Antes de que empieces a leer, tengo que ser honesta: no tengo un doctorado en domar cobardes (todavía). Esta historia no es un manual certificado por expertos en valentía, ni un curso virtual de “cómo hacer que tu crush deje de hacerse el loco”. Es, más bien, un viaje lleno de risas, torpezas, enredos y esas decisiones que todos juramos que no repetiríamos… pero repetimos.
El título lo dice todo: aquí no hay príncipes azules valientes con espada reluciente. Aquí hay personajes que dudan, que tiemblan, que meten la pata y que se esconden detrás de excusas más flojas que el WiFi de la finca. Y es ahí, precisamente, donde empieza la magia: en lo torpe, lo absurdo y lo intensamente humano de querer y no saber cómo.
Yo no escribí esto con un plan de “crear la novela del siglo”, lo hice entre risas, ocurrencias, y más de una charla que terminó en frases como: “¿y si mejor le ponemos más drama?” o “sí, pero que sea torpe, ¡muy torpe!”. Y así, poco a poco, nació esta historia que no pretende enseñarte a ser valiente, sino recordarte que hasta el más cobarde puede ser inolvidable… cuando se enamora.
Si te ríes con los personajes, bien.
Si te identificas con alguno, ups… (ya somos dos).
Y si terminas pensando “domar a un cobarde suena más fácil que domar mi propia vida”, entonces este libro habrá cumplido su misión.
Así que ponte cómodo, prepara tus mejores carcajadas, y recuerda: aquí no hay héroes perfectos, solo cobardes entrañables que nos hacen sentir un poquito menos solos en el desastre del amor.
#2165 en Otros
#349 en Novela histórica
#5518 en Novela romántica
#1515 en Chick lit
epoca medieval principes y caballeros, epoca pasada, drama amor celos dominacion proteccion
Editado: 23.09.2025