Cómo puedo amarte

Capítulo 22: Tarde para estudiar

Quedaban bastantes horas de clases; sin embargo, estaba más inmerso en mis pensamientos que otras veces. No podía asimilar el hecho de ir a casa de alguien, en especial de Paora. 

Aquel hecho me mortificaba, no por pensar en cosas lascivas; sino, por el hecho de ser la primera vez que asisto a la casa de alguien. Aunque llevo tiempo de amistad con Nori, Haruo y Masaru, nunca llegamos a tal punto de socializar en casa de alguien, no me asustaba eso, me emocionaba el incluso ir, el hecho de no saber qué hacer en estos casos era el problema principal. Tomando en cuenta que Akane, probablemente, ha estado en la casa de Paora me aliviaba un poco, tal vez podía preguntarle cosas o incluso consejos. Sé que parece algo demasiado patético, ver a una persona preocuparse por detalles mínimos en una visita que podría durar menos de 1 hora, 

El hecho era que este tipo de situaciones para personas de mi edad son comunes, en mi caso nunca lo fueron. Desde lo sucedido hace casi 7 años perdí cualquier ambiente social, básicamente aislándome e impidiéndome un desarrollo social, no solo es esencial, sino vital para sobrevivir en la sociedad. Era una gran oportunidad para poder mejorar.

No solo por ella, sino por mí también.

Hay veces en las que uno mismo sueña despierto, por lo que yo en algún momento, sin importar las circunstancias, anhelaría poder estar en esa situación, en el que pueda soñar con ella estando juntos.

Si bien, es válido esperar algo que tal vez no podría suceder, un suceso hace un tiempo, me motivó a creer que mi ansiado sueño, podría ser realidad.

Desde aquella plática con Yoshio, el exnovio de Paora, mi mente ha seguido con la idea de, tal vez, creer en sus palabras. Era probablemente, la razón por la que en estos últimos días he intentado acercarme más a ella,

Debía de haber un cambio en mí, el cual demostrará un gran avance.

No podía darme el lujo de soñar con eso si mi vida y mi ser necesitan mejorar. La confianza, las relaciones sociales, la valentía y la determinación, son aquellos factores que debo de dominar o mejorar. Estar con alguien en esta situación solo causaría problemas. En otras palabras, debía de ser la mejor versión de mí, para poder estar a la altura de la mejor versión de ella. 

No debería de haber un lado mayor que el otro, en una relación es fundamental que los dos sean algo, y ese algo, solo se podría ver cuando ambos están completos, emocionalmente y retóricamente.

Ese es el valor de amar, saber cómo y cuándo es el momento, sin importar a quién.

Lo único importante es saber cómo puedes amar a la otra persona. No sirve de nada esperar a que la misma persona te diga como, eso le quita lo divertido a la autoexploración entre los dos, aquel instante en donde los dos deben conocerse al mismo tiempo, no uno más que el otro, debe de haber un desarrollo mutuo, para por fin decir que es amor.

Por otro lado, el tiempo voló significativamente, sonando la campana, indicando que las clases habían terminado por hoy.

Había llegado de tensión, debía de ir hacia la casa de Paora. La cuestión era ¿Tendría que esperar hasta que ella me diga o debería buscarla?

En cuanto a mí, me dispuse a guardar mis cosas, mientras decidía qué opción tomar, si debía de volver a buscarla o, de lo contrario, esperar un simple mensaje de texto por parte de ella. La decisión debía de llevarse a cabo al finalizar la acción que estaba haciendo, de lo contrario, seguiría poniendo excusas para seguir pensando. Obviamente, debía de aprender a decidir de manera rápida, lógica y razonable.

Al finalizar, supe que la opción más conveniente era ir con ella; sin embargo, cabía la posibilidad de que no se encontrara ahí.

Antes de siquiera poder hacer algo, Paora estaba sentada junto a mí, saltando de la gran impresión que hacía sentido, al divagar tanto en mi mente, causa que pierda la razón de todo lo que me rodea, siendo este, un ejemplo de eso.

─ Llevo un par de minutos esperando a qué terminarás ─

─ Ahora que ya terminaste ─

─ ¿Nos vamos? ─ 

─ Aprovechando que nos dirigimos hacia mi casa ─ 

─ ¿Quieres que caminemos juntos hacia allá? ─

Al fin y al cabo, era algo que quería.

Nos dispusimos a caminar hacia su casa.

Durante un tiempo nos dispusimos a conversar de los exámenes que debíamos presentar el día siguiente , en su caso serían filosofía y química, materias que tal vez no sean tan complicadas, pero ella sentía que un estudio por última vez no haría daño. Por mi parte, tan solo presentaría física y comunicación, al igual que ella, pensaba prácticamente lo mismo, no haría daño repasar otra vez, al fin y al cabo, podíamos llevarnos una sorpresa inesperada.

Al estar a unos cuantos metros de su casa, Paora al revisar los mensajes que había recibido, deteniéndose bruscamente al leerlos,

Demostrando una reacción bastante curiosa, lucia bastante sorprendida y nerviosa a la vez. Me alarmaba notar un cambio tan de repente en ella, por lo que no tuve otra opción que preguntarle directamente.

─¿Todo está bien? ─

Mencionando con una actitud y una voz bastante relajada. Al no saber el contexto necesario, estaba claro que debía ser lo más cordial posible ante ella. 




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