estar acá acompañando a Lord Baratheon ¿Por qué no está acá? —agregó molesta, no había visto a su hermano favorito hace meses, y entonces solo había sido una visita de un par de días.