Quizás creas que existen millones de posibilidades en este paso, pero en realidad solo hay dos: afuera o adentro. Dependerá la personalidad de tu autor: extrovertido o introvertido. Quien te diga otra cosa está mintiendo. No necesitas más información.
Si tu autor es extrovertido, será más fácil. En el metro o bus, en un club o supermercado, en una fiesta o en la misma calle. Cualquier lugar puede utilizarse para acercarte a él/ella y eliminarlo.
Si es introvertido, se complica un poco más la cosa. Si tu autor es como la mía y casi no sale de su casa, es más difícil que te abra la puerta y puedas acercarte. Aquí es donde te servirá el rostro que escogiste desde un principio. Te repito que no es necesario que le agrades, pero si representas a una persona influyente... como su asesor de tesis, entonces te dejará pasar y lograrás acercarte.
¿Creíste que sería más enredoso? Ya ves que no. Es de lo más sencillo.
Si tu autor es paranoico/paranoica, entonces déjale. Está muerto en vida ya.