1 semana después
Al despertar viene a mi mente aquellos ojos grises, sacudo mi cabeza para despejarme, veo la hora en mi teléfono y ya son las 6 AM. Decido levantarme para no llegar tarde a la universid, una vez ya vestida me miró en mi espejo de cuerpo completo, me observó veo una chica de cuerpo normal no muy gorda, ni muy flaca. De tamaño promedio, piel pálida, pelo negro como la noche y uno ojos azules. Arreglo un poco mi pelo y me maquillo, un poco de rimen, delineador y lápiz labial rojo para dar un poco más de color a mi piel, una vez que quedó conforme me dirijo a preparar mi desayuno, té remojado con huevo frito. Al ver la hora son las 7:30 tomo mis cosas y me dirijo a la institución, mis padres me ayudan para poder sacar mis estudios completos, hablaron con un amigo de la familia el cual es el rector de la institución y decido ayudar me con mis estudios.
Llegó al campus universitario, es un lugar amplio el cual cuenta con dos facultades y un poli deportivo, lo que me gusta de este campus es que cuenta con una cantidad abundante de vegetación a su alrededor permitiendo que sea un lugar más tranquilo. Muchas veces me pierdo en mis pensamientos en la pergola, es un sector del campus rodeado de árboles, que en un costado tiene un recinto con ventanales a su alrededor, el cual tiene una pequeña cafetería, sillones y mesas de estar.
Ya en el interior de la facultad ingreso al acensor hacia el 4° piso, una vez en la sala saludo a algunos de mis compañeros que se encuentran en ella, somos un curso de 15 alumnos más o menos. En esto tres años e tratado de tener un vida normal, disfrutar de la simpleza de la vida y la riqueza de esta.
—Hola muy buenos días, espero que vengan con mucho ánimo de trabajar esta clase ya que hablaremos y dejaremos el encargo grupal del segundo encargo que corresponde a la unidad 2— hace presencia el profesor, observó a mi alrededor para ver con quién hacer el trabajo y me percato que me hacen gestos unas compañeras.
—Emily ¿Ya escogiste grupo? —me pregunta María una de las chicas con la que me junto. — No, aún no— le respondo.
—Estupendoo... ¡Chicas vengan para que comencemos!— grita una muy entusiasta María
La mañana se me pasó volando con las chicas entre trabajos y comentando que harían el finde semana. Mientras guardo mis cosas para ir a mi trabajo Par-Time. Escucho mi nombre.
—Emily iremos al club Matta el viernes por la noche para que te apuntes—me pregunta Jenny
—Me apuntaré, cualquier inconveniente les aviso—le respondo mientras me despido.
Mientras bajo por las escaleras me llega un mensaje de texto. Busco mi teléfono para revisarlo, cuando lo tengo en mis manos me quedo helada.
Numero desconocido
Cuida tu espalda Emily Donovan mira que los accidentes ocurren en cualquier momento. No confíes ni en tu propia sombra.
Cuando terminó de leer el mensaje me recorre un escalofrío por todo mi cuerpo. Desde que escape aquella madrugada nadie había vuelto a llamarme por mi antiguo nombre, miró a mi alrededor y son muchas las personas con teléfonos en sus manos. Me pregunto cómo podrían haber dado con mi número.
Desido no tomarle mayor importancia o ignorarlo por un tiempo, retomo mi camino un poco más preocupada que antes y me dirijo con rapidez a mi trabajo.
Una vez que estoy en el restaurante, marco la hora de ingreso, voy a los camarines guardo mis cosas y coloco mi traje.
—Hola Luisa, ¿Cómo has estado? —le pregunto a mi compañera de trabajo
— ¡Emily porfin llegas!, estoy agotada, ha sido un día muy movido y hace una hora más o menos ha comenzado a llegar más gente. — responde mientras se sienta por un momento.
—Ya entonces no pierdo más tiempo y voy a ayudar.
—Una cosa más, Em. Ten cuidado ahi un grupo de 3 personas, son un poco misteriosos y no los había visto antes por estos lugares.— me comenta rápidamente Luisa.
—Gracias Luisa lo tendré presente— le respondo antes de salir del camarin.
Mi turno de trabajo es de 14:30 de la tarde hasta 22:30 de la noche, los cuales me toca 3 veces a la semana, lunes, miércoles y jueves. Hoy solo me toca hacerme cargo de 7 mesas que corresponde a la N° 2, 6, 10, 14, 18, 20, 22. Por lo general son las mismas mesas.
Me dedico a hacer los pedidos en la mesa 6 y 10. Cuando voy a hacer el pedido en las mesas 20 y 22 siento que me observan, dirijo mi vista hacia la mesa 24 que le corresponde a otro compañero y efectivamente me están observando, lo que me sorprende y proboca que mi piel se erice son aquellos ojos grises, son los mismo que han estado en mi mente esta última semana, la misma de aquella noche. Espero que no me reconozca o estoy muerta, con ese pensamiento me dirijo a tomar el pedido en la mesa que me corresponde.