Complemento Perfecto

Cuando Tome la Decisión Que Cambiaria Todo

-No puedo creerlo- expresa la mujer golpeando su bastón contra el piso -se supone que deberían estar en un spa o algo, no vomitando como adolescente después de un fiesta-

-Abuela tampoco es para…- Catalina se tapa la boca y vuelve a correr al baño.

-El colmo… es el colmo, hay tres niñas vomitando- reprocha, deteniendo sus pasos -y ustedes- levanta su bastón señalando a los demás sentados en la sala.

-¿Cómo se les ocurre permitirles que comieran tanto pastel? Y en tan poco tiempo-

-Abuela ¿y yo?- Paul llega pálido y sudoroso a sentarse, mientras Amanda le pasa un vaso con agua.

-Por eso dije tres niñas- señala con sus dedos -Catalina, Camila y Tú-

-Además, no sólo fue pastel, fue la combinación de la degustación de pasteles y el buffet de la recepción las bebidas qu…- otra arcada lo ataca, lo que Amanda comienza a frotarle la espalda.

-Por Dios, si alguien me ve comiendo pastel por favor… mátenme- pide Camila recostándose sobre las piernas de Leo, que le coloca una compresa fría en la frente.

-Amanda sóplale la mollera, para que se le quite- señala Catalina a Amanda.

-Sí, es oficial- camina en zigzag y es ayudada por Mateo -No vuelvo a comer tanto en…-

-¿En toda tu vida?- le pregunta.

-Noooo, ¡por Dios!… en todo el días, al menos… se que exageramos, pero es que la porción 76, era la más deliciosa- explica, a lo que Camila afirma con el pulgar arriba y Paul lo hace con la cabeza, tapándose la boca y corriendo al baño.

-Bueno, llego la hidratación oral… el medicamento que les indicaron, las efervescentes- comienza a rebuscar en la bolsa que trae consigo Adrián y entregándole a cada uno su dosis.

-Bueno hija, al menos puedes decir que entraras en el vestido sin problema, porque con lo que has vomitado, ya te ves hasta más flaqui jajajajaja-

-¡Papá!- exclama Cata, quitándole la bebida de hidratación.

-Si ese soy yo… ¡Auch! Mamá- se queja Adrián.

-Sí esa soy yo y mi bastón, si te sigue metiéndote con las niñas, no ves que ya parecen perritos abandonados, con esas ojeras y…-

-Pero Abuela ¿y yo?- dice Paul quien regresa del baño.

-¡Niñas dije y niñas se quedaron!- reafirma con un golpe de su bastón.

-Bueno, bueno, gracias por las flores, pero tampoco se pasen- reclama Catalina tratando de enfocarlos, pero ve todo muy borroso.

-Me reiría, pero si lo hago capaz y vomito, así que lo dejare para después- Camila comenta lamentándose.

-Se los he dicho- expresa una voz entrado a la casa -las drogas no son buenas-

-Y tampoco ser avaros, codiciosos, golilleros, hambrientos o muertos de hambre… y si esperamos media hora más, seguro muertos quedan-

-Mis hijas- exclama Catalina zigzagueando y abrazando a las recién llegadas -¡llegaron!-

-¡Wow!- menciona Maggie separándose -¿estás bien? ¿Llamaron a Ale?- pregunta examinándola detenidamente.

-¿Se supone que debe verse así… verde?- inquiere Valery al ver el rostro de Catalina.

-¿Lalo?- Mateo corre al ver como lo verdoso pasa a blanco y no sé cuantos colores.

-Nos vamos- declara Adrián -me importa muy poco la edad, que tengas y que estén casados, nos vamos al hospital, ahora-

-Yo llamo, para que los esperen- dice Cami sentándose -aunque yo debería acompañarlos, porque no siento las piernas-

-Si, no fuera por el rostro de cadáver de Cata, estoy seria muy divertido- declara Dorian y el resto lo mira acusadoramente.

-¿Qué?... bien, aburridos-

-Val, el vestido- murmura Cata quien es llevada en brazos por Mateo, mientras Adrián se adelanta buscando el auto.

-Dorian, es de mí misma estatura, úsalo- sentencia recostando su cabeza en el pecho de Mateo y este sonríe.

-¿Úsalo?- indaga Dorian con leve temblor en la voz -¿cómo que úsalo?-

-Pues hermanito- Valery lo abraza con un brazo -es que yo iba a terminar los ajuste del vestido y ya que Maggie acompaña a Cata, y sinceramente… eres casi de la misma estatura…- lo mira de pies a cabeza, con un dedo golpeando su mentón.

-Valery… ¿por qué me miras así?-

-Oye Amanda- llama Valery, quien niega al ver a Paul comiendo algo de un tazón, sopa, cereal, ni idea.

-¿Crees que a Dorian le va el blanco o el rosa?-

-No, no- comienza a negar Dorian, tratando de alejarse, pero Dory lo evita y le sonríe.

-Val, me gusta el blanco, contrasta con lo habitual-

-Esto, no era lo que tenia en mente- se queja Dorian -yo sólo le hice un comentario, tampoco era para tanto-

-Pues te aguantas… ¿tomaste las fotografías?- Valery termina de colocar el ultimo alfiler, alejándose de la plataforma.

-Sí, aunque… hermano, hablo desde el fondo de mi corazón cuando te digo… serias una novia, muy horrible jajajajajajaja-

Sus hermanas comienzan a reír y Paul, escupe del té que tomaba, al entrar y ver a Dorian en la plataforma, con el vestido de novia de Catalina.

-¡Niño Dorian!- exclama Nana dejando una bandeja con bebidas -yo lo amo, como usted sea, pero en las bodas las únicas de blanco, son las novias-

Al escuchar el comentario, todos estallan en risas exageradas. Excepto Dorian, que se cruza de brazos, haciéndolo ver como el Drag Queen más elegante y feo de la región, jajajajaja, ¿qué? es verdad.

-Esto, no me simpatiza, ¿por qué me hacen esto?- se queja bajándose de la plataforma.

-Porque, eres de la misma altura que Cata, jajajaja, y porque heriste sus sentimientos, jajajaja, recuerda ella no es vengativa… es equitativa- explica Dory, en medio del ataque de risa, al ver las imágenes tomadas.

-A mi me gusta Dorian, te ves lindo, pareces un princeso­- expresa Becky con una sonrisa genuina.

-Gracias Becky- dice besando su mejilla -eres la única que valora lo que soy- Dorian se da media vuelta quitándose el vestido y entregándoselo a Valery.

-Ohh ¿a dónde vas?- indaga Valery, extendiendo una bolsa de sastre, en su dirección.

-¿Qué? ya cumplí, me voy… tengo una temporada de vecinos asesinos, pendiente-




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