Dulce veneno en los labios,
Una fuerza, me arrastra hacia lo profano.
Arde mi cuerpo en deseo.
Deséame, tú...
De la manera, en que te estoy deseando.
Ámame, en soledad,
Siente, en la ausencia, mi piel,
Mi perfume, mi calor.
Que tu mano, sea la mía.
Ámate, queriendo que sea yo
El que te está tocando.
Anhela, sueña, espérame;
Hay un momento cierto.
Ya voy... ¡No!
Quiero que me sigas deseando.
Siénteme en tu boca,
Sobre tu espalda.
Pídemelo.
Quiero ser la fiebre,
Que, en tu vientre, está estallando.
Deséame, otra vez...
De la manera en que te estoy deseando.
Piénsame; luego, niégame.
Ódiame por esto, tan hondo,
Que te está embargando.
Acaríciame de nuevo;
Adivina mi cuerpo, en tu cuerpo.
Sostén la respiración,
Haz que no se acabe el tiempo.
Experimenta lo que yo siento.
No... aún no hay prisa.
Así, despacio...
Sé que un día, contigo estaré.
Y que será tu piel,
Que buscará la mía.
En cuanto eso, vamos...
Deséame; así,
Desde lo más profundo,
Con rabia.
Deséame, en desespero,
Casi amando;
Que es de esa manera,
Que te estoy deseando.
GASTOHN