¿como se olvida un amor?

La primera mirada

Hoy es nuestro día especial, realmente todos los días, desde que te conozco lo son, aun recuerdo esa breve reunión, llegaste con mi amor platónico, yo iba tan decidida a declararle mi amor, no importaba qué dijera, se que la edad no era un impedimento, realmente la diferencia no era mucha, el 21, yo 17, pero sentía que lo amaba, desde esa primera vez que lo vi en casa de Ruth...

La noche pasaba tranquila, sin nada nuevo, hasta que llego Joseph, en cuanto lo vi mi estómago sintió mariposas, sabían que era el momento, así que sin más me dirigí hacia el, decidída a decírselo, no importaba su respuesta. 

Camino hacia donde estaba, me detuvo tu cuerpo, pues la música había empezado a sonar, una melodia pegajosa qué estaba de moda, te atravesaste porque estabas bailando, y ahí te quedaste, estorpeciendo mi misión, molesta por ver que ante mis ojos el bailaba con otra, decidí dar media vuelta, pero una mano me detuvo, sí, eras tu, queriendo bailar, sin embargo mi molestia era mucha, así que solo me solté bruscamente de tu mano, y me dirigí al patio trasero, no había nadie, al llegar opte por sentarme en los columpios qué estaban cerca, me acomode y comencé a balancearme con los pies. 

Mi tristeza era mucha, cuando por fin me decido te atravesaste, y tres doritos después, estaba el, bailando con ella, no bastó con eso, pensando en mi tristeza, decidieron salir a besarse, aunque besarse queda corto, se devoraban, y entendí que no sería para mi, volví a la fiesta, y un grupo de chicos preparaban sandwiches, nadie me preparo para lo siguiente. 

En medio de todos, saliste tu, me sonreíste y me invitaste a ver la luna, y al salir, lo único que pudiste decir es que no debería llorar por que era muy bonita. 

Un conquistador nato, pensaba, no tenía experiencia en amores, pero con un hermano mayor que se las daba de don juan, podía saber las tácticas básicas.

Comenzaste a hablar de la luna, las estrellas, y sin más me robaste un beso, algo salvaje, pero me gustó, así que lo correspondí, no sabía que pensar, hacia una hora sentía que me habían roto el corazón y tu con tus babas me ayudabas a pegarlo, debía darle la razón a mi hermano, solo era un gusto, no amor. 

Después de ese beso, me miraste fijamente, y lo supe, supe que serias tu quien se volvería mi primer amor, y creo que tu también, me gusta pensar que es así, que también lo supiste y por eso me volviste a besar. 

No eras muy bueno con las palabras, y somo atinaste a pedirme mi número de teléfono, accedí, porque algo en mi interior pedía gritos intentarlo contigo. Que podía pasar. 




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