¿cómo hacerle Entender?

Capítulo 35

Mientras Elsa y Catherine se dirigían al sitio de encuentro, Anton y Freydis ya estaban ahí esperándolas. Anton tratada de mantener la calma, pero la castaña estaba alterada y ansiosa; no sabía si Elsa había tenido mejor suerte que ellos buscando a su hermana mayor y no sabía cómo estaba ella luego de lo ocurrido. Lo único que podía hacer, en un intento por mantener la mente ocupada, fue caminar de un lado a otro esperando a que la platinada apareciera.

  • Así sólo conseguirás cansarte. Siéntate, ya no debe tardar. –Aunque Anton quería sonar tranquilo, Freydis percibió que también estaba estresado. No supo si era por lo de Catherine o porque ella no dejaba de moverse.
  • ¡Pero no sabemos si viene con Catherine! Por todos los dioses. Yo sabía bien que Elsa quería hacer eso hace mucho, pero creí que tendría mejor control, y sentido común para ver que no era el momento ni mucho menos el lugar.
  • Ya está hecho, no podemos hacer nada más que esperar. Si ella tampoco tuvo suerte en encontrarla… bueno, seguiremos buscando. No creo que se haya marchado de Arendelle y estoy completamente convencido de que Catherine fue a esconderse a su laboratorio. Jamás salió de ahí de niña, así que debe sentirse segura en ese lugar.
  • Eso también me preocupa ¿Qué tal si no quiere volver a salir? ¿Qué tal si perdemos todo lo que avanzamos con ella?
  • Créeme que no eres la única que piensa eso; yo, incluso Elsa… a todos nos preocupa. Esperemos que todo esté bien.

Luego de un rato, Elsa y Catherine aparecieron. Ambos jóvenes se sorprendieron al verlas llegar. Anton creyó que Elsa tendría más problemas para convencer a la chica de volver. Freydis no perdió tiempo en dudar y fue de inmediato con su hermana para abrazarla.

  • ¡Estás bien! ¡Estás de vuelta! Lamento mucho lo que ocurrió. -tras darse cuenta de lo que hizo, Freydis se apartó de Catherine-. Lo siento, sé que no te gusta que te toquen. –La azabache sólo sonrió y acarició la cabeza de su hermana menor.
  • Puedes olvidar eso. Yo lamento haberlos preocupado a todos, sólo necesitaba un poco aire y tiempo para pensar.

No hace falta decir la sorpresa y confusión que llenó a los jóvenes. Anton volteó a mirar a Elsa esperando que ella pudiera darle una explicación, pero ella le devolvió la misma mirada confundida, mientras se acercaba a él para susurrarle al oído:

  • La encontré en su laboratorio, ha estado así y no sé por qué.
  • Algo pasó mientras estaba sola. La verdad… me preocupa más verla así que cuando era ella misma.
  • A mí también. –Ambos se quedaron callados cuando se dieron cuenta de que Catherine los estaba mirando.
  • Elsa, volvamos al bosque; aún tengo que completar mi investigación sobre la magia.
  • Eh… sí, claro. Y también tenemos que descasar.
  • Sí. Freydis, sé que quieres que te enseñe más, pero ya que pasaste el juego de medicina, ya no hay nada más que podría enseñarte. Es mejor que regreses a tu escuela para que puedas graduarte.
  • ¿Me estás echando? ¿Ya no me quieres cerca de ti? –Los ojos de la castaña empezaron a empañarse.
  • No es eso, sólo digo que mientras siguas conmigo retrasas tu graduación. Puedes venir a visitarme cada vez que quieras, pero tienes que retomar tu vida. Yo estaré bien, no te preocupes; Elsa no me dejará sola. –Añadió eso último regresando su atención a la platinada.
  • Es cierto, no tendrás de qué preocuparte.
  • Está bien. Pero vendré a visitarte muy seguido.
  • No lo dudo; estaré esperándote. -se acercó más a ella para darle un pequeño beso en la frente y un corto abrazo-. Nos vemos. Anton, ya que estás aquí puedes llevarla a los dormitorios de su escuela ¿Verdad? Te la encargo.

Sin saber qué decir, Anton sólo asintió, ambos jóvenes volvieron a subir a la moto y al cabo de un momento desaparecieron de la vista de científica. Elsa se volvió a Catherine para preguntarle por qué había alejado a Freydis así de repente, pero cuando se dio cuenta, ella ya se había dado vuelta encaminándose al bosque.

  • ¡Espera! Nokk vino conmigo, él nos llevará de vuelta al bosque. –Catherine se detuvo y empero a que Elsa volviera a llamar al caballo de agua. En un instante él apareció, la platinada lo montó y ayudó a la joven a subir; entonces se encaminaron de regreso al bosque encantado.
  • Sé que te preguntas por qué le dije a mi hermana que se fuera. No es algo que deba preocuparte, ella ya había pasado demasiado tiempo conmigo y no mentí cuando le dije que no tenía nada más qué enseñarle. Ahora ella ya conoce todo lo que yo descubrí de la medicina, era hora de que regresara. No podía permitir que se quedara toda su vida conmigo y que se convirtiera en alguien como yo. -Elsa abrió la boca para responder, pero Catherine no se lo permitió-. No te engañes, ambas sabemos que Freydis no tenía intenciones de irse; no había a hacerlo a menos que yo le diera el empujón.
  • Elsa, lo sé. Aun así… pudiste haber esperado unos días.
  • No habría sido diferente, ni más sencillo; era mejor hacerlo ya. –Ninguna de las dos se miraba mientras hablaba, sólo mantenían la mirada en el camino.
  • ¿Qué pasó… antes de que te encontrara? –Susurró Elsa, casi sin esperar respuesta.
  • Mmm… nada en particular. Sólo decidí… empezar a hacer caso de todo lo que me habías dicho hasta ahora.



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En el texto hay: fanfic, frozen, elsa arendelle

Editado: 07.03.2025

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