2. La sinopsis

¡Hola de nuevo! Aquí os traigo un nuevo consejo.

La sinopsis es lo segundo que van a leer nuestros lectores y, por ende, debe explicar la idea principal de nuestra obra, pero sin revelar el final. "Entonces, Mónica, ¿cómo debo hacerla?", os preguntaréis algunos. Muy sencillo, para eso estoy yo aquí.

Lo primero es que no debe ser muy extensa. No escribáis la Biblia, por favor. Eso aburrirá al lector y pasará de leer la novela por muy buena que sea.

Lo segundo, debemos explicar en pocas palabras de qué trata la obra. No debemos irnos por las ramas, debe ser breve, pero a la vez atrayente. Hay que ir al grano del asunto.

Tercero, debemos utilizar las emociones para que el lector quiera continuar leyendo. Hay que hacer que se emocione, que llore, que grite... Solo con eso os aseguro que ya tendréis un lector fiel.

Por último, nunca hay que quedarse con la primera versión de la sinopsis. Debemos leerla y releerla tantas veces como sean necesarias para que sea atractiva para el lector.

Os pongo dos ejemplos:

"Hola, soy Nuria. Tengo veinte años y soy universitaria. Mido metro y medio, mis ojos son azules y el pelo, castaño.

Me gusta un chico en mi clase, pero soy invisible para él. Ojalá se fije en mí. Se llama Samuel y es el chico más guapo de la clase. Tiene los ojos grises y un aura misteriosa.

Como he dicho antes, nunca se fija en mí. Hasta que un día todo eso cambia."

¿Qué os parece? Es un poco sosa, ¿no? Probemos con esta:

"Nuria es una chica de veinte años, invisible para el resto de sus compañeros. Ansía que Samuel se fije en ella, aunque sabe que es imposible.

Sin embargo, un día sus vidas cambian cuando él se convierte en su compañero tutorías. ¿Volverá Samuel la vida de Nuria patas arriba?"

¿No os parece que está mejor? Debemos añadirle intriga, suscitar al lector a leerla.

Recordad que la sinopsis es el segundo nivel que todo escritor debe superar para que el lector llegue a leer la novela.

Espero que este post os haya servido de ayuda. ¡Hasta pronto!