-¡Auch!, ¿por qué siempre salgo lastimado?- pregunta Clifford frotándose las muñecas, donde las esposas dejaron marcas.
-Por abrir esa bocota que tienes, ¡tarado!- responde Don Bip y un gruñido lo secunda, entrando al penthouses, que compartirán de manera indefinida.
-¡Por Dios Mateo!, aleja a ese horrocrux de mí- dice tratando de huir del can, que lo persigue gruñendo.
-Osito, te amo- declara Amanda -pero si Pulgosin te muerde u orina, lo felicitare- expresa derrotada acostándose en un cómodo mueble a diferencia del catre compartido de la cárcel, que mato su espalda durante la noche.
-Bueno, si eso llegase a ocurrir lo grabare e incluso lo convertiría en un video viral- comenta Maggie, pensando en todas las posibilidades -Podría abrir una cuenta y subir todos los video, que tengo de Tío Cliff-
-Reclamo el 50 % de las ganancias que se generen- expresa Lana adueñándose de otro mueble -tengo la espalda destruida-
-¡AYUDA!- grita desesperando entrando Bizcochito -Se supone, que nos ayudarían, deje a Gerardo en recepción con Cami y Caridad, pero todo el camino hasta fue el sermón del porque debería estar en una cárcel de alta seguridad en China- Leo señala a Maggie y a Valery, que lo miran simulando una sonrisa.
-¡Exacto!, Y eso hemos hecho, mantuvimos al Señor Gerardo alejando de ti por…- Valery chequea su reloj -8 horas y 45 minutos-
-Sin contar el trabajo extra que hicimos- menciona Maggie -y ¡Gratis! Porque, nadie nos ha pagado el haberlos sacado de la cárcel-
-Por Dios Maggie, Valery, gracias por eso- agradece Catalina -Papá Gerardo menciono que ustedes hicieron todo- explica, quitándole a Mateo, un rollo de canela, que acababa de sacar de la caja.
-¡Nah!, tampoco fue tan difícil- responde Maggie, haciendo un gesto con la mano -Tía Val, colaboro muchisimoooo-
-Sólo colabore un poco- responde con una sonrisa pícara.
-¿Alguien, se imaginó que ellas se convertirían en tan buenas amigas?- inquiere Catalina, masticando su segundo rollo.
-Jamás- niega Mateo, dándole un trozo de rollo a Pulgosin en su regazo.
-Nunca- Amanda las mira desconcertadas.
-Da miedo verlas así-
-Bizcochito, yo creo que estamos en un multiverso, y ellas serán las que acabarán con el universo- Paul responde abriendo una bolsa de papas.
-O al menos se adueñarán del universo entero- interviene Adrián que acaba de llegar, en conjunto con los tres carros de servicios que traen la comida.
-¡Por Dios!, serán como las cucarachas- dice pensativo Paul y todos se le quedan mirando, incluso las chicas. En ese momento, se escucha por altavoz, como un grupo de voces decretan “El Dominio Total del Mundo”.
-Si, como en el capitulo 23 de la temporada 5 de “Los Padrinos Mágicos”, fue el capitulo mas espeluznante de todos- hace una mueca exagerada -las cucarachas dominaron todo, es mi peor pesadilla-
-¡Wow!- exclama Valery -nunca me habían comparado con las cucharadas y ¿a ti Maggie?- esta comienza a murmurar y contar con los dedos.
-¡Ha! no, a mi tampoco, pero venga si seremos las únicas en sobrevivir a un ataque nuclear…- comenta Maggie, guiñándole un ojo a Valery.
-Pueden dejar de decir ridiculeces- interrumpe Mateo -y contar como hicieron para que nos liberaran y sin presentar cargos, aunque si hubiese dejado en la cárcel al tarado este- señala a Paul que se atraganta con una papa -no me importaría-
-Pero eso hubiese sido muy aburrido- explica Maggie -además tenemos planes nuevos- sonríe cruzando mirada con Valery.
-Las cucarachas- escupe Paul.
-CALLATE PAUL- gritan al unísono y un ladrido los acompaña.
-Lo que sea- le resta importancia Valery -esto fue lo que paso…
-Cuando llegamos a la estación, Papá Gerardo intentaba comunicarse con la Embajada, pues decidimos hablar con el director de la estación- explica Maggie.
-Y cuando dice hablar- interrumpe Valery -se refiere, a que llegamos hasta la oficina del director, sin que nadie nos viera, mandamos a un sargento, que estaba en el escritorio del frente junto con otros oficiales, a rescatar a una mujer inexistente en labor de parto, en la primera dirección que me arrojo Google Maps, a ocho kilómetros de distancia, entramos en la oficina, diciendo que nos habíamos perdido, ella consiguió un bastón de esos que usan…-
-Garrote- menciona Adrián.
-Se llama Porra- responde Mateo.
-Pensé que se llamaba Cachiporra-
-No, Amanda, se llama Tolete, estoy muy seguro- afirma Paul -porque, se lo agarre al oficial que me esposo y recuerdo me dijo, “si te gusta tanto ese tolete, tengo uno más grande para que me lo agarres”- dice imitando una voz grave. Al terminar Catalina comienza a toser, Adrián escupe parte de las tapas que había comido, Mateo se coloca de pie, haciendo que Pulgosin emita un chillido, se escuchan un par de “¡IUGH!” y risas, todo al mismo tiempo.
-¿Qué?- pregunta Paul mirando alrededor.