Plan b

- ¡Basta!, estoy harto de todo esto y de que quieran controlarlo todo - grité levantándome de la mesa

Estaba clarísimo que esto era una falta de respeto pero ante esta situación no pude contenerme.

- Especialmente Tú - dije señalando a la mujer de mi padre.

- Mikhail siéntate ahora mismo- ordenó mi padre aún más enfadado que yo, dando un golpe a la mesa- y no te dirijas en esa forma a Febe.

La defendió como siempre mientras ella me miraba con desdén, ella no me tenía aprecio y yo tampoco a ella, por eso no podía quejarme

- ¿Estás de acuerdo con esto entonces? - pregunté cómo si no supiera la respuesta

- Sí - dijo claro y fuerte sin ni siquiera un pequeño rastro de duda.

Su mirada penetrante me acorralaba, pero no pensaba bajar la mirada por nada.

- Alana llegará mañana - agregó de la misma forma en la que había dicho ese "Sí"

Estuve apunto de caer allí mismo, logré mantenerme en pie solo por mi orgullo.

- No puedo creerlo- estuve a punto de reír por el comentario pero no me salió nada más que otro grito - ¡¿Por qué!?

- Porque Alana está preparada para esto, está todo arreglado, tienes que casarte porque tú próxima edad serán los 23 años

- Esa maldita cláusula - dije en tono normal, no pretendía que me escuchasen decir eso pero tampoco que no lo escuchasen.

- Es lo tradicional- me recordó mi padre.

Cómo si eso fuese a hacer que yo brinque de alegría.

- ¿Pero con Alana? - solo pronunciar su nombre me causaba escalofríos .

Si me lo hubiesen dicho hace algunos años probablemente no me hubiese importado, pero en este momento y con todo lo sucedido no podía dejar que Alana se me acercase, no lo podía tolerar, tenía mucho repudio hacia ella, era exagerada la forma en la que no toleraba verla.

- Ella es insoportable y caprichosa - dije en un vano intento por qué me entendieran.

- No creo que sea la única con esas características - dijo Febe cruzando sus brazos, de forma tan simple, como quien mira una película y comenta sobre ella.

No debía iniciar una pelea con ella, no ahora, respiré profundo e ignore su comentario no sin antes darle una mirada furtiva rápida, algo que claramente no le importó.

- Papá yo...- no tenía idea de que podía decir pero tenía que decir algo - tengo... Tengo novia - no lo pensé y me arrepentí al mismo segundo que terminé de decirlo

-¡¿Qué!? - Febe y papá se alarmaron con eso.

Actuaban como si para mí fuese imposible algo así, y en cierto modo, lo era, era una locura que yo afirme eso.

- ¿Y por qué no lo dijiste antes? - cuestionó mi padre, en una mezcla de emociones, no pude distinguir si era una buena noticia para el o si le había afectado.

- Porque no es verdad - dijo Febe alzando los hombros sin importancia - es obvio que no es cierto, ¿Por qué lo diría hasta ahora? - obvió

- ¿Debería compartir mis razones contigo? - ataqué con enojo.

- Demuéstralo - ordenó papá

Me quedé congelado un instante, no había esperado está prueba y estoy seguro de que no hubiese existido si es que a Febe no se le ocurría decir lo que dijo.
Apreté los puños como si eso fuese a darme una idea.

- ¿Cómo? - titubee

- Llámala - dijo extendiendo su mano hacia el frente para hacer notoria su sugerencia.

- Es tu novia- dijo de forma irónica- no creo que haya problema con eso, ¿O es mucho pedir?- su ceja levantada en un gesto desafiante me hicieron dudar de mi mentira

- N no puedo... Ella ahora está - lleve mi mirada el reloj que estaba en el salón, no era descabellado pensar que alguien estuviese trabajando aún esta hora, o haciendo una hora extra o algo así, así que seguí - está trabajando.

- ¿Trabajando? - inquirió con duda, ahora no solo estaba su ceja levantada, también tenía su mano en su mentón, es obvio que no había sido convincente.

No me iba a creer

- S sí - afirmé - pero mañana ella vendrá conmigo a la fiesta por la tarde, si es lo que quieres.

- Estoy segura que de todas maneras Alana será una mejor opción - interrumpió Febe - es muy educada, tiene clase, es educada y...

- Tiene muchísimo dinero de sus padres - completé- y quieren liarme con ella porque es conveniente, sería el mejor negocio de su vida ¿Cierto?

- Si no nos has dicho nada de tu novia hasta ahora es porque o no hay tal novia o no es alguien que valga la pena o que vas enserio Mikhail - nuevamente mi padre habló con confianza

- No es por nada de eso - negué

- Lo veremos - aseguró papá- en todo caso Alana está preparada para ser tu esposa.

Esa respuesta fue como una daga, mi padre estaba dispuesto a sacrificarme como si fuera ganado, ni siquiera le importaba mi supuesta novia.

- Ustedes no pueden decidir eso - lo dije más para convencerme a mí, porque sabía que era probable que si podían decidirlo.

- Lo veremos - repitió pausadamente, con la voz profunda, lo cual quería decir que no lo veríamos, sino que estaba más que decidido.

Después de decir eso, y dejarme en aprietos ambos se fueron, no terminaron la cena pero si la arruinaron y yo... estoy acabado, porque no tengo una novia para presentar.

Aunque afortunadamente soy bueno para hallar una solución, armar un plan y tengo los recursos para hacerlo.
Y antes si quiera de terminar con mis pensamientos, saqué el celular de mi bolsillo y marqué.

... ... ... Sonó el tono por tres ocasiones

- Damon, ¿Recuerdas lo que hablamos hace algunos días?- dije apurado

- Buenas noches, ¿Cómo estás?, suena mejor ¿No?- rodé los ojos, no tenía tiempo para su sarcasmo

- No tengo tiempo para eso Damon, empezó el problema - sentencié

- ¿Qué?- su voz cambio radicalmente, incluso podía decir que si antes estaba acostado, ahora estaba sentado con seriedad.

- Mañana llega Alana - dije sin rodeos.

- ¿Y qué pretendes hacer?

- Tengo que poner en marcha tu plan - era algo que nunca había querido decir- tu estúpido plan.