¿cómo hacerle Entender?

Capítulo 28

Cuando Catherine regresó al mundo real, se revolvió un poco en su lugar y se quitó el asco. Al ver que había despertado, Elsa y Freydis corrieron con ella.

  • Hermana ¿Qué pasó ahí adentró? ¿Por qué Guri no volvió contigo? –Catherine sólo se puso de pie y fue a guardar su casco.
  • Antes de entrar al juego, les dije que sólo la acompañaría al principio. En estos momentos Guri está en medio de una clase virtual; saldrá cuando quiera.
  • Pero ¿Y si olvida cómo salir? –Elsa sabía que el modo de salir del mundo virtual era muy sencillo, pero le preocupaba que la corta edad de Guri la hiciera olvidar la palabra.
  • Ella estará bien; además, puse un temporalizador en su casco.
  • ¿Un qué? –Antes de que Catherine respondiera, Freydis habló.
  • Mi hermana programó el casco de Guri para sacarla del juego después de un tiempo determinado ¿Verdad?
  • Sí, si Guri no sale por si misma antes del atardecer, el juego la sacará.
  • ¿Pudiste haber hecho eso conmigo? –Preguntó Elsa.
  • Sí.
  • ¿Y por qué no lo hiciste?
  • Por la misma razón por la que no te acompañé al juego. Porque tú no necesitabas. –Elsa quiso volver a protestar, pero sabía que Catherine tenía razón; comparada con Guri, ella no necesitaba su ayuda en el juego. Freydis recordó lo que Elsa quería hablar con Catherine y pensó que ambas necesitaban un poco de privacidad.
  • Ah… yo voy a ver cómo está el reno, ustedes quédense aquí y cuiden el cuerpo de Guri. –Dicho eso, salió del lugar.
  • ¿Qué la cuide? No creo que le pase algo recostada en mi cama. –De nuevo, Elsa dudó en hablar, pero tomó aire y se armó de valor.
  • Catherine… hay algo que quiero decirte.
  • Si es sobre el juego, ya olvídalo, no volverás a él si no te gustó.
  • No, no es eso, es… es sólo… -No tenía idea de cómo empezar-. Tú… ¿Recuerdas que una vez me dijiste que hiciste una investigación sobre las expresiones faciales, ya que no podías comprenderlas?
  • Sí, lo recuerdo.
  • Bien, gracias a eso te disté cuenta de que yo estuve enamorada de Anna ¿No es así?
  • Sí, eso también te lo dije ¿Te sientes bien? ¿El casco tuvo otros efectos en tu cabeza?
  • No…no, sólo me preguntaba, si no has notado algún cambio en mis expresiones faciales últimamente.
  • ¿Algo en particular?
  • Sólo cualquier cambio. –Catherine lo pensó un momento.
  • Bueno, tratándose de los Northuldra, todo es igual, sobre todo con tu amiga; tratándose de Guri, has empezado a mostrar cierto desagrado hacia ella, en especial cuando está conmigo; con Freydis, bueno, no hay mucho que decir de ella, sólo que recién la conoces y parece que te agrada.
  • Sí, bueno… ¿No hay nada más?
  • ¿Más? Sólo dime qué quieres que te diga específicamente. –Elsa se ruborizó ligeramente y lo pensó un poco.
  • Cuando… cuando te miro a ti ¿No hay nada?
  • ¿A mí? Bueno, ya no me miras con el desdén de los primeros días cuando te conocí, pero sigues teniendo miedo, eso puedo verlo bien.
  • ¿Miedo? Claro que no, yo no te temo.
  • Está bien, no te preocupes, todos me miran así y es que me importe. –Catherine hablaba con su misma frialdad de siempre.
  • Pero ¿No hay nada más? ¿Nada?
  • Pues… últimamente hay algo nuevo en tu expresión. -Elsa sonrió, pensó que entonces sí lo había notado-. Compasión, me compadeces, sientes lastima por mí. En realidad, es algo nuevo, ya que nadie me había mirado así antes. Es extraño, pero no sé por qué al resto de la humanidad le molesta; seguramente es por el… orgullo. –Elsa no sabía qué decir; de todo lo que había imaginado, nunca esperó eso.
  • ¿Te… compadezco?
  • Sí, desde hace días me miras así, se hizo más notorio el día que fuimos con mis padres. –La platinada pensó que debía decir algo, pensó en decirle lo que sentía en verdad; pero no se atrevió, no después de que Catherine le había dicho que la compadecía.
  • Yo… no… no fue mi intención mirarte así, te prometo que no lo haré más.
  • Las personas en realidad no controlan esas cosas. Si te preocupa que me moleste, puedes estar tranquila, ya lo había dicho, no me importa.
  • Bueno… aun así, lo siento. Entonces… ¿Eso es todo lo que ha cambiado en mi mirada?
  • De nuevo con eso; sólo dime si hay algo en especial que quieres que vea o te diga. –La platinada lo pensó un momento.
  • No, no es nada, sólo curiosidad. -notó que Catherine no estaba del todo convencida con eso, así que decidí tratar de cambiar el tema-. Entonces creaste estos cascos para ayudar con los estudios, es increíble; pero tu hermana vino aquí para pasar tiempo contigo y que ambas se conocieran mejor; no deberías aislarla así, ni a ella, ni a Guri, ella también quería pasar tiempo contigo.
  • Ellas vinieron a estudiar y es lo que están haciendo.
  • No sólo a estudiar, vinieron a que tú les enseñaras.
  • Es lo que hago; son mis cascos, mis juegos, mis conocimientos; en resumen: yo les enseño.
  • Estoy segura de que ellas esperaban hacerlo de otra forma.
  • Elsa, en mi día de descanso sólo hay 24 horas; eso no es ni remotamente suficiente para aprender todo lo que ellas necesitan, aunque vengan cada semana. El casco es la mejor opción.
  • También podrías dejar de trabajar ese proyecto tuyo y ayudarles a ellas.
  • ¿De qué hablas? No puedo parar con eso, no estoy ni cerca de entender por completo la magia.
  • ¡Y nunca lo harás! ¿Crees que esto es como esos aparatos mecánicos tuyos? La magia nos tan fácil, entenderla del modo que tú buscas, es imposible.
  • Tal vez para ti, pero yo hallaré la manera y, para eso, necesito cada segundo del día de la semana. No me detendré por ellas, no si existe ese aparato que les puede enseñar todo lo que me pidieron y más.



#451 en Fanfic
#1269 en Fantasía

En el texto hay: fanfic, frozen, elsa arendelle

Editado: 07.03.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.