En el universo, a 26 millones de años del planeta tierra, la nave de Catherine finalmente estaba aterrizando en Kepler-452b. Tan pronto como la nave aterrizó totalmente los robots de la joven científica la despertaron del criosueño. Por supuesto, ella no había estado ahí desde el principio del principio del viaje, primero se había tomado un tiempo para ver el universo, cuando tuvo suficiente entró en su capsula de criosueño y dejó todo en manos de sus máquinas.
Tras despertar, Catherine le hizo una pequeña revisión a todo, después se pudo un traje especial y salió de la nave para dar el primer vistazo al nuevo planeta. Al ver el lugar, casi no pudo lo podía creer, era casi exactamente igual que la Tierra, sólo que algunas plantas tenían colores extraños. Dentro del traje tenía una grabadora de voz, la encendió y comenzó a hablar.
Con un aparato, la azabache midió el nivel de toxicidad en el ambiente, los niveles no eran nada preocupantes, de hecho, parecía que el aire del lugar era mucho mejor que el de la tierra, así que Catherine no dudó en quitarse el casco, inhaló profundamente y se sorprendió al percibir tantos nuevos olores, todos eran agradables, pero no pudo identificar ni uno solo, nada que le parecía familiar.
Volvió al interior de la nave, dejó el traje, se coló sus brazaletes de magia artificial, llenó una mochila con todo lo que creía que iba a necesitar e inició su viaje por el planeta. No llevaba armas en caso de encontrar criaturas hostiles, pues sus brazaletes eran todo lo que necesitaba en casos peligrosos. Además de animales y plantas, la joven esperaba entontar formas de vida inteligente.
Catherine investigó cada planta para identificar las comestibles, diseccionó cada animal que encontró para categorizar los más peligrosos, los mejores para comer y los venenosos. Recorrió todo lo que pudo del planeta investigando sin parar, aprendiendo qué tan duras y diferentes son las estaciones del año en ese planeta; también se encargó de dibujar varios mapas y señalar los lugares que consideró adecuados para empezar las poblaciones. Pero los años pasaban y la joven iba envejeciendo, no tardó en darse cuenta de que su cuerpo pronto le empezaría a fallar, así que regresó a la nave lo más rápido que pudo antes de que le fuera imposible recorrer tan largas distancias, pues la mujer ya tenía alrededor de 60 años.
A Catherine le inquietaba que trasladar su mente a un cerebro artificial cambiara en algo su genio, por lo que modificó su androide de modo en que se pudiera trasladar su cerebro entero y había creado una formula especial que lo mantendría sano, fuerte y vivo dentro del nuevo cuerpo. Siguiendo la programación, los robots llevaron a cabo la operación, abrieron el cráneo de la azabache, le sacaron el cerebro y lo colocaron en el androide, luego vertieron el liquido especial, sellaron bien la cabeza y la encendieron, o despertaron.
Al despertar, la mujer miró alrededor, comprobó que no tuviera problemas para moverse, sentir, oler, escuchar y hablar. Una vez que verificó que todo estuviera en orden, incluyendo sus capacidades cerebrales, volvió a tomar su grabadora.
Se dirigió al lugar donde estaban los embriones, escogió un varón y lo llevó a la capsula de incubación. Sólo debió esperar un día para que el pequeño naciera, y entonces empezó su verdadero reto, puesto que ella no tenía idea de cómo criar bebes. Había llevado con ella varios libros de crianza, pero descubrió que no era para nada parecido a leer un libro de construcción y después construir. Por suerte ella estaba acostumbrada a pasar días y días sin dormir. Al principio sólo llamó al niño sujeto de prueba 1, sin embargo, decidió que era mejor ponerle un nombre real por lo que lo nombró Erick.
Cuando el pequeño parecía poner más atención cuando ella le hablaba, comenzó a tratar de enseñarle cosas teóricas; al empezar a caminar le dio paseos por ahí para mostrarle las especies de plantas y animales. Cuando Erick cumplió 10 años le enseñó agricultura y construcción, además colocó un nuevo embrión, igual varón, en la capsula de incubación. En esa ocasión, Erick también ayudó en la crianza del bebé.