Complemento Perfecto

Cuando Necesitamos una Máquina del Tiempo

-¡Hey!... y ¿qué paso con lo del psiquiátrico?- pregunta Gerardo mirando a las chicas que automáticamente le hace señas para que guarde silencio.

-¿Cuál psiquiátrico?- Clifford interroga, pero se gana una mala mirada de Amanda.

-¡NADA!- responden a la vez las chicas.

-Ja ja ja- ríe Maggie chocando su puño con el hombro de Gerardo -es que Papá Gerardo, es tannn gracioso, no le hagan caso-

-Deberían prepararse, para la cena, seguramente va ser muy divertida, digo entretenida- se excusa Valery, murmurándole algo a Maggie.

-¡Oh!, Papá Gerardo, sabes, Valery no entiende bien lo del reinicio del sistema, tu mejor que nadie puede explicárselo-

-Claro que si Maggie, a ver Valery, te explico…- comienza Gerardo a instruir a Valery, sobre la importancia, del uso de la técnica del reinicio integral del sistema en el ser humano, alejándose de la sala principal.

-Bien- llama la atención Maggie, girando su cabeza verificando que Gerardo no escuche.

-Presten atención, bueno Bizcochito y Cami- le habla en señas a Mamá Cari, la cual asiente con los ojos bien abiertos -perfecto, entonces, tienen la noche libre, bueno después que nos presentemos a la cena, ahí despistaremos a Papá Gerardo y podrán salir sin ser vistos, ¿preguntas?- inquiere Maggie. Clifford levanta la mano, pidiendo la palabra.

-Tío Clif-

-¿Y nosotros?- señala Amanda y a él -se supone deberíamos estar en otro país y…-

-Y estamos aquí por tu ridiculez- resopla Mateo, rodando los ojos.

-Bueno- menciona Sasha, sentándose al lado de Catalina, ganándose un par de gruñidos -Tú y yo nos podemos escapar, conozco esta ciudad muy bien, tal vez quieras un tour…-

-Con tu abuela- interrumpe Mateo -Vamos Lalo, hay que sacar a pasear a Pulgosin- la toma de la mano y cuando va a protestar, salen de la habitación seguidos de un sonriente Sasha.

-Okey, ¡eso fue extraño!- exclama Amanda -Y más por el cruce de miradas entre Lana y Sasha- todos girar a mirar por donde salieron todos.

-Respondiendo a tu pregunta Tío Clif- menciona Maggie acercándose a Paul -por un cómodo precio y por tiempo limitado, puedo mantener la agenda de Papá Bip ocupada e incluso puedo organizarles algo especial- dice lo último moviendo las cejas.

-¿Cuándo te refieres a cómodo a que te refieres?... ¡Auch!, Amanda- exclama Paul tocándose la cabeza.

-¿Cómo vas a preguntar eso osito?- Amanda se gira y toma a Maggie por los hombros -Lo tomamos, no importa el precio, sólo aleja a Mateo-

Maggie sonríe y le extiende su mano a Amanda, para luego aclara sus garganta.

-Muy bien, siempre es un placer hacer trato con ustedes- comienza a reírse.

-La Cucaracha- susurra Paul que se queda mirando a Maggie, que comienza alejarse.

-¡Maggie!, espera, ¿cuánto es el golpe a mi cuenta bancaria?-

-No te preocupes- le hace un gesto con la mano, restándole importancia y mirando a través de la ventana -ahora voy en la búsqueda de una pez más grande, mucho más grande- comenta caminando a la puerta, al abrir la puerta se gira.

-Cualquier cosa tengo el numero de acceso, de la cuenta bancaria, del club- dice saliendo cerrando la puerta a su espalda.

-Bizcochito, entonces tendremos la noche para nosotros- comenta Cami abrazando a Leo.

-Espero que, valga la pena- resopla Leo cerrando los ojos.

-Me traje mi disfraz de enfermera- susurra Cami, pero lo suficientemente alto, para ser oído por la otra pareja.

-Okey, mucha información- Paul levanta sus manos y comienza alejarse.

-Ya todo están listo, sólo esperan por ustedes- comenta Sasha acomodándose una mancuernas en la manga derecha, con sus iniciales.

-¡Wow!- exclama Amanda acercándose a Sasha -me encantan, ¿lo hace tu joyería?- Sasha, coloca una sonrisa torcida.

-Oh, pues no los hacen, pero, son un regalo, que es muy especial para mí, y trato de utilizarlos en ocasiones especiales- responde mirando al par de mancuernas. Mateo que estaba colocándole un corbatín a Pulgosin resopla.

-Si, son muy bonitos de que material son, ¿oro? ¿platino?- pregunta Paul.

-Pshh, son de latón- responde Maggie alisando la falda de su vestido.

-Margaret Johnson, ¿a dónde piensas ir vestida así?- Mateo pregunta mirándola con horror el largo de la falda.

-Pues a cenar, ¿Dónde más?- responde haciendo una mueca, Valery se acerca a su lado con un vestido similar.

-¡Por Dios Valery!- exclama horrorizado Mateo ante la visión -es que le falto tela en sus faldas.

-A ver Don Bip- Catalina llega al rescate de las chicas, que ya se imaginaban vestidas con un habito parecido al de la Hermana Lucía.

-Están muy lindas chicas- las alaga -¿cuáles es el problema? Don Bip-

-Pues que les falta tela, mírelas parecen…-

-Dos jóvenes, independientes, empoderadas y seguras de si mismas, con la confianza suficiente, para usar un vestido entallado y con falda tres cuarto, que no es para nada corta-

Mateo las señalas, de una a una y cuando va a protestar, Catalina levanta la mano haciéndolo callar.

-Esos vestidos los diseñe yo, me gustan le quedan bien y punto- dice de manera amenazadora. Y una risa inunda el lugar.

-¿Y tu de qué te ríes? Mancuerdas de Latón- ironiza Mateo a Sasha, que vuelve a reír.

-Yo tengo de latón, pero, y tu Johnson ¿tú de qué tienes?-

-Yo…- Catalina lo interrumpe de manera abrupta abrazando a Sasha.

-Te los pusiste- menciona con emoción en su voz -pensé que los habías perdido-

-Oh Dorogoy, así sea, debajo de las rocas, pero las encontraría y así fue- Sasha coloca una mano en la mejilla de Catalina, manteniéndole la mirada y el humor de Mateo cambia cincuenta veces en tres segundos.

-Bueno, bueno- aclara Catalina separándose de Sasha -tampoco te pases, que sé muy bien lo que están haciendo- lo señala con el dedo, a lo que el de manera inocente niega con la cabeza.

-En fin, vámonos- decreta Catalina y unos abucheos se escuchan.




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