Halley

Estaba en mi habitación dudando mucho en qué hacer de ahora en adelante con Halley, tenía que saber algo más de ella, pero me había propuesto a mí mismo no presionarla demasiado

- Mikhail – mi padre llegó a la sala de estar, su sombra me sacó de todo trance – tenemos una reunión importante mañana, necesito que te prepares bien para eso.

- ¿Para qué exactamente? – pregunté confundido

- Es una reunión de negocios

Yo sabía perfectamente que eso sería una fiesta, no me extrañó porque era algo que menudo sucedía en casa.

- Estaré allí – dije sin más

- Quiero que estés atento a todo, y... - lo pensó – ya que no te convenció Alana... – hizo una pausa deliberada, dejando claro a dónde se dirigía el tema.

- Vendré con Halley – me anticipé

- No – dijo enseguida – ella no está invitada

Eso me afectó más de lo que me hubiese gustado reconocer

- Si ella no puede estar conmigo, yo no voy a estar aquí — le dije con firmeza.

- Mikhail — su voz sonó lenta, con una paciencia que rozaba lo exagerado. — ¿De verdad quieres seguir con ese juego?

La confusión invadió mi mente.

- Puedes engañar a todo el mundo, menos a mí — agregó, y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

- ¿Vas a seguir con esa idea? — pregunté ahora con más seguridad.

- Tú y yo sabemos de lo que estoy hablando — me miró fijamente.

- No lo sé — fingí. — Realmente no sé de qué hablas.

Mi padre soltó una carcajada, rompiendo el tenso ambiente que se había formado entre nosotros. Sin embargo, la preocupación seguía creciendo en mí.

- Está bien — dijo finalmente, aún con una ligera sonrisa. — Puede venir Halley, pero hazme el favor de prepararla bien para esto.

Esas palabras me dejaron atónito. ¿Había estado jugando conmigo todo el tiempo?

No pude decir nada más mientras él comenzaba a alejarse.

- Estoy ansioso por ver qué pasará mañana — dijo al alejarse aún más.

¿Qué estaba tramando?

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Salí de casa sólo para no estar ahí, tenía que decirle a Halley lo de la reunión de mañana y no tenía claro cómo hacerlo. Estaba siendo un dolor de cabeza terrible todo esto y no estaba seguro de si podía seguir así

Después de dudar mucho al fin me decidí a llamarla.

... ... ... no contestó.

Lo pensé un poco más, ¿estará molesta conmigo?

Los pensamientos iban a todos lados y me sentía cobarde por temer llamarla de nuevo, necesité mucho valor para hacerlo.

... ... ...

- ¿Hola? Mikhail – saludó al fin, extraña

- Halley, ¿Cómo estás? – pregunté, y ahora sí esperaba una respuesta, de verdad quería saberlo y parecía que no iba tener una respuesta

- Estoy bien – dijo después de cierto tiempo - ¿tu estas bien?

No, estoy fatal, me moría por verla de nuevo, me estaba muriendo al no saber cómo contenerme y no podía pensar en cómo iba a reaccionar cuando la vea de nuevo, eso era lo que quería decir

- Estoy bien también – fue lo que dije – sé que no quieres hablar de nosotros en este momento – fui franco y directo – pero...

- Necesitas algo del contrato – se adelantó a decir y ciertamente me facilitó las cosas

- ¿Podemos vernos? – pregunté

- No puedo ahora – contestó – es decir, - trato de corregirse – ¿puedes decírmelo por teléfono?

Suspiré agobiado, no quería decirlo por teléfono, pero no podía forzarla a nada, aunque aquello lo sentí más como una forma de evitarme

- Está bien – pensé en como decírselo – mañana mi padre tendrá una reunión en casa y.... vas a ser mi pareja allí.

Se me hizo un nudo en la garganta al decirlo

- Está bien – aceptó – es mi trabajo

- Te recogeré mañana temprano de tu casa y prepararemos todo – se lo dije

- Está bien, te esperaré – respondió

- Bien – dije sin saber que más decir

- Bien -dijo también

- Hasta mañana

- Descansa Mikhail - y colgó, dejándome con un vacío enorme en todo mi ser. Parecía no entender la situación en la que me encontraba, parecía tan indiferente a todo el revoltijo que hacía en mí.

Y entonces desee saber que era lo que ella sentía. Aunque me había besado, parecía no darse cuenta cómo estaba yo, por ella.

///////////////////// Al día siguiente /////////////////////////////////

La recogí no sin antes saludar amablemente a Georgia, que parecía un poco más cansada de lo habitual, Halley dejaba de ser tan distante al como la percepción a través del celular me hizo imaginar y eso me hizo relajarme un poco.

Ambos subimos al auto listos para irnos, y así fue, aunque no hablamos demasiado.

- ¿Y Zack? – preguntó en cierto punto

¿Zack?

- ... - no respondí tratando de recordar a que podía referirse

- ¿Me acompañará él? Fue quien me ayudo la primera vez – me recordó

Me arrepentí de no haberla acompañado yo

- Él se ha ido de vacaciones hace poco – mentí

- Qué lástima – dijo

- Él está pasándola bien con su esposa e hijo, no creo que sea tan malo – bromee

Después de esto me aseguraría de darle unas buenas vacaciones a Zack, el hecho de que Halley preguntara por él significaba que se había comportado amable, algo que ni siquiera yo pude hacer, se lo merecía más que nadie

- ¿Tu...vas a ir conmigo? – preguntó con cuidado

- Si no te apetece puedo llamar a alguien más – sugerí, tratando de sonar comprensivo, aunque la verdad es que no quería que lo tomara en serio.

- No, está bien contigo – aceptó, regalándome un gran alivio

Al fin llegamos, sabía que iba a ser algo cansado, y teníamos que hacerlo de prisa porque la fiesta empezaría antes del almuerzo.

- ¿Tú tienes alguna idea de esto? – preguntó mirando el lugar

- Claro, para eso estoy aquí –mentí con naturalidad, aunque en realidad no tenía idea de lo que estaba haciendo. — Escúchame, Halley — dije, mirándola de frente.

Por un momento, sus ojos me atraparon, y casi olvidé lo que iba a decir.