Cómo Matar A Un Héroe

Capítulo 7

—¿Sabes qué es lo que me tiene realmente sorprendido? Y eso que hay muy pocas cosas que pueden sorprenderme —James estaba quieto. Tendido bocabajo en la cama y sin camisa se relajaba mientras Olivia le masajeaba los hombros y la espalda—. Que tu padre esté tan feliz sabiendo que hay un pulgoso tirándose a tu madre en frente de tu casa.

Claramente este comentario no fue del agrado de Olivia, pero como se trataba de James, ella no se atrevió a demostrarle su inconformidad.

—No es un…, Kevin es un amigo de…, de ella.

—¿Amigo? Tu madre ya está vieja para tener amigos de esa edad.

—Es que las cosas se dieron en un momento… extraño.

—Quiero oír la historia de ese momento.

—Por favor James, es aburrida.

—Olivia, te dije que quiero oírla, y es una orden.

—Está bien. Todo comenzó cuando no fui por ti al aeropuerto. Manejaba como loca después de saber que se me hacía tarde, y sin querer, sin querer, pasé a atropellarlo. No fue para tanto, pero su escándalo llamó a varios policías que nos llevaron presos…

—¿¡Qué!? ¿Olivia, fuiste presa?

No había motivos, pero Liv comenzó a llorar.

—¿Cómo es eso posible? La mujer con la que pienso casarme encerrada en la cárcel y con un méndigo de la calle. Eres una zorra.

—No James, eso sí que no —se limpió las lágrimas—. No me revolqué con nadie como para que me catalogues así.

—¿Y cómo quieres que te llame? ¿Princesa encerrada en una torre? De verdad, Olivia, tú misma vas a lograr fastidiarme y que me rehúse a casarme contigo.

—No digas eso James. Yo te amo.

Pero era tarde, el tipo se había colocado de nuevo su camisa y ahora caminaba rumbo a las escaleras.

—¡James, no seas así! Regresa… —y entonces, la puerta de salida se cerró.

James se había ido, y junto con él, el corazón dañado de ella.




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