Día 3

Sigo viendo mi teléfono, preguntándome el porque de tu silencio, se que no hice nada malo, así que debo descartar el que estés molesto, pero ¿entonces? Nuestra última conversación alberga el intercambio de palabras de la tarde que nos vimos, te pedí que me dijeras que llegabas bien y solo eso, avisaste "estoy aquí, te amo" y ya no hubo más, tu última conexión la marca unas horas más tarde, pero no hubo más mensajes conmigo... 

Aun recuerdo la semana que desapareciste, fue cuando tu accidente, cierro los ojos solo de recordar, estaba tan molesta, mis llamadas iban directo a buzón, y tan solo un día atrás fue nuestra pelea, ¿quien me iba a decir que estabas luchando por tu vida? Yo pensaba que tu enojo era tanto que ya no querías saber de mi, sin embargo, en cuanto pudiste sostener un celular, me llamaste, abriste los ojos y tu primer impulso fue llamarme, querías que estuviera a tu lado, pensé que todo era una broma... 

-vaya, hasta que te dignas, ¿apenas sientes que me extrañas? 

-No, siempre te extraño, pero no podía llamarte, estoy en el hospital, quiero verte... 

En ese instante mi cuerpo empezó a temblar, como gelatina mal hecha, mi corazón empezó a latir desmesuradamente y mi mente solo quería pensar que era una mala broma, qué era hora de abrir los ojos, incluso qué mi mamá entraría a decirme que me había quedado dormida para ir a la escuela, pero no fue así. 

Salí de prisa, e intente llamarte, tu "hola" bajo mis pulsaciones... 

-¿qué pasó? - fue mi primer y última pregunta

-veníamos de regreso por la carretera, se poncho un neumático, al bajar a cambiarlo... Un auto nos arrastró, no supe más, hasta ayer, de eso hace una semana, y aun no logro recordar bien que paso, quiero verte...

Mi corazón se volvió loco y sentí una presión en mi pecho, entonces entendí las noches de insomnio, esos sueños raros donde nada tenía sentido, mi preocupación sin sentido, todo encajaba, mi sexto sentido me decía que no estabas bien, pero preferí pensar que estabas molesto. 

Ahora es distinto, o eso espero, no quiero pensar en una vida donde no estés, se que es dramático pensar en escenarios tan catastróficos, pero desde esa vez... 

Reviso mi celular antes de tomar mi mochila, pero todo sigue igual: última conexión "el martes a las 09:54 pm" 

Es raro, es viernes, y ya estarías haciendo de todo para convencerme de escaparnos, como esas primeras veces, donde a hurtadillas salía de casa, o cuando inventaba pretextos bobos, para poder llegar más tarde, e inventaba tareas para poder ir a verte. 

Salgo de casa, contigo en mi mente, es una lástima que no sepa dónde buscarte, qué el día de conocer a tus papás se halla arruinado y no halla podido llevar, tal vez así, podría preguntárselo a ellos. 

Sin embargo ahora estoy aquí, con la zozobra de no saber que pasa contigo, porque no has llamado, sin querer agachó la cabeza, no quiero que noten lo aguado en mis ojos, te extraño, hablar conmigo misma ya no tiene sentido sino estas para tratar de adivinar mis pensamientos, tenemos esa conexión que nos hace creer que nos llamamos con la mente, pero ahora no, simplemente no se donde estas, y tampoco se donde buscarte...