El momento que compartieron Paora e Itta fue agradable para ambos; no obstante, hubo un momento en el que la situación cambio de manera drástica, notando a Paora un poco extraña al recibir la invitación por parte de Itta.
Se notó un poco distante con el contacto visual, impidiendo que él la viera a los ojos, lo cual era bastante extraño. De cualquier manera, termino todo de manera positivo.
La pregunta en ese momento fue:
¿Qué es lo que paso por la mente de Paora en ese momento para reaccionar así?
Por más que intentaba actuar de forma normal, no pude, al oír la invitación de Itta para tener una cita, comencé a entrar en un ataque de nervios. Hace mucho que no experimentaba esto, incluso, siendo sobre este tema. Lo único que podía hacer era intentar no mirarlo, evitando que viera lo tan sonrojada que estaba.
Debía de pensar esto en un lugar más tranquilo y privado para poder decir todo lo que pienso en este momento. La opción más viable era ir por un momento hacia mi habitación. Sin perder más tiempo le dije a Itta que en un momento regresaría y de la manera más rápida me dirigí hacia la parte de arriba de mi casa, encerrándome en mi cuarto.
Lo único más maduro posible que pude pensar fue tirarme en mi cama y gritar de la emoción y cubrir mi boca para evitar que me escuchara.
Me sentía la persona más afortunada del mundo, tomando en cuenta lo complicado que fue para Itta hacerme esa invitación, sintiéndome feliz al oír sus palabras.
Me ilusionaba creer que Itta podría sentir algo por mí.
No era normal para mí recibir invitaciones de chicos cercanos a mí, tan solo recibiendo ofrecimientos para salir en grupo a comer en algún lugar cerca de la preparatoria.
Era incluso, algo que mis padres probablemente no esperarían que sucediera. Usualmente, son personas bastante flexibles al tratarse de este tipo de temas, aunque tratándose de mí, cualquier cosa del amor son básicamente desconocidas para ellos, incluso solo conociendo un novio en mi historial (el único en realidad) siendo Yoshio esa persona, pese a solo haber interactuado con ellos 1 sola vez.
Durante varios minutos estuve fantaseando e imaginando que tipo de cita tendríamos, recordando las experiencias de citas que han tenido varias amigas.
Desde ir a un lugar tranquilo y agradable, hasta asistir a un restaurante elegante, disfrutando se la linda noche en la ciudad.
Ideas que por primera vez se hacían presentes en mi cabeza.
Luego de un par de minutos pensando como responderle, me di cuenta lo que había hecho. Había ignorado completamente la existencia de Itta, al concentrarme más en la invitación, deje de lado lo que en verdad importaba en este momento. Disfrutar de un momento de diversión con él.
Rápidamente, me apresuré a bajar hacia la sala, esperando que Itta no se hubiera artado de esperarme. Estaba claro que cualquier persona en la misma situación que él, se hubiera desanimado, al no recibir una respuesta en concreto de la persona y estar esperando durante varios minutos, daba a entender un rechazo total. Quería evitar a toda costa esa relación, necesitaba demostrarle lo emocionada y feliz que me hacía sentir la invitación. Debía de mostrar el interés necesario para no dar a entender lo contrario.
Mitad de las escaleras, pude percibir el ligero sonido de la perilla de la entrada, alertándome de lo que temía. Itta estaba listo para irse. La única relación en la que pude pensar fue gritan. Repitiendo reiteradas veces la palabra SI.
Un silencio comenzó a surgir.
Seguí teniendo la esperanza de poder verlo, mirarlo a los ojos y tener el valor de aceptar tener una cita con él. Aún mejor, saliendo con la persona que me enamoró.
Tan pronto como llegue al final de las escaleras pude verlo, sosteniendo sus cosas y a punto de cruzar la puerta. Es ahí en donde, por primera vez en mi vida, tome las riendas y dije lo que mi corazón consideraba viable para responder.
─ Si ─
─ Me encantaría salir contigo ─
No me importaba la distancia que teníamos, en verdad quería sentirlo junto amo. Incluso, sintiendo el impulso involuntariamente de besarlo.
Aquella sensación extraña que desde el viaje del consejo no había vuelto a sentir.
Tan pronto como recobre la compostura, note la llegada de mis padres, lo que significaba que era demasiado tarde. Tal vez era la razón por la que Itta se iba a retirar.
Es ahí donde recordé que habíamos dejado un desastre en la sala. Entre en pánico al darme cuenta de eso, dirigiéndose hacia esa parte d ella casa, para mi suerte todo está a completamente limpio y ordenado, lo que era bastante raro, considerando la situación en la que la habíamos dejado. Sin encontrar alguna respuesta lógica, posiblemente fue una ilusión.
Itta menciono que mientras esperaba a que bajara limpio, esto para hacer que el tiempo transcurriera rápido.
Al entrar mis padres notaron la presencia de Itta, algo extrañados de un chico, alguien que nunca había mencionado y nunca había invitado en el pasado.
Eso no quito el hecho de agradarles y llevarse una impresión bastante positiva de él, sin mencionar su manera bastante formal de referirse a ellos, un buen toque que al instante mis padres quisieron evitar, mencionando que al estar más en confianza podría no dirigirse tan profesionalmente con ellos, exclamando que tal vez no sea la última vez que venga a nuestra casa.
Editado: 25.03.2024