-¡SORPRESA!- la algarabía llega toda la casa.
Doce pare de ojos, están fijos mirando al par de chicas que llegaron. De un momento a otros todos, comienzan a reír, felicitándose mutuamente. Maggie, toma una de las bebidas, que los camareros, traído dentro del combo fiesta disfrazado de bebé gigante, entregan a todos.
-¡Wow! Eso fue sumamente divertido, jajajaja- Maggie, declara en voz alta llamando la atención de todos.
-Quiero agradecer a todos, por hacer esto posible- levanta su bebida brindando.
-¿De qué hablas?- Catalina se acerca a donde esta -¿qué significa esto Margaret?-
-Pues que acabamos de finalizar un 3312 y ustedes- la señala y luego señala a Amanda y a Camila -¡CAYERON!- comienza a reír, seguida por todos los demás.
-Me pueden explicar, ¿qué significa esto?- Camila, dice colocándose al lado de Catalina que intercambia cierta palabras no muy amenas con Maggie.
-Bueno, mientras todos se divierten- explica Maggie sonriendo -Tía Val, porque no hablas con las mujeres de la bromita- pide Maggie y Valery se lleva a las tres mujeres al jardín.
-Mientras… ustedes tres- señala a Leo y Mateo, que están tumbados en el sofá, oliendo alcohol y con compresas frías en la cabeza y Paul que esta sonriendo comiendo pastel -vamos a la biblioteca… AHORA-
Al entrar a la biblioteca, Maggie señala la puerta y Paul la cierra. Recorre el lugar sentándose detrás del escritorio.
-Bravo- comienza aplaudir -bravo, si hubiese un premio para los tarados más tarados se lo llevaría mi padre y su combo-
-Maggie- llama Mateo, medio desorientado.
-¿En serio?... es que ustedes son…; ¿Cómo se les ocurre?- lo acusa.
-Hay tres mujeres, ahí afuera- señala a la ventana donde se ve a Valery con las tres mujeres -confundidas hasta la médula y todo por culpa de ustedes, ¿es que acaso no saben hacer nada bien?, aish… amateur-
-Maggie- Mateo se levanta, pero ella lo señala y vuelve a tomar asiento -no tienes porque hablarnos así…-
-¿Qué no tengo?, disculpa… es increíble, tengo dos meses escuchando sus “ridiculeces”- menciona señalando a las esquinas de la biblioteca y a las lámparas esquineras.
-¿Nos escuchaste?- pregunta Leo y Maggie afirma con la cabeza y los ojos cerrados -pensé que Lana, los había desactivado y…-
-Larga historia, otro día se las cuento- Maggie, se levanta colocando frente a ellos -no se han puesto a pensar, que si la embarazada, no quiere decir nada, es PORQUE NO QUIERE QUE NADIE SE ENTERE… tal no sé… una sorpresa… una decisión unilateral, pero noooooo, ustedes tienen que jugar a lo Sherlock y meter la pata hasta el fondo…- Maggie se ve muy enojada y no solo se ve, lo está.
-Tú- señala a Mateo -eres mi papá, sabes que te amo, pero…. no sabes las ganas que tengo de- se estruja las dos manos llevándoselas a su cuello -¿jamás se te paso hablar con Cata?, sabes lo horrible que fue escucharte, renegar de un hijo, ¿en serio PapáBip?... no espera, en este momento te relego ese derecho, ahora serás Don Bip o Mateo- en ese momento un par de “Uff” y un “palabras fuertes” se escuchan en medio de la biblioteca.
-Maggie, espera yo no… -Mateo intenta justificarse, pero ella levanta la mano deteniéndolo.
-A mí no me debes excusas, tienes problemas, miedo al compromiso y bla bla bla, a mí no me debes nada, sino a una mujer medio loca que esta a punto de colapsar en- Maggie se gira a mirar por la ventana -tres, dos, uno…-
Al terminar la cuenta, un grito se escucha y una Catalina enojada… furiosa, pataleta, mira hacia la biblioteca, señalando con el dedo, luego gira y se escucha su monologo por todas partes.
-Mire Don Bip- Maggie mira a Mateo -si quiere solucionar o al menos calmar, el Huracán Categoría 10, que se aproxima, le recomiendo que comience a…- Maggie no termina de hablar, ya que Mateo la abraza.
-Perdón, en serio, se que no tengo excusa… ahora necesito saber si todavía vivo en esta casa- se separan y se encamina rápidamente a la puerta al salir se voltea -Maggie, luego hablamos, pero no me digas así- Mateo no recibe ninguna respuesta, así que sale de loa biblioteca.
-Bien, ya después vemos si queda vivo- Maggie niega con la cabeza -ahora tú- señala a Leonardo.
-Sabes… ¿qué tienes 32 años verdad?, porque sigues pidiendo permiso o cuestionando cada cosas que haces… quiero decir Papá Gerardo da miedo, claroooo, pero más miedo debería darte Camila si se entera, si no estabas seguro, pues habla con ella, aclara todo, no veo porque ustedes se complican tanto y en cuanto a lo que encontraste en la habitación de Amanda…- Paul se levanta mirando a ambos.
-Espera… dijiste habitación de Amanda... Leonardo Williams ¿qué hacías en su habitación?-
-Nada importante- interviene Maggie -te lo aseguro, pero él encontró…-
-¿Qué encontraste?- Paul se queda esperado respuesta de Leo, pero al ver que no responde, lo señala amenazante -no me hagas repetir la pregunta-
-Bueno… encontré dos cosas… una era una prueba de embarazo positiva- menciona sacando el test del bolsillo -y lo otro es…
-¡Soy Papá!- exclama Paul con emoción.
-¡Wow, wow!, alto ahí vaquero- Maggie toma la prueba -esta prueba no demuestra nada, porque si así fuera entonces Doña Azucena, también lo está- señala haciéndolos recordar cuando los amigos hablaron al encontrar la primera prueba.
-Pero…-Paul se torna triste.
-Yo sé quien esta embarazada, pero lo siento Tío Cliff, pero no es Amanda… pero si hay otra cosa…-
-El contrato- menciona Leo en voz alta.
-Creo que eso es algo de deberían hablar ellos sin terceros- Maggie respira profundo -escuchen, dejen de dar tanta vueltas, involucrar a tantas personas, porque ahora el Señor Henry piensa que será abuelo, y yo no pienso ser quien le diga que no es verdad…-
-Espera, espera… entiendo que escucharas y vieras, pero… ¿cómo sabes esas cosas?- Leo la interroga.