8. Código rosa

Logré librarme de James y salir del trabajo y lo único en que pude pensar en el camino fue en las palabras que mi hermanastro mencionó. Repetí una y otra vez la frase "Hay cosas que no sabes". Claro que había cosas de las cuales no tenía conocimiento pero nunca me lo habían dicho de la misma manera que James lo dijo. Algo estaba mal. 

¡Al fin te das cuenta!

Llegué a casa y lo primero que hice fue tirarme sobre la cama. Estuve mirando el techo por más de una hora, no me moví, no hice absolutamente nada, aparte de pestañear y respirar. Ni siquiera estoy seguro de lo que pensaba. Solo recuerdo que llegué a pensar en el origen del universo y la aparición del hombre sobre la tierra. Eres raro.

"¡Thomas!", recibí un mensaje de Brooke que hizo que me sentara sobre la cama. Y tenía flojera como para hacerlo pero estaba hecho un tonto.

"¡Brooke!", le respondí después pensarlo bien. Borré un millón de posibilidades de mensaje.

"Respuesta rápida. ¿Azul o verde?", envió.

"Azul, ¿por qué preguntas?", comencé con el recorrido de mi cuarto.

Encontré un viejo par de zapatillas que debía lavar. Olían a muerto.

"Te pongo a prueba".

"¿Eso fue una prueba?", pregunté. Era extraño su método de prueba.

"Sí, y no la pasaste", leí el mensaje luego de bajar y poner mis tenis en la cesta de ropa sucia, que lo luego yo debía lavar.

"¡Oye!", me quejé y mandé una serie de emoticones.

"¿The Strokes o Arctic Monkeys?", Brooke siguió con las preguntas.

"The Strokes", fui rápido con mi respuesta.

"Eres una mala persona".

"Eso no es cierto, y ya hablamos de eso"

Choqué contra la puerta de mi cuarto y pegué un grito por lo fuerte que me pegué. Sí, soy muy distraído. 

Ya nos dimos cuenta.

"¿Dubstep o House?", siguió ella.

"Dubstep", eso sí que fue demasiado sencillo. Ese tipo de electrónica te levanta el ánimo.

Tienen que ver bailar a Dylan, da pena ajena.

¿Cómo que ajena? También eres yo.

"Te salvaste por poco".

"¿Edward o Jacob?", ¿pero qué mierda preguntaba?

"Patch", creo que eso decía un meme que había visto horas atrás.

"¿En serio has leído "Hush Hush"?"

"¿"Hush Hush"?, no, solo lo vi en un meme", confesé.

Solo había visto el libro un par de veces y no me llamaba la atención. Era más un libro para chicas. Ángeles caídos, vampiros y hombres lobos mezclados con romance no eran temas que los muchachos nos guste leer. A menos que hablemos de Drácula. 

"¿Seguro?" , ¿qué pensaba Brooke que era?

"¡Es verdad!", clamaba por mi inocencia.

¿Qué inocencia? ¿Qué clamabas? Deja de hablar estupideces, Dylan.

"Te estaré vigilando, Tom, aunque no te conozca en persona", me la imaginaba a ella entre cerrando sus ojos y mirándome fijamente.

"¿Hay algo más que quieras preguntar?"

"¿The Walking Dead o The Big Bang Theory?", ¡tenía que escribir eso!

"No, no puedo responder a esa pregunta", me gustaban ambas series y se me hacía algo complicado escoger una.

"Es sencillo", claro, como no le estaban preguntando a ella.

"¿The Walking Dead?", respondí, al fin y al cabo había leído los cómics.

"No, muy mal".

"¡Brooke! ¿Para qué te sirve todo esto?".

"Para descartar posibilidades. Dije que te descubriría pero aún estoy entre cinco opciones. Tengo que hacer eliminar chicos de mi lista".

"Se te hará difícil saber quién soy. Te lo haré complicado", le estaba declarando la guerra. ¿De qué guerra hablas?

"No me conoces del todo, Tom", no sé si me debió dar escalofríos esa frase.

Después de aquello hablamos unos minutos hasta que empezamos a hablar estupideces por el sueño. Cuando sacas el tema de los pandicornios en el mundo del arcoiris sabes que debes ir a la cama y dormir.

El día siguiente fue completamente agotador. La escuela volvió a la normalidad para mí, no hubo nada interesante aparte de ver cómo un chico del anuario le gritaba a James. Supongo que se dio cuenta que no sabía ni siquiera cómo sostener una cámara.

La clase de psicología fue divertida como siempre y la maestra Jones anunció que solo quedaban seis grupos en pie, de los diez que se formaron inicialmente. Debía ser más cuidadoso con lo que le enviaba a Brooke desde ese momento. Pero seamos honestos, no iba a hacerlo.