La imprenta fue mi primera opción, cuando comencé en el mundo de la escritura, me llevé varias sorpresas, la primera fue que un libro me costaba más de trescientos o cuatrocientos pesos, recuerdo que me sorprendí tanto, que casi desisto a mi sueño (ok, soy algo dramática). El punto es que, después de eso, me explicaron qué hacen el mismo proceso, de un libro, que para 100, 500, 1000 o más, por lo tanto; entre más imprimas, más baratos salen. Se supone que dentro de la cotización te cobran la maquetación (acomodo del libro de sus páginas), toda la cubierta (portada, contraportada y lomo), correcciones del texto, entre otras cosas. Además, ellos no te ayudan con el marketing del libro, los derechos de autor, tú debes de tramitarlos, es mejor evitar la tentación de que alguien te quite tus derechos de autor.
Las plataformas que actúan como editoriales o imprentas en el Internet sirven de mucha ayuda; algunas te apoyan a publicarlo y te hacen publicidad, por cierto costo o porcentaje de la venta de tu libro. Otras, en cambio, solo te publican el libro y no tienen un catálogo donde aparezcas, algunas más, tienen un catálogo digital o físico en el cual incluye tu libro, proporcionando tu obra de forma gratuita (digitales), en los físicos usan la opción de darte cierta cantidad de libros, para que tú los vendas, siendo esta tu única ganancia. Mientras, ellos tienen el derecho de la venta y las ganancias. Antes de tomar alguna decisión, es importante que leas bien el contrato y te informes con otros escritores que están publicando con ellos.