- ¿Entonces están desde muy temprano juntos? - preguntó Febe en medio de el desayuno.
- Si - dijo Halley sosteniendo el tenedor en el aire - Mikhail insistió en ir a verme, no podía negarme - agregó
Y la comida se me quedó en la garganta
Todos voltearon a mi y me ofrecieron agua, hasta que me alivie
- Alana quiere conocer un poco más la ciudad, así que agradecería mucho que ustedes le muestren un poco.- Jade explicó y Alana asintió
- Eso es un hecho - se adelantó mi padre - Mikhail lo hará con mucho gusto
Las miradas ahora estaban encima de mí.
- Siempre fuiste así de lindo conmigo - dijo Alana acercándose a mí - eres genial.
Obviamente a Halley no parecía importarle para nada, pero eso era algo sospechoso, así que aproveché que ambos estábamos muy cerca y le pique mínimamente la costilla. Algo que aparte de causarle un retorcijón, la hizo reaccionar.
Carraspeó.
- Iremos contigo está tarde - dijo seria - Mikhail y yo- nos señaló
Alana se apartó de mí lado
- Ah - espetó con desagrado
- ¿Tienen algo planeado? - interrumpió mi padre, tras el "incómodo momento"
- Si - mentí con seguridad, tanta seguridad que todo asintieron con satisfacción.
- Entonces será mejor que nos demos prisa, muero por salir - Alana volvió a hablar
Se escuchaba emocionada, pero algo en su voz, no sé, quizá su exceso de emoción, algo anormal, me causó desconfianza.
Mi padre, Jade y Febe sonrieron con ilusión mirando a Alana, mientras Halley la observaba con una mueca extraña
...
- Me encanta este lugar - chilló Alana - no había visto un sitio con este tipo de decoración.
Estábamos en un parque, no era demasiado grande, pero si lo suficiente como para entretenerse una tarde, algo normal. La decoración y temática era de todo tipo de flores.
- Creo que te gusta exagerar - soltó inesperadamente Halley, sin mirarla
- ¿Qué dijiste? - la confrontó Alana
Está situación me saco por completo de mi mismo, había creído que a Halley no le molestaba Alana pero esto se escuchaba personal.
- Nada - dijo Halley con una sonrisa falsa que hizo enfurecer a Alana, de forma evidente.
- Mike, mejor vamos a por...algo dulce, sabes que me encanta - propuso Alana dándole la espalda a Halley, mientras me tomaba del brazo
Era fastidiosa su forma de hablar, el apodo que tenía para mí, su forma de actuar y su toque, pero no podía reaccionar, tenía que mantener la calma.
Halley no sabía sobre mi historia con Alana, ella creía que ambos éramos solo conocidos, y ahora mismo yo prefería que se quede con esa información.
- Mikhail, mejor vamos a ver a los cisnes - dijo Halley poniéndose al lado de contrario del que estaba Alana - además en este momento no me apetece algo dulce
- No, claro que no - se quejó Alana - yo soy la invitada aquí, así que puedo elegir - su voz altanera se apropió de la escena - ¿Verdad Mike?- esa pregunta la hizo con una voz aguda, como si tratara de escucharse como una niña.
- ¿Puedes empezar a comportarte? - dijo Halley con enfado - empieza por quitarle las manos de encima, ¡es mi novio!
¿Su novio? De algún modo eso sonó real, demasiado en realidad, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo y me quedé en blanco con un mini temblor en las manos, hasta que Alana se quejó de nuevo
- Mikhail dile algo - su fase de berrinche estaba empezando, su chillido lo presagiaba
- Halley tiene razón - dije firme, y disfruté ver qué su mirada se oscureció - ella es mi novia - incluso mis labios temblaron al decir eso en voz alta - tú eres la invitada y debes acogerte a lo que nosotros te propongamos, de lo contrario puedes volver a casa, porque Halley y yo la podemos pasar genial sin ti.
Definitivamente me había convertido en un mentiroso genial
Alana se quedó inmóvil y aproveché para soltarme de su agarre, y en cambio aseguré el agarre que Halley estaba teniendo en su brazo
- Mikhail - hablo Halley - me gustaría algo de beber - era como un pedido.
Quise decirle que no tenía que avisarme sino solo ir por ello, pero entonces me di cuenta de su sonrisa ladeada. Ella iba a aprovechar la presencia de Alana para hacerme las cosas difíciles.
- Podemos mostrarle a Alana los cisnes que hay allá, y podemos comprar algo - sonrió - Alana no se va a negar ¿Verdad?
- No me queda de otra - respondió indiferente
- Ahí puedes subir a un bote pequeño y ver a los cisnes del lago desde más cerca, te va a gustar.
Lo dimos como un hecho y fuimos hasta allá.
Alana no puso resistencia en hacer lo que Halley le propuso, así que nos dejó solos.
- Me apetece un helado - dijo Halley comportándose más como ella cuando Alana se alejó.
- Cómpratelo - dije sin mirarla
- Miki por favor - dijo imitando la voz de Alana pero cambiando el apodo.
No pude evitar reírme.
- No me llames así - dije, pues solo Damon solía hacerlo, aunque también en contra de mi voluntad - y no voy a comprar un helado para ti.
- Me lo debes - se quejó, y mi mirada se clavó en la suya, nuevamente el color de sus ojos se había transformado, lo verde en ellos me atrapó - me tienes aquí, soportando a una insoportable - continuó.
- Así vas a saber lo que siento cuando te pones en el mismo plan.
- Corrección: dos insoportables - dijo como si estuviese hablando con alguien más. - eres...- se calló con coraje tapando su boca y llevando su mirada a otro sitio.
Sus expresiones de repente aparte de insoportables me causaban gracia, y de nuevo no lo pude disimular.
- ¿Te estás riendo de mí? - cuestionó - o sea no te basta con todo esto y con fastidiarme después de haberte colado ayer- reprochó - además de que estuviste todo el día actuando extraño
- No me colé - corregí - tu amiga, la que es buena onda, nos invitó a Damon y a mí.
- ¿Y por qué aceptaste? - preguntó
¿Por qué? Ni siquiera lo recuerdo, simplemente lo hice, casi en automático para molestarla o algo así.
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Editado: 28.01.2025