Daniela
—Veo que has despertado.
Apenas abrí los ojos sentí un horrible dolor de cabeza, como un puñal clavándose en el costado derecho de mi cabeza, una y otra vez.
Con mi vista aún borrosa y el dolor zumbando, intenté abrir los ojos solo para ver a aquel apuesto hombre, que antes sentado en una silla y cruzando los brazos, me contempla con una mirada fría y penetrante.
De cabellera negra, buena contextura física, y un traje que evidentemente es muy caro, no parece muy feliz de verme. Estoy segura de que no es alguien que conozca. No olvidaría un rostro ni un cuerpo como ese.
—¿Hasta dónde piensas llegar? ¿Estás loca? —me reprendió de repente arrugando el ceño, e hice una mueca aun sin entenderlo.
Vi como sacó un papel en el bolsillo y prácticamente me lo puso frente a la cara.
—No podemos seguir así, te daré el divorcio de una vez, es mejor por la sanidad de ambos que esto se acabe ahora —y colocó un lápiz en mi mano.
Pestañeé aún más confundida ¿Divorcio? Pero, ¡Si no estoy casada! ¡¿Qué pesadilla horrible es esta?! Cuando noté mis manos me di cuenta de que hay un anillo, y entrando en pánico aparte al loco apuesto de mi camino corriendo hacia el baño, necesito mojar mi cara y despertar de este suplicio.
¡Jamás en mi vida cometería la estupidez de casarme, aún incluso con un hombre como ese! Soy la soltera más cotizada de mi círculo social y de trabajo, y nunca entregaría mi exclusividad a alguien.
Sin embargo, apenas vi mi reflejo en el espejo, me quedé enmudecida ¿Quién es esta mujer? Cabellos de castaño claro, ojos color verde, y tez blanca, delgada, por lo menos con un par de tallas menos de pecho que yo... ¿Qué... broma es esta?
¡Mierda! ¿Qué está pasando? ¿Estoy en coma y todo esto es solo una ilusión?
—Daniela ¿Quieres seguir burlándote de mí? ¿Qué significa este comportamiento? —dijo el hombre, quien me siguió hasta el baño, llevándose una mano a la cabeza y luego suspirando con paciencia—. ¿No es acaso, esto es lo que querías? ¿Por qué ahora reaccionas así? Querías tu libertad, ser libre, acabar con todo esto... ¿Por qué ahora te niegas a divorciarte?
¿Por qué parece que le duele decir esto? Pero, lo importante, ¡¿Quién mierda es Daniela?!
Le quité la hoja de divorcio para leer los nombres anotados en el documento "Daniela Flores" y "Eric Valverde"...
No puede ser.
¡No puede estar pasándome esto! Es una burla del destino, es como esas novelas donde a la protagonista la atropella un camión y se despierta en un videojuego, en un libro o un programa de televisión. Pero, lo mío es peor, sí, señor...
¡Estoy atrapada en el libro de ese maldito escritor fracasado que acabó con mi vida!
¿Cómo es que se llamaba esta novela? Sí, sí, amor tóxico, sí, ese era su nombre. No puede ser, no puede ser ¿Por qué de todos los libros que he leído vine justo a caer en el peor de todos? Debe ser una pesadilla... esto no es real...
—¿Daniela? ¿Qué te pasa? —el tipo me tomó de la muñeca. Luce preocupado.
Me solté de golpe, y mis piernas estuvieron a punto de enredarse y hacerme caer.
—Tú —le dije señalando al hombre mientras retrocedo mirando la puerta para salir de la habitación—. Eres ese infame poco hombre de Eric Valverde...
Abrió los ojos como si le sorprendieran mis palabras.
—¿Infame? ¿Poco hombre? —preguntó para luego tensar su rostro—. ¿Desde cuándo hablas de esa forma? ¿Estás bien? Estás actuando extraño.
Como sea, debo alejarme de este protagonista tóxico. Finalizar este matrimonio es la solución.
—Eso, sí, es lo mejor —tomé el papel del divorcio leyéndolo con atención.
"Amor tóxico" es una novela, en donde, Daniela Flores, una de las protagonistas más tontas que he leído, se enamoró del hombre con el cual estaba comprometida de niña, por la amistad del abuelo de ambos. Y creyó que al casarse serían felices.
Sin embargo, él la odia, se casó con ella sin amor. La culpa de haber sido obligado a casarse con ella cuando su verdadero amor es otra mujer. Sumando además una suegra maldita y cruel, y una cuñada desgraciada e infantil.
La protagonista es una sumisa dueña de casa que ha dejado que todos abusen de ella, que su suegra la trate como una sirvienta, su cuñada como una esclava.
Es como un trapero que por voluntad se lanzó al suelo y permite que todos la pisoteen. Y su marido, que incluso duerme en otra habitación, le tiene tanto asco que la única vez que tuvieron un contacto fue cuando la besó en su matrimonio.
En otras palabras, esta es la típica historia de la mujer dócil y dulce que sufre en manos de una cruel familia, un marido que es manipulado por una secretaria ambiciosa que está enamorada en secreto de él, quien además vive esperando a su supuesto verdadero amor, y buscando como deshacerse de su actual esposa.
No cometí errores al llamarla novela fracasada.
En verdad la protagonista tiene una vida bastante dramática, abusiva y sufrida... seguí leyendo el documento antes de bufar de mala gana y me detuve en la indemnización que recibirá esa mujer al firmar el divorcio.
—¡Diez mil dólares al mes! —al leer la cifra ofrecida prácticamente me quedé con la boca abierta.
Eso es tener una vida sin preocupaciones, sin marido bobo, y libertad de hacer lo que quisiera ¡Es como ganarse la lotería! Puede que me lamente haber muerto y quedar atrapada en este libro, pero ese dinero lo compensa todo.
—Bueno, señor Valverde, con el corazón destrozado firmaré el documento —dije fingiendo tristeza.
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Hola y gracias por leer este primer capítulo. Aquí tenemos otra nueva historia, esta vez con muchos toques de comedia y escrito desde la perspectiva de cada personaje.
¡Espero que esta nueva aventura sea grata para todos!