Al día siguiente, ya con Mateo recuperado, Leo un poco menos paranoico y Paul un poco… bueno, un poquito menos intenso, el trío se reunió nuevamente en la oficina de Mateo…
-Entonces, nos vemos el martes a las 1900 horas, en el sitio habitual- confirma Paul agendando la cita.
-Pero…- Mateo y Leo intercambian miradas -Paul ¿de qué rayos hablas?-
-Bueno Rey, que si vamos a comenzar con el trabajo investigativo, para hacer realmente saber quién es la dueña de ese test, deberíamos intercambiar anotaciones y evidencia... esa que encontramos, con la cual cada uno llego a su teoría- puntualiza Paul.
-También, los sitios de interés del objeto en estudio, en este caso, Camila, Cata o Manda, para poder llevar un proceso investigativo óptimo, asertivo y sin complicaciones- sigue explicando, cruzando las manos a la altura de su rostro, muy serio.
-¿De dónde sacas eso?- inquiere Leo sorprendido.
-¡Es lo que todo buen investigador debe hacer!- exclama Paul, rápidamente, Mateo lo mira sospechoso, se acerca y toma el teléfono y lo lee.
-Blog de “cómo ser un buen investigador privado y no morir en el intento” -Mateo levanta el teléfono -¿en serio Paul?- recupera su teléfono.
-Pues ¡sí! y ya descargué su lista de prioridades en PDF, para tener más información, yo si me preparare adecuadamente… como dice ese gran ser… “si se van hacer las cosas, se hacen bien o no se hacen punto”- declara Paul, muy convencido.
-Estás citando a Lalo- Mateo se pasa la mano por el cabello negando -saben que… voy aprobar que Lalo, NO es la embarazada… y te voy a mandar a la isla de Centinela del Norte- señala a Paul con el dedo y este traga sonoramente -a ver si así, dejas de decir tantas ridiculeces-
-Ridiculeces y hasta respirar, porque con que medio lo vean los aborígenes, no dejan, pero ni el recuerdo, jajajajaja- Leo comienza a reír.
-Ahh fíjate- replica Paul parándose frente a Leo -al menos a mí me mandan a una isla del Océano Índigo, pero a ti… contigo, sólo tienes que salir de esta casa y Gerardito, no deja, pero ni tu sombra, cuando se entere que lo hiciste Abuelito-
-Me va a matar… ¡No!... va a poner a mi hijo en mi contra o me manda, a que me secuestre una mafia de medio oriente y me hagan picadillo para camello, ahhhhh- se queja Leo.
-Por Dios, Leo, ¿tú también?... como sea, cada quien investiga sus cosas y punto- Mateo se levanta con la intención de salir de la biblioteca.
-Papito…- Paul lo llama y Mateo se detiene antes de abrir la puerta -Cata, ¿estará el martes a qué hora en el Atelier?-
-Umm, me imagino que, después de dejar a los chicos en el colegio, ¿por qué?- Mateo entrecierra los ojos.
-Ohh no nada, nos vemos el martes- Paul pasa a un lado de Mateo, pero Leo lo detiene.
-¿Por qué el lunes no?, quiero decir, ¿por qué el martes?- Leo indaga.
-Ahh pues, porque me toca hacer cierre de mes de los clubs y Papá necesita que le lleve unos libros o algo así-
-Vaya, pero si el niño trabaja- señala Mateo sarcásticamente, caminando rumbo a la sala.
-Obvio… o ¿qué piensas?... que los clubs se manejan sólo con mi cara de niña coreana, no, ese eres tu Mateo, que gastan más en skincare, que toda la población femenina nacional-
Mateo se da la vuelta y al ver cómo, comienza a emitir humo por los oídos… bueno no literal, pero si entienden ¿cierto?, se echa a correr a la cocina, dejando a sus dos amigos en la sala y escucha como Leo se despide.
-Nanita, querida, eres mi salvadora- Paul abraza a Nana y esta le comienza a dar de “toallazos” de cocina… (“toallazos”, dígase golpear a una persona, animal u objeto, con una toalla de cocina).
-Niño Clifford, hágase a un lado que no me deja ver mi telenovela- Paul se hace a un lado toma un puñado de pistachos, que tenía en un tazón Nana.
-Nana es de vida o muerte, aunque no creo que me maten… Mmm ¿esa es nueva?- señala la pantalla del TV.
-Si y no, es un remaquete del “Panteón del Amor”… aunque en esta, el protagonista José Adrián, no es pobre… pero, de jovencito, tenía una novia y se embarazan, pero ella, deja a su hija abandonada en un orfanato, entonces José Adrián, trabaja durante 20 años y se hace billonario, llega a la ciudad a buscar a su hija… la consigue, pero se enamora de la mejor amiga de su hija, que viene siendo la protagonista Juliana y su papá es igualito de malo, sólo que es el dueño de la empresa que su competencia… ¡Ohh! mira mira, Candelaria, la hija de José Adrián, los va a descubrir, se va armar la grande…-
-Anda, que se han agarrado, ja, en el “Panteón del Amor”, todo era más romántico, menos salvaje… oye Nana- Paul se queda pensativo viendo la escena desarrollarse -sabes… ese giro en la historia, me parece como similar, mmm, pero ¿a cuál?-
-Sabe que, niño Clifford, desde que inicio, también, se me parece similar, aunque claro es un remaquete del Panteón, pero es que no sé, se me parece a una historia que conozco...- ambos se quedan mirando la pantalla, mientras la protagonista, esta siendo lanzada a la piscina, por Candelaria, la hija del protagonista, al enterarse de la traición de su mejor amiga.