No importa

- Ay - dijo suspirando Damon mirando hacia arriba en cuanto estuvimos en el auto.

- ¿Qué te pasa? - pregunté ante su acto, parecía estar muy a gusto

- Creo que debo agradecerte haber tomado la decisión de pasar la tarde con ellos, fue muy divertido - dijo poniendo sus manos en el volante y luego hundiendo su cara ahí mismo

- Bueno es que...

- Fue increíble - interrumpió - Demi, es increíble.- volvió a suspirar.

Definitivamente le gustó, en un inicio no descartaba la idea de que quien le atraía era Halley, pero ahora era seguro que no

- Te gustó - afirmé y enseguida me miró. Su expresión se volvió más seria y encendió el auto

- ¿Qué tal la pasaste tu? - preguntó

Me cambió el tema descaradamente, puso su vista al frente, exageradamente concentrado en la vía.

Me reí al notar su incomodidad

Así que esto es lo que se siente molestar a alguien, me divertí haciéndolo con Halley y ahora con Damon

- Creo que bien - dije - aunque sabes que no tengo una buena relación con Halley, y su amiguito tampoco fue muy agradable

- Eh, no lo sé - dijo pensativo aún mirando al frente - para mí Halley es muy divertida también, para nada pesada.

- Supongo que la bronca es conmigo - dije

- Su amigo sí era extraño - volvió a decir - aunque, creo que más que su amigo era su enamorado - afirmó.

- ¿Por qué lo dices? - pregunté

Está vez su mirada se volvió a mí, probablemente mi pregunta se escuchó más curiosa de lo que debería, así que fui yo quien apartó la vista

- ¿Te importa? - inquirió entre cerrando sus ojos

Tragué saliva y negué de inmediato.

- No, no me importa, es solo que...- ¿Qué?

Yo no tengo motivos para que eso tenga importancia, yo la contraté para que sea mi novia falsa, así que si eso le ocasiona problemas con su novio era problema suyo no mío.

- Es solo que me intriga saber porqué aceptó mi trato teniendo un novio.

- Tal vez lo sabe ¿No?

- No - dije sin dudar - debe haber algo más

- Y... ¿Te importa? - repitió la pregunta.

- No, no importa - reiteré

Porque no, no importa, para nada, ella podía tener su vida siempre y cuando cumpliera su parte del trato, y yo podía hacer lo mismo.

Recosté mi cabeza en el asiento del auto, y me quedé en silencio, igual que Damon.

...

Llegué al fin a mi habitación, no era demasiado tarde, pero la luna ya se veía, no comí nada más, y me recosté en mi cama.

Hoy había sido un día fuera de lo común, por completo, incluso el recordar todo lo que había pasado me hacía cuestionarme si era real, hacía mucho tiempo no hacía nada de lo que hice hoy, y la verdad se había sentido bien.

El techo de mi habitación de repente se volvió muy interesante, además de que me servía para proyectar todo lo que se me venía a la cabeza.

- Mikhail - escuché en la puerta después de un toc toc

- ¿Si? - contesté sin moverme, con mis manos bajo mi nuca

Abrió la puerta, era mi padre.

- Hoy desapareciste todo el día, y ni siquiera te acercas a asegurarte de si nuestras invitadas la están pasando bien

¿Siguen aquí? Quise preguntar pero me mordí la lengua

- Estuve con Halley y otros amigos - empecé a sentarme sobre mi cama.

- Pues mañana vas a asegurarte de que al menos Alana pase un día agradable

Quise objetar pero mi padre estiró su mano hacia arriba con el dedo índice levantado

- Y no quiero excusas

- No puedo hacer eso - me opuse - es imposible

- ¿Por...?

- Por...- tenía que pensar - mi novia, sí mi novia - me recalqué - considero que es una falta de respeto para mi novia que salga con una chica.

- Yo no considero que sea así - dijo claramente sin titubear - si tu novia tiene problemas de inseguridad deberías dejarla.

Mis ojos no pudieron ocultar la impresión

¿Resultaba así de simple para el?

- No lo voy a hacer - seguí negándome

- Es una orden - dijo aún más serio alzando la voz, parado frente a mi.

Antes su estatura era mucho de temer, pero con el tiempo yo había llegado a ser más alto, aunque aún era intimidante.

- No... No quiero hacerlo - murmuré sin mirarlo a los ojos.

- Ya se lo he dicho, así que hazlo, y por tu novia no te preocupes, quiero que venga mañana a casa

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, y quise negarme a ello

- ¿Vas a ponerle peros a eso también? - reclamó sospechando lo que iba a decir a continuación

- Claro, ella no tiene nada que hacer aquí - me quejé - ¿Para que quieres que venga? No te entiendo.

- Quiero conocerla más, en la fiesta no pude hablar con ella.

- Ella va a estar ocupada mañana - aseguré de inmediato

- ¿Y cuándo se ven? - cuestionó - parece que ella siempre está ocupada - una de sus cejas se levantó, era obvio que detrás de su petición había duda, una duda que el pretendía aclarar

- Nos vemos cuando podemos - dije con ausencia completa de seguridad - cuando ella no tiene que trabajar y cuando yo tampoco lo hago.

- Mikhail - su voz gélida inundó mi habitación - es una muchachita, la trajiste aquí por una sola ocasión, ¿Crees que soy estúpido?

Está vez me levanté de la cama y me pare frente a el

- ¿Qué tiene eso?

- Ella no es tu novia - afirmó, con una seguridad que me dejó sin aliento.

Traté de decir algo, pero esperé unos segundos para que los palabras no salieran entre balbuceos.

- Está bien - dije - Halley vendrá mañana

Su mirada cambio por completo, ahora me miraba con incredulidad, dudoso como si estuviese tratando de entrar en mi mente para saber que había planeado ahora

- Pero no la voy a dejar sola - su expresión dejo de ser firme, el bajo la guardia - y saldremos ambos con Alana, porque yo no quiero ir con ella a solas a ningún lugar.

El pareció pensarlo

- Está bien - accedió

- Vendré con ella en la mañana estaremos juntos, y luego ambos llevaremos a Alana a dar una vuelta.