Como estrella fugaz

CAPÍTULO 5: ENTRE EMOJIS Y CORAZONES.

 

Steven no sólo comenzó a seguirme, sino que también le gustaron mis últimos tres posteos, y comentó el último de ellos con un emoji. Se trata de una fotografía mía, sonriendo hace unos días cuando se me presentó uno de esos momentos donde te sientes linda. Su emoji, a modo de comentario, se trata de la carita con corazones en los ojos. Bien, es decir genial, pero… ¿qué?

Como sea, voy a su perfil, y toco la opción de seguir. Y tal como Steven lo hizo, o eso creo, comienzo a ver su instagram.

En su último posteo, subió una fotografía de su gata blanca, la tan famosa Penélope. Steven aparece en la foto, pero no se ve su rostro, sino que sólo se ve su torso. La gatita se lleva toda la atención, y de hecho, como pie de foto dice:

 

Iba a salir mi rostro, pero vamos, quién iba a ver mi cara de mal dormido cuando tengo a esta belleza a mi lado?

 

Sonrío y toco dos veces la pantalla para darle me gusta a su fotografía. 

En su siguiente posteo, se grabó tocando parte de la canción Bad Guy con su guitarra, y esta vez sí se ve su cara, y hay diversión en ella. Hasta que dice “duh” cómo Billie Eilish, se ríe y corta el vídeo. También le doy me gusta, y vuelvo a darle corazón a los dos posteos que le siguen.

Hasta que veo que me llega un mensaje suyo, el cual me obliga a salir de su perfil para dirgirme a los mensajes privados.

 

Me vas a seguir acosando?

 

Pregunta, pero no le respondo, a diferencia de ello vuelvo a su perfil para seguir con mi trabajo de dar corazones a lo que me gusta.

Sus posteos pasan por tres niveles: 

  1. Los divertidos: Donde sube vídeos haciendo tonterías, o fotografías con caras locas.
  2. Los tiernos: Donde aparece Penélope. A veces está Steven junto a ella, y no hay caras locas en la foto, sino una linda sonrisa.
  3. Los musicales: Donde, por supuesto, sube parte de canciones que le gustan o están de moda.

Y al parecer, no mentía cuando dijo que sus únicos amigos son sus alumnos, porque cuando no hay fotografía de Penélope, o un vídeo tutorial de música, está posando con sus alumnos, a quienes trata como verdaderos amigos más que como chicos que van a aprender música con él.

Incluso hasta subió una fotografía con Will, donde el muy maldito de mi hermano está sonriendo, siendo que para que se saque una foto conmigo tengo que lidiar con su negación. Pero, junto a Steven, sonríe natural, tranquilo, como si hubiera aceptado a la primera. O como si él hubiera propuesto la selfie.

 

Un nuevo amigo se suma a la banda. Bienvenido seas, @beck7will !

 

Pese a que me molesta la traición de mi hermano, le doy corazón a la fotografía ¿a quién quiero engañar? ¡Se ve tan lindo sonriendo!

Steven vuelve a mandarme un mensaje, así que una vez más me dirijo a la conversación.

 

Sí, me vas a seguir acosando. Y luego piensas que soy un asesino como los de Investigation Discovery

 

Me río.

 

No estoy haciendo nada malo.

 

Respondo.

 

Bueno, no lo sé.

 

Algunos asesinos empezaron así, acosando por redes a la víctima, llegando a obsesionarse.


 

No me voy a obsesionar contigo, Steven Fry.


 

De acuerdo, puedo hacerlo yo?


 

Claro que no, no quiero esa toxicidad conmigo


 

Bien pensado. Cómo estás?


 

Bien, un poco cansada, pero bien. Y tú?


 

Bién también. Has hablado con tu hermano sobre las clases?


 

Aún no. Ya llegaron a un acuerdo?


 

Algo así.


 

Y sólo comenzaste a seguirme para cumplir con el pago? Que feo. 

 

Yo no dije eso. Además, me ha dicho Will que eres puntual con los pagos, porque si te pasas de la fecha, pierdes la cabeza.

 

Suspiro y niego con la cabeza. Maldito Will. Pero bueno, tiene cierto. Una vez me atrasé con el pago de la tarjeta de crédito, y no miento si digo que me dió una fuerte jaqueca.

 

Y comencé a seguirte porque si.


 

Porque sí?


 

Exacto. Me gusta la foto que te has sacado con el perro de un desconocido en la playa. Tienes razón, parece que sonríe


 

Espera, esa foto es del verano pasado. Y luego dices que yo te acoso…


 

No tienes muchos posteos, fue fácil llegar

 

Bien Gia Beckman, es mi hora de dormir, así que te dejo. No me acoses en tus sueños.

 

Que descanses…


 

Tranquilo, no lo haré. Espero que tú tampoco lo hagas, y sueñes con el perro que sonríe.


 

Pero tú también sales en la foto… buenas noches, Gia.

 

No vas a lograr que me sonroje, Steven Fry. Pienso, porque no soy capaz de escribirle algo como eso. 

No le respondo a su último mensaje, pero si me dirijo a su canal de YouTube para seguir deleitándome con su talento.

 



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En el texto hay: musica, amor, vida

Editado: 24.09.2020

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