-Entonces, Putu- explica Paul, mientras continúa puliendo la barra del bar -así fue como paso- termina de pulir, expirando aire sobre la barra y fritando con un paño.
-Gracias, Clifford- dice el nuevo mejor amigo de Mateo, quitándole el paño de las manos -no era necesario que limpiaras… sólo con pagar en administración tenían-
-¡Ohh!, no pasa nada, me gusta hablar con los amigos- hace un ademan con la mano, restándole importancia. Toma asiento en uno de los asientos de la barra, igual que la noche anterior.
-Entonces, ¿por eso están todo aquí?- Paul iba a responder la pregunta formulada por el barman, cuando llega un muy pálido y sudoroso Leo.
-¡Hey Bizcochito!- levanta la mano Paul a manera de saludos y se queda mirando su expresión- Pero… ¿qué te paso?, ¿viste a la Parca acaso?- pregunta burlándose.
-Sí, pero rubia y vestida de rosa… da mucho miedo- afirma sentándose, el barman le sirve un vaso con agua.
-Gracias, pero ¿no puedes darme algo más fuerte?- pregunta arrugando la cara, al ver su bebida y tomar de ella.
-Lo siento, políticas internas del Hotel- menciona señalando un poster detrás de la barra donde se explica en varios idiomas, enmarcando una fotografía de los tres amigos sonriendo, que tiene prohibido suministrar alcohol a esas personas.
-¡Mier..! pero que tanto desastre hicimos anoche- expresa con exasperación Leo.
-Bueno- responde pensativo el barman -realmente esto no lo puso la administración del hotel, porque han pasado cosas peores… esto lo mando a poner un mujer, que habla muy rápido y que armo la grande cuando el gerente le dijo Señora- explica y ambos amigos se miran.
-Catalina- dicen al unísono.
-¡Ya, al fin! Ese pajarraco, se lo llevo un zoológico o algún vendedor de animales exóticos- exclama Mateo sentándose al lado de Leo -no entiendo como termino un Pavo Real, dentro de la habitación- niega con la cabeza, le quita el vaso a Leo y al tomarlo arruga la cara -¿Agua?, ¿En serio?- preguntan y los tres hombres señalan el poster.
-¡Rayos!, al parecer Lalo empapelo todo el hotel- expira pasando la mano por su cara -y todo, porque no respondí, una sola pregunta, una- hace énfasis en la última palabra.
-Y…¿qué pregunta te hizo?- pregunta curiosa el barman.
-Disculpa- Mateo lo mira extrañado -¿Y tú eres?-
-Ahh Mateo, como no vas a saber- respondo Paul rodeando la barra y abrazando al barman.
-¡Es Putu!- exclama, tanto Leo como Mateo, no entienden -¡Psh!, es tu nuevo mejor amigo Mateo, él no ayudo anoche-
-¿Putu?- inquiere Leo -¿es tu nombre? ¿en serio?- afirma con la cabeza serio.
Una carcajada, digna de una hiena llena el lugar, acompañada de lluvia artificial, producida por Mateo al escupir el agua que estaba tomando.
-Perdón, perdón- trata de excusarme, Putu le pasa una servilleta -es, sólo que me sorprendió, el nombre quiero decir-
-La próxima vez que te sorprenda, me pasas champú y jabón, para aprovechar el baño- menciona sarcástico Leo.
-Bizcochito, pero tú no eres así- Paul rodea nuevamente la barra y se ubica nuevamente en su sitio -A ver, ¿por qué estas así?-
-Será, porque…- Leo se torna pensativo, tocándose la barba incipiente que carga -se supone estamos de escapa y resulta que hasta su padre está aquí, porque en medio, de la cena romántica con derecho a desayuno que teníamos, apareció mi ex que no veía, ni cruzaba like en Instagram desde hace 5 años, no recuerdo bien la noche anterior, Camila, me pregunto algo y como no le respondí, se fue a un túnel de bateo a practicar, para mi…- Leo no termina su interminable explicación, cuando Mateo lo interrumpe.
-¿Camila también te pregunto algo?-
-Si- afirma restándole importancia, pero luego se torna serio y mira fijamente a Mateo -¿dijiste qué Cata te había preguntado algo?... Entonces ellas saben algo, que nosotros no y posiblemente…- esta vez es interrumpido por Paul.
-Ummm- murmura tomando de su ponche de frutas -después de una noche, como la de anoche, mínimo lo que yo preguntaría es ¿cuándo vuelven a dar show?- dice mordiendo la rodaja de piña que decoraba su vaso; siento un tirón en el brazo, que hace que su rodaja de piña ruede, por el piso y quede huérfana, que triste.
-¿Qué fue lo que dijiste?- Leo y Mateo, hacen girar la silla de Paul, quedando frente a ellos y con miranda amenazadora, lo enfrentan -¡HABLA!-
-¡Por Dios!, presten atención… a ver- Paul llama a la calma con ambas manos -escuchen bien, después de una noche, como la de anoche, mi…- ahora fue Leo quien lo interrumpe.
-Paul… esto es serio… ¿de qué show estás hablando?- inquiere.
-Ohh, eso lo puedo explicar yo- menciona Amanda quien llega con una caja y la coloca en la barra -vaya esto si esta solo- mira alrededor.
-Se supone que esta cerrado hasta las ocho, pero como ves hay compañía- el barman responde señalando a los hombres con la mano.
-Putu, pero te quejas… si estabas de lo más animado anoche- Amanda le guiña un ojo -por cierto, ¿Dónde esta el hombre, alto, musculoso, con quien tonteabas?-
El nuevo mejor amigo de Mateo, Putu, se sonroja y se aclara la garganta.
-No sé, dímelo tu andaba con tu amigo el bailarín- al pronunciar la ultima palabra Paul, se coloca de todos los colores y aprieta las puños.
-¿En serio Putu?- reclama Paul -y así te dices mi amigo, ¿en serio?, ¡jum!-
-¡Aww! Osito- Amanda rodea su cuello con sus brazos -no te pongas así, menciona haciendo morritos y dándole pequeños besos cortos. Una tos fingida hace que se separen.
-Bueno, bueno- decreta Mateo muy serio -pueden dejar eso para otro momento, y explicar a que se refieren con show-
-Ah, Mateo, por el show que hicieron los cuatro- Amanda explica -los cuatro estuvieron muy bien, aunque si quede sorprendida, cuando…-
-Espera- interrumpe Leo -¿Cuáles cuatro? Y ¿qué show?-