BIANCA:
Han pasado 5 días desde que el milagro se produjo. Los cinco días más felices de mi vida. Todavía siento las lágrimas en mi rostro, lágrimas de felicidad derramadas al ver la respuesta que Ciro me había mandado. Durante estos cinco días no hemos parado de enviarnos mensajes. Ansiamos vernos cara a cara, pero el destino jugó en nuestra contra una vez más. Justo al día siguiente en que Ciro se despertó, a mi madre se le ocurrió la brillante idea de visitar a mis abuelos a Galicia, por lo que compramos ya el primer billete que salía ese mismo día. En conclusión, ahora estoy tumbada sobre la cálida y suave arena de la playa más conocida de Nigrán, la Playa América, soñando despierta con que Ciro está a mi lado.
-¿En quién piensas filliña?-Me pregunta mi querida abuela, a quien no se le escapa nada.
-En nadie abuela-Respondo, sintiendo como mis mejillas empiezan a acalorarse.
-No me mientas. Tus ojos llenos de brillo me dicen lo contrario. Estás pensando en él.- Decido contarle toda la verdas a mi abuela, dado que es de esas que quieren saberlo todo.-¿ Y todavía no os habéis visto para decir vuestros sentimientos a la cara?
-No abuela, pero lo hemos hecho por whatsapp.
- Filliña non hai nada como oir un te quiero en persona. Las nuevas tecnologías han hecho perder ese encanto.
-Supongo que sí, pero ahora me conformo con ello. Cuando lo vea en persona me confesaré.
-Más le vale cuidarte-Me dice mi abuela depositando un beso en mi frente y dejándome sola contemplando el inmenso mar.
CIRO:
Decir que estoy nervioso es quedarse corto. Hoy por fin la veré y podré confesarle mis sentimientos. Ya he perdido la cuenta de las veces que he hecho y deshecho la maleta para comprobar que lo llevo todo. A las 18:00 llego al aeropuerto de Barajas para coger el avión con destino a Vigo. Me despido de mis padres y de Rosalie que me desean la mayor suerte del mundo. Me subo al avión sabiendo que en tan solo unas pocos horas la tendré a mi lado. Decido contestar al último mensaje de Bianca antes de despegar.
-Bianca: Ya quiero verte. Cuento los días que faltan.
-Ciro: Pronto nos veremos-Lo que ella no sabe es que ese pronto es inminente. Pongo el teléfono en modo avión y lo guardo en el bolsillo de mi pantalón.
BIANCA:
Mis mejores amigas acaban de llegar, lo sé por el gran ruido que acaba de inundar la casa de mis abuelos. Era una de nuestras tradiciones pasar un tiempo en casa de estos frente al mar. Tradición que había desaparecido cuando mi padre murió y luego a mi madre le diagnosticaron el cáncer. Esta era la primera vez que nos reuníamos de nuevo después de todo aquello. Hoy celebraríamos la recuperación de mi madre y mi 18 cumpleaños. Escucho la puerta de mi habitación abrirse y a mis mejores amigas entrar.
-Feliz cumpleaños pelirroja-Gritan a coro al tiempo que me dan un gran abrazo.
-Oh chicas no sabéis cuanto os he echado de menos.-Me separo de ellas y empiezo a observarlas una a una, agradeciendo que están a mi lado.
-Bueno creo que es hora de bajar chicas-Dice mi abuela que acaba de entrar en mi habitación-La fiesta va a empezar y es hora de que mi querida nieta empiece a recibir las sorpresas.-Me dice guiñándome un ojo y mostrando una sonrisa picareña que parece indicar que me oculta algo.
CIRO:
Salgo de la terminal con mi maleta en busca de un taxi. Taxi que me llevará junto a la persona que anhelo ver. Me subo en uno que está libre y le doy la dirección que la abuela de Bianca me ha dado.
-María: Hola filliño ya se que no me conoces pero yo te conozco por mi nieta. Soy la abuela de Bianca. Me ha contado vuestra historia y me ha enternecido y por eso quiero invitarte a mi casa a pasar unos días. A ver si así mi niña deja de suspirar en cada esquina. Te mando a continuación la dirección. Psdt: No acepto un no por respuesta.
-Vaya, es una gran oferta por su oferta, pero no quiero causar molestias. Se que estos días son para que Bianca pasara tiempo con la familia.
-Bueno pues más razón para que vengas. No quiero leer un no del NOVIO de mi nieta-Leer la palabra novio me hizo sentir alegre y el chico más afortunado del mundo.
-Entoncés no rechazaré su oferta.
El taxi me deja justo enfrente de una gran casa de piedra con un inmenso jardín lleno de flores y un patio cubierto con varios sillones y una mesa justo en el centro. Me bajo del taxi y me despido del taxista quien me da mi maleta. Me acerco a la puerta y llamo al timbre, al tiempo que doy una respiración profunda.
-Por fin llegas filliño. Pasa, pasa no te quedes parado en la puerta que de momento no mordemos-Me dice su avuela. Me adentro en el interior de la casa en la cual se encuentran numerosas fotografías de Bianca.Voy observando cada una de ellas con detalle.-Mi nieta me dijo que eras guapo pero no tanto. Me recuerdas a mi Manolo de joven. Ven te voy a enseñar tu habitación para que guardes la maleta.
Subimos unas escaleras que nos llevan al segundo piso, en donde se encuentran las habitaciones y una salita. A medida que voy subiendo mi pulso se acelera. Pronto la volveré a ver.