DESCONOCIDO.
Me levanto temprano, tan pronto como siento la luz acariciando mi cara. Los recuerdos del día anterior vienen a mi mente sacándome una sonrisa de mis labios. Agarro el móvil que tengo en la mesita de noche y decido enviarle el primer mensaje del día a Bianca, mi diosa del Olimpo.
-Número desconocido: Buenos días princesa he soñado toda la noche contigo, tu llevabas ese hermoso vestido azul de anoche mientras yo te observaba embelesado. La suave brisa del mar hacía ondear tu melena, que al contacto con la luz solar sacaba brillantes destellos que se colaban entre tus mechones. Yo estaba a tu lado, con un mechón de tú pelo en mi mano, mientras que con la otra te cogía de manera dulce esas manos tan pequeñas y delicadas que tienes. Manos que parecen de niña, a pesar de ser de una hermosa joven. Lamentablemente la luz que atraviesa la ventana de mi habitación me despertó de este maravilloso sueño.
Vuelvo a dejar el móvil en la mesita, aguardando su respuesta que no llega. Me visto con una camiseta de manga corta de color blanco y unas bermudas rojas que resaltan mi moreno, con el objetivo de hacer tiempo. El móvil sigue sin sonar, lo que hace que me ponga nervioso. Agarro las llaves del coche y decido dar una vuelta en este. Conducir siempre me ha relajado y ayudado a despegar mi mente. Conduzco sin un rumbo fijo, pero este me lleva a la playa de mi sueño. Mi subconsciente me ha guiado a mi sueño, sólo me falta ella. Oigo el bip de la entrada de un mensaje. Agarro el móvil rápidamente y veo que se trata de Bianca.
-Bianca: Tus palabras me han vuelto a sacar una sonrisa, una sonrisa de niña, de esas que cuando las oyes no puedes evitar contagiarte. Una vez más, has alegrado mi día que aún acaba de empezar. Tengo ganas de verte, de conocer quién se esconde tras estos mensajes. Incluso tengo ganas de saber como terminaría ese sueño que tuviste.
-Número desconocido: Siempre puedo inventarte un hermoso final, con un final feliz si eso consigue hacerte sonreír.
-Bianca: Me encantaría oírlo para poder imaginármelo en mi mente. Quiero tener un recuerdo así de hermoso aunque no sea de verdad.
-Número desconocido: Te tenía agarrada de la mano, la cual acariciaba haciendo pequeños círculos. A lo lejos había un pequeño barco, y tú me susurraste al oído lo mucho que te gustaría subir en uno para surcar los mares. Yo te respondí que cumpliría cada uno de tus sueños, pues tu felicidad era lo que más me importaba, lo que me daba vida. A continuación giraste tú cara y me viste directamente a los ojos. Nos inclinamos poco a poco hasta juntar nuestros labios secos por la brisa del mar. Nos dimos un suave y cálido beso que hizo que nuestros labios sanasen y no doliesen. Fue un beso con sabor a paraíso.
-Bianca: Gracias por tan perfecto momento. Se ha convertido en mi favorito a pesar de que nunca ha sucedido. He podido sentir incluso durante un momento tus labios sobre los míos, y no sabes lo feliz que me hizo experimentar esa sensación. Ahora debo dejarte, ya que voy con mi madre a una revisión, pero me voy a diferencia de otros días con una sonrisa no fingida.
BIANCA.
Hablar con mi admirador secreto era el mejor momento del día. Era increíble como en tan solo un día había hecho que desease saber quien era. Con tan solo sus palabras había despertado en mi unos sentimientos que nunca antes había llegado a experimentar. Cada vez que me escribía sentía mariposas en mi estomago.
Acabo de arreglarme y bajo a las escaleras de camino a la cocina en donde ya se encuentra mi madre esperándome. Nos dirigimos al hospital en donde le harán una revisión, otra de tantas. Aguardo sentada en la sala de espera. Los minutos van pasando lentamente, hasta pasar ya una hora en la que no recibo noticias de mi madre. Siento un gran nudo en el estómago fruto del miedo que me invade. Me llega un mensaje al busca que el doctor de mi madre me dio antes de que entrara.
-Doctor Sanchez: Bianca lamentamos decirte que el cáncer de tu madre se ha extendido a un cáncer de pulmón no microcítico en estadio IIIA. Hemos por ello decidido operarla ya con urgencia para que no se siga extendiendo. Esto puede derivar al uso de quimio y/o radioterapia luego a no ser que la muestra de biopsia sacada con anterioridad señale lo contrario. De ser así se le administraría un tratamiento específico por vía oral. La operación está determinada para mañana por la mañana. Tu madre se encuentra en la habitación 306 de la planta 3.
Tan pronto leí esas palabras, mi mente empezó a funcionar rápidamente. Tenía que ser fuerte por las dos. Ahora me tocaba a mí ser la fuerte, la valiente. Desde la muerte de mi padre en un accidente de coche, hemos sido nosotras dos solas contra el mundo. A pesar de la muerte del ser al que amaba y de que poco después le diagnosticaran el cáncer, mi madre siempre se ha mantenido viva, alegre; como si nada hubiese cambiado. Subo a la habitación en donde se encuentra mi madre para decirle que me pasaré por casa para recoger unas cosas para nosotras.
Llego a casa en donde me pongo a preparar un pequeño bolso con todo lo necesario, cogiendo el cargador de mi mesita. No quiero quedarme sin batería en el móvil, pues eso significaría perder la verdadera sonrisa que mi admirador secreto me saca. Decido enviarle un mensaje, pues ahora mismo aunque parezca mentira es en la persona en la que más confío.