BIANCA.
La palabra déjà vu se define como: la sensación de haber pasado con anterioridad por una situación que se está produciendo por primera vez. En mi caso, la sensación que experimento no es para nada nueva. Se llama miedo, y aparece cuando crees que vas a sufrir un daño. No puedo dejar que este crezca dando paso al terror y a una pérdida de control de mi misma. Debo ser fuerte. Fuerte por mí y mi madre. Mi madre, que durante todo este tiempo se ha mantenido firme y con una sonrisa que adornaba sus labios, con el objetivo de que yo no me sintiera triste. Ahora es mi turno de devolverle esa sonrisa y gracias a mi admirador sé que puedo conseguirlo.
Me despierto con la suave voz de una de las enfermeras que me avisa que la operación de mi madre va a tener lugar en breve. Me indica que ya la van a bajar. Me despido de ella con un gran beso en su frente, de esos que siempre me daba ella cuando me encontraba mal. La veo alejarse en la camilla y subir en el ascensor. Un ascensor que representaba perfectamente nuestro destino. Los ascensores pueden subir o bajar según las indicaciones. Al igual que este mi madre podría bajar, implicando una recaída o la quimio; o bien subir, lo que implicaría tomar únicamente la medicación.
Me adentro en la habitación de nuevo con un vaso de café con leche clarito que me voy tomando a sorbos al tiempo que hablo con el chico que me saca las sonrisas sinceras.
-Bianca: Mi madre acaba de ir a quirófano. Si te soy sincera tengo miedo, bueno lo tenía hasta que vi la fotografía del otro día. Aquella imagen, la de la estrella, me recordó que la esperanza es lo último que se pierde. No te imaginas las ganas que tengo de conocerte, de verte en persona.
-Desconocido: Querida Bianca, como siempre recibir uno de tus mensajes es una alegría. Me alegra ver que no pierdes la esperanza, demostrándome lo fuerte y valiente que eres. Cada vez que leo uno de tus mensajes, me enamoro más de ti. Tu valentía me ha animado a decirte que mi nombre empieza por C. Sé que no es mucho. A decir verdad no es nada.
-Bianca: Para mí es mucho. Significa que te estás abriendo a mí, que estás perdiendo el miedo. Juntos lo estamos haciendo. Estamos dejando a un lado nuestras sombras, para llenarnos de luz.
-Desconocido: La misma luz que irradias.
-Bianca: La misma que consigues transmitirme cada día con tus wtatssaps.
DESCONOCIDO.
Me encuentro en el piso de mi primo mayor y su novia. Estoy sentado en su sofá del salón cuando mi móvil vibra anunciándome la llegada de un mensaje. Es de Bianca. Empezamos a hablar, y a medida que la conversación avanza me siento cada vez mejor conmigo mismo por haberme enamorado de ella. Una chica tan natural, valiente y fuerte.
-Bianca: La misma que consigues transmitirme cada día con tus wtatssaps.
-Desconocido: La misma que desprende el sol en estos momentos.
-Bianca: Como me gustaría estar sintiendo el sol en estos momentos junto a mi madre.
-Desconocido: Puedes hacerlo. Fijo que tienes una foto de tú madre contigo. Tómala y abre la ventana de la habitación. Pon el sofá justo al lado de la ventana y siéntate en ese de tal forma que los rallos acaricien tu cuerpo. De esta forma tanto tú como tu madre sentiréis el sol.
-Bianca: Pero mi madre solo está representada a través de una foto. No puede sentir la calidez de este sol.
-Desconocido: Algunas culturas creen que al sacar una fotografía de una persona en cierto sentido le robas un pedacito de su alma. Estoy seguro de que gracias a ese pedacito de alma tú madre los sentirá, pues esta se encargará de que así sea.
-Bianca: ¿Realmente crees eso?
-Desconocido: A veces creer en algo aparentemente imposible hace todo más brillante y fácil.
-Bianca: Pues entonces colocaré la foto de tal forma que la luz incida directamente en esta
Durante un tiempo seguimos hablando de nuestras aficiones, de nuestras películas favoritas, así de cómo cuales son los libros imprecindibles.
-Bianca: No me puedo creer que no hayas leído los libros de Blue Jeans.
-Desconocido: Creo que es peor que no hayas leído Harry Potter ¿ Que persona de nuestra generación no ha leído Harry Potter? Es un pecado a la literatura que no los hayas leído.
-Bianca: Está bien, haremos un trato tú te lees los de Blue Jeans y yo los de Harry Potter.
-Desconocido: Trato hecho.
-Bianca: Me acaban de avisar que ya tienen a mi madre en la sala de observación. Ya se ha despertado de la anestesia. Voy a bajar a verla. No me puedo creer lo rápido que ha pasado el tiempo. Gracias a ti he conseguido no pensar en el miedo que sentía.
-Desconocido: Todo saldrá bien. La vitamina D nunca falla.
BIANCA.
Bajo a la sala de recuperación en donde se encuentra mi madre acompañada de una enfermera que al verme me saluda. Me dirijo a ella y me siento a su lado regalándole una de mis mejores sonrisas, al tiempo que agarro una de sus manos delicadamente. En voz baja y apenas perceptible debido todavía a los efectos de la anestesia, mi madre, consigue decirme que durante la operación tuvo un bonito sueño. En este, las dos nos encontrábamos tumbadas en la playa encima de una enorme sabana de color verde tomando el sol. No puedo evitar la enorme risa que se me escapa de mis labios y que hace que las personas a mi alrededor me miren directamente sonriendo también. Al final aquel pedacito de alma había encontrado su camino de vuelta.