Cómo Sobrevivir al Emisor.

¿Alguna vez has recibido una llamada telefónica de un número desconocido y, al contestar, no escuchas a nadie del otro lado?

Atiendes, esperando una respuesta, pero nadie pronuncia una sola palabra. Todo lo que te acompaña a ti y a tus dudas es un repentino silencio inquietante, que nada ayuda a entender la situación por la que estás pasando. Y si algo se llega a escuchar, se trata sólo de una estática la cual consigue generar más preguntas que respuestas.

¿Hay alguien detrás del teléfono? ¿Alguien que, por alguna razón, quiere que tú hables primero? ¿Por qué motivo querría que tú iniciaras la conversación? ¿Qué busca conseguir de ti?

Este texto existe con la finalidad de instruirte para que sepas que tienes que hacer cuando te enfrentes nuevamente a este incidente, haciendo uso de todos los datos existentes alrededor de este fenómeno. No compartas estos escritos con nadie, entenderás la razón a medida que sigas leyendo.

Primero: No contestes.

Si ves que te llama un número desconocido, deja que la llamada pase. No importa que tan insistentes sean, solo deja que el sistema se encargue automáticamente de cortar.

¿Puede ser su persistencia una señal? ¿Una que nos esté diciendo que el objetivo de esta o estas personas es más de lo que se ve a simple vista?

Segundo: No hables.

Si estás esperando una llamada, y te es imprescindible contestar, por el motivo que sea, no seas tú quien hable primero. Espera que la otra persona inicie la conversación. Si realmente es lo que esperas que sea, no debería haber problema en guardar silencio hasta que la persona detrás del teléfono de señales humanas.

En caso de que nadie se reporte, quizás signifique que las entidades que se ocultan detrás del dispositivo no sean de nuestra especie en primer lugar. Investigadores creen que las llamadas no buscan conversar, sino "captar" algo en tu voz. Esto nos lleva a la tercera recomendación.

Tercero: No hagas nada.

En caso de haber atendido, esperado, y no escuchar ninguna voz a través del teléfono, no hagas nada. Incluso si, al cabo de unos pocos segundos, crees escuchar que un conocido es quien está detrás de la llamada.

Según testimonios de algunos afectados, han llegado a escuchar timbres de voz familiares que pronuncian frases ininteligibles, o realizan sonidos extraños. No como si buscaran iniciar una conversación, impedido por algún fallo técnico, sino como si intentaran que bajes la guardia, cual pescador atrayendo a su presa con un cebo, pero sin exponerse de más a ellos mismos.

Por esto mismo, no te apresures a actuar. Combate fuego con fuego: hazlos pensar que están ante otros de su clase hasta que desistan de intentar comunicarse contigo, y marchen eventualmente a su siguiente víctima.

¿Estará su incapacidad de hablar relacionada con el desinterés que muestran al darse cuenta que la persona al otro lado del teléfono tampoco mediará palabra?

Las situaciones y recomendaciones escritas hasta ahora toman en cuenta un contexto ideal; uno en donde lograste prever los planes de los misteriosos sujetos, logrando mantenerte en una situación fuera de peligro.

Sin embargo, no todo puede resultar como uno esperaría. Ahora, toca hablar sobre la desafortunada situación en la que nadie quiere encontrarse...

Atendiste la llamada, e inocentemente, saludaste al ser detrás del teléfono, esperando una respuesta inmediata que brillaría por su ausencia. Lo que pasará a continuación, para tu fortuna o desgracia, es que el desconocido dará por finalizada la llamada poco después de captar tu voz. A partir de ese instante, sigue las siguientes instrucciones con minucioso cuidado:

Primero, y más importante, mantén la calma.

Bien se dice que el miedo es un mecanismo de supervivencia del ser humano. Uno que nos ayuda a identificar peligros, y actuar ante ellos. Sin embargo, este mismo sistema es un arma de doble filo. Ahora más que nunca debes aprender a controlarlo, o te orillará a cometer errores que ellos podrían aprovechar

Segundo, no mires por la ventana.

Registros alrededor de este caso hablan de la desaparición de las víctimas, las cuales parecen ocurrir a sólo media hora después haber atendido la llamada. Dudas existen sobre el modo en que el individuo, o grupo de individuos, culpables actúan, pues pistas como objetos en lugares extraños pueden dar a entender que el proceso incluye allanar la morada de quienes acechan. Pero, de lo que estamos seguros, es que no querrás descubrirlo por ti mismo.

Tercero, ocúltate.

No importa donde sea; en el armario, debajo de la cama, o detrás de una puerta, pero escóndete lo más rápido que puedas. Si los entes esperan en silencio, atacando a todo aquel que se asome por la ventana, entonces no dejes que te vean.

Cuarto, reza.

Ya te hemos proporcionado toda la información que disponemos para que puedas evitar y actuar ante cualquier amenaza. Sin embargo, incluso nosotros no sabemos qué quieren estos seres, que son, o qué están dispuestos a hacer.

No podemos decir qué son estas llamadas. Algunos creen que se tratan de experimentos de comunicación; otros, que son prácticas de espionaje. Sin embargo, la pregunta en común es: ¿Qué son capaces de hacer con las voces de aquellos que, desgraciadamente, han caído en su pequeña trampa? ¿Qué pasaría... si son capaces de imitarlas? ¿En quién podríamos confiar si ese fuera el caso? ¿Con quienes estaríamos a salvo... y con quienes no?

Agradecemos tu atención y disposición al terminar de leer estos escritos, te invitamos a formar nuevas teorías en tu cabeza sobre el origen, intenciones y capacidades de estos seres. Quien sabe, quizás llegas a algo que nosotros no hemos pensado todavía. De todas formas, siempre recuerda, si al atender a un número desconocido, no escuchas a nadie del otro lado, no hables. Si no, esa podría convertirse en tu última llamada.