-Mateo, hey, Psh- susurra Paul tropezando a su vez, en medio de la oscuridad y golpeando por la espalda a Leo.
-¡Auch! Clifford, ten más cuidado- reclama Leo tocándose la parte baja de su cabeza.
-¡Shh!, has silencio… es que… me distraje- dice con voz temblorosa -no veo bien, tengo frío y hambre, Mateo no sé, que se hizo y tengo hambre… ¿ya dije que tengo hambre?-
-Por Dios Paul, es la quinta vez que lo dices- Leo rueda los ojos y continúa la marcha, entrando a una especie de galpón.
-Es que nadie me entiende- se queja Paul con voz cansina.
-Leo… Simba… Bizcochito- Leo detiene su paso de manera abrupta y Paul vuelve a golpearse con él.
-¡Auch!... ¿esta es tu venganza?, mira que tengo miedo, no sé donde estamos, Mateo no aparece y tengo hambre ¿ya dije que tengo hambre?- un fuerte resoplido interrumpe la noche.
-SIIIII- gritan desde atrás haciendo, que ambos hombres griten.
-Si eres la Parca- responde con voz temblorosa -te aseguro, que me sobran muchos años de vida- Paul se esconde detrás de Leo, que está igual que él de temeroso.
-Estoy en plena flor de la juventud, ya sabes los 30 son los nuevos 20… y todavía no he dejado Minis Cliffords, para ayudar a repoblar el mundo-
Leo como puede enciende la linterna de su teléfono, alumbrando a la misteriosa voz.
-Puedes dejar de decir ridiculeces… me tienes mareado de tanta chachara- Mateo rueda los ojos y los adelanta.
-Hermano, ¿estuviste detrás de nosotros todo el tiempo?- pregunta en forma de reclamo Leo -¿sabes lo molestoso que es, que te pregunten cada cinco minutos si ya llegamos o donde estamos?-
-Si- responde si girarse -por eso iba detrás, para que no me incluyeran en esa conversación-
-Mateo, Papi, Rey…- Paul se aclara la garganta -ja ja ja que susto nos diste-
-¿En serio?, no lo había notado- dice sarcásticamente deteniendo su marcha -pensé que sus gritos de niña eran simple saludo-
-Por Dios antes de que empiecen, ¿en serio Hermano?- interrumpe Leo dirigiéndose a Mateo -¿Estás seguro que esta es la dirección?... quiero decir tenemos casi una hora caminando si rumbo aparente, son las 12 de la noche y lo único que hay es este galpón- Leo levanta su teléfono iluminando el lugar.
-Leo deja de estar tanto tiempo con Paul- Mateo revisa su teléfono -está, es el lugar que marca el GPS con la dirección-
-Mateo tengo miedo- Paul toma a Mateo del brazo -desde que llegamos al Campus, el ambiente se siente pesado, huele como azufre…- el sonido de una notificación detiene a Paul y es Leo quien sonríe respondiendo a su teléfono.
-Cada vez que…- Paul vuelve a detenerse al ver como Leo se carcajea -Bueno Bizcochito, puede compartir con el resto cuando es la gracia, porque estoy cansado, con miedo y con mucha hambre… ¿ya dije que…-
-SIIIII- Mateo rueda los ojos sentándose en una banca.
-Camila, ya mudo sus cosas y al sacar la última caja le dijo a Gerardo que se mudaba-
-¡Wow! Felicitaciones-
-Gracias Mateo… el inconveniente es que como piensa que estoy fuera del país por el viaje de emergencia… no le conto exactamente a donde se mudaba-
-¿Fuera del país?- inquiere Paul desconcertado, sentándose al otro lado de la banca.
-Ahh si, esa fue la excusa para mi ausencia, este fin de semana, sin levantar sospechas-
-Y la mía también- responde Mateo poniéndose de pie -si decía que salía de viaje, sabrían que venía, pero Leo me llamo, puse el teléfono en altavoz y Leo comento que teníamos problemas con la distribución de productos en un departamento de otro país y que tendríamos que viajar a supervisar lo ocurrido-
-Mateo comenzó a decir que este fin de semana no podía, porque iba a otro viaje, luego le dije que si seguirá con eso, que este viaje si era real y que necesitaba que nos fuéramos rápido- Leo termina la explicación de Mateo.
-Me imagino que Cata, le dijo a Cami, así que… cuando le comentaste no fue sorpresa-inquiere Paul y su estómago suelta un gruñido, ambos amigos miran hacia la dirección del gruñido y afirman con la cabeza.
-PERO QUE INJUSTOS SON- caminan Paul en círculo y tocándose el abdomen -yo no le dije nada a Manda, sino cuando llegamos, comenté que, había olvidado una cita con un nuevo proveedor de cerveza artesanal y que venía a verlo-
-Mira Leo- señala Mateo a Paul -todavía le sirven neuronas… pero hay algo que no entiendo- menciona pensativo.
-Si eres malísimo para decir mentiras, ¿Cómo no sudaste?, ¿ni repetiste como loro?, ¿ni le dijiste la verdad?-
-¡Ohh!, porque si dije la verdad- responde orgulloso -Mañana a las 10, tengo una cita con un distribuidor local de cerveza artesanal, así que si dije la verdad-
-Paul- Leo lo abraza -me siento orgulloso de ti, es como si esa idea no fuese tuyo sino de alguien más-
-Obvio fue mía- responde una voz acercándose.
Comienza a buscar el origen de la voz, mientras pasos se comienzan a escuchar más cerca y luces blancas enceguecen al trío.
-Uff los mejores 10 mil, que he ganado en la vida- se jacta una segunda voz.
-Maggie, no seas falsa… a tu abuelo le sacaste 50 mil y…-
-Bueno, bueno Tía Val, tampoco tienes que descubrir mis secretos profesionales- Maggie se aclara la garganta mirando al trio sonriendo.
Valery, le lanza una bolsa de papas a Paul, que abre sus ojos desmesuradamente como si hubiese descubierto agua en el Sahara.
-Hola Papá Bip, Tío Cliff, Tío Bizcochito- saluda respectivamente y Valery hace igual.
-Gracias tenía mu…-
-Mucha Hambre- dicen al unísonos las cucarachas… las chicas.
-Si lo hemos escuchado muy bien- menciona Valery señalando la bolsa de papas que ya se terminó Paul.
-Pero si a mí me pidieron 3 mil por la idea, entonces los otros 7 mil fueron…- Paul guarda la bolsa vacía en su bolsillo, mirando al par de amigos y comprender lo sucedido, comienza a reír