Cómo puedo amarte

Capítulo 24.1: El cambio es doloroso, pero inevitable

El mundo tal como lo hemos creado es un proceso de nuestros pensamientos. No se puede cambiar sin cambiar nuestra manera de pensar.

Albert Einstein - 


  •  

Nuestra mente crea a consideración la vida que queremos, aunque no suele pasar. Hay veces en las que podemos cambiar; sin embargo, dependerá de si la otra persona cambia completamente para ser una mejor versión de sí mismo.



  •  

Todo se había vuelto borroso y la nada invadía todo, ni siquiera podía pensar en algo en concreto. Solo podía sentir tristeza por alguna razón, una especie de explosión de emociones recorría todo mi cuerpo. Era desconocido para mí, aquellas cosas que consideraba como recuerdos ya no existían, tan solo mi voz interior resonaba por todo el lugar.

Todo esto paro cuando aparecí en un lugar bastante extraño, completamente cubierto de blanco, sin ver nada a lo lejos. Tan solo estaba yo mismo.

Nada era lógico para mí, solo podía sentir cosas, cosas que no tienen un mínimo de explicación. 

Durante un tiempo caminando logré ver algo a lo lejos.

Eran distintas puertas alejadas una de la otra, teniendo un distintivo bastante claro, un objeto en la parte de abajo.

Tan solo seguí recorriendo lo que ahora se había convertido en un corredor bastante cambio, de repente, note la presencia de alguien más. Era una chica bastante linda, aproximadamente 18 años caminando pasosa tras de mí, sin darse cuenta de mi presencia. Me detuve para preguntarle en donde estábamos, aunque lo más probable es que ni siquiera lo sepa.

Antes de poder decir algo, ella preguntó lo que justamente tenía pensado decirle.

─ Oye tú, ¿Sabes en donde estamos? ─


  •  

─ No lo sé, es un lugar bastante nuevo para mi ─

─ Supongo que hay que seguir avanzando hasta llegar a un punto en específico ─


  •  

─ Es lo más obvio en mi parecer ─

─ Aunque no está muy claro que deberíamos de hacer después ─

─ Como sea ─

─ Sigamos avanzando hasta el final juntos, por lo menos para no aburrirnos en el transcurso ─


  •  

─Me parece buena idea ─

A mi parecer, es una chica bastante inusual, su forma de ser y la manera de actuar se asemejará a alguien incluso más mayor de lo que luce, sin mencionar los lindos ojos que tiene, algo que por alguna razón me parecían conocidos.

Al pasar junto a varias puertas notamos varios objetos que por alguna razón, sentíamos que habíamos visto antes, desde un peluche bastante peculiar que al verlo, Paora quedo fascinada con él, hasta un lindo perro de peluche, algo bastante descuidado que al tenerlo en mis manos, sentía distintas cosas, en especial un gusto bastante nostálgico.

Después de pasar una docena de puertas, comenzó una curiosidad por mirar que se encontraba detrás de las puertas misteriosas. Algo que era inevitable, al no parecer tener un fin esto. 

─ Supongo que tal ve en algún punto tendremos que abrir alguna de estas puertas ─

─ Aunque no está muy claro, ¿cuál sería? ─

Debía de consultar con la chica desconocida, después de todo, éramos los únicos dos en este momento.

─ Tal vez en algún momento habrá una señal ─

Seguimos pasando puerta tras puerta, hasta que llegamos a una bastante diferente en particular, la cual sería la numero 16, en su caso sería la numero 17.

Poseía un color bastante diferente a las demás, asemejando a un tipo de café claro, como si se tratara de un caramelo. Ninguna de las puertas contaba con un objeto en específico, estando vacía por completo; sin embargo, por alguna razón, esta puerta me parecía incluso mucho más importante que todas las anteriores.

De repente, una puerta apareció repentinamente a kilómetros a lo lejos, abriéndose poco a poco. Esta, generaba su propio brillo en su interior, siendo bastante atractiva.

Todo apuntaba a que esta era la puerta indicada, incluso aquella chica lucia bastante emocionada al verla, aunque, había algo bastante raro en todo eso, por alguna razón, todas las puertas consiguientes a la número 17 para mí y la numero 18 para ella se habían desvanecido demasiado rápido, tan solo dejando a la vista aquella puerta aún más misteriosa que las anteriores.

Comenzaba a desconfiar de la puerta extraña, teniendo incluso, por primera vez en todo este viaje, miedo.

─ Vamos hacia delante ─

─ Puedo presentir que esa puerta brillante debe de ser la indicada para entrar ─

─ Démonos prisa para entrar en ella ─

Tomo mi mano y quiso dirigirnos hacia la puerta.

En un ataque de miedo solo pude arrebatarle mi mano, deteniéndome bruscamente. 

─ ¿Por qué te detuviste? ─

─ Debemos dirigirnos hacia esa puerta y entrar para poder salir de este lugar ─


  •  

─ Tengo un mal presentimientos de esa en específico ─




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.