Complicado

Capitulo 55: Hotel

Scarlett

CorporationLuxury&Gold

Mi nariz se arrugo luego de haber averiguado algo y con algo me refiero a haber analizado cada publicación de hace cinco años. Puede que el vehículo se haya demorado demasiado o que este poco más que ansiosa por el asunto, pero, ¿acaso es mi culpa?

Nada puede salir mal. Por lo general nada me sale mal. Pero hoy de manera absoluta no me permito fallar.

A lo largo de mi apresurada investigación note dos cosas. La primera, la cantidad personas que disfrutan ser estafadas es realmente alarmante. La segunda, no existe semana en la que no realicen un evento de magnitudes estrafalarias. 

Y la de esta semana.

Subasta de arte.

Lo cual significa, se busca personal. Mis labios tiraron para arriba. Ya sabía como entraría a este lugar.

Puede que no sepa demasiado de como ser una mucama, pero si era franca eso no representaba exactamente un impedimento, después de todo que es más común que la servidumbre accediendo a cada habitación del hotel. Francamente se me ocurrían pocas opciones.

El hotel CLG. Bueno, tenía que reconocerlo, el nombre le hacía justicia.

Respire hondo antes de obligar a mis piernas a que no avanzaran e hicieran el ridículo. Yo tenía dos opciones, la primera preguntar al recepcionista por Briggitte Rinaldi y arriesgarme a que me echara cual vagabunda, no estaba exagerando, puede que yo tenga una alta noción de mí misma, pero mi aspecto en estos momentos no era algo de que estaría orgullosa. Puede que debí haber considerado ducharme antes de llegar a un condominio que gritaba dinero, pero no sería modesta, si mi padre lo permitiera, podríamos hospedarnos un año entero en este lugar y eso no nos haría más que cosquillas, claro que eso no era algo que podría decir sin ser catalogada como loca. Después de todo, ¿alguien creería a una niña con los pantalones arrugados y el cabello desprolijo?

Yo no lo haría, así que, ¿Por qué lo harían ellos?

Solo quedaba la segunda opción. No diría que me avergonzaba, de hecho, si lo analizaba de otro ángulo hasta podría encontrarlo divertido.

La positividad me duro tres minutos, justo lo que me tomo encontrar la puerta de servicio. Bueno, para ser un lugar cinco estrellas tenían mucho en trabajar en la distribución de sus empleados, de lo contrario no me habría tomado un tiempo ridículamente corto el colocarme el uniforme y pasar por una mucama. Si bien algo mucho mas sensato habría sido llenar el papeleo y ser legalmente una mucama. Necesitaba pasar desapercibida, no que cada miembro de limpieza supiera de mí. Así que antes que cualquiera pueda preguntar por la empleada ridículamente joven que acababa de subir por el elevador de servicio me puse en marcha.

Mis ojos se quedaron observando la larga columna de botones en el elevador. ¿Por dónde debería empezar? Quizá la respuesta fácil seria comenzar por el segundo piso y subir progresivamente, aunque eso costaría tiempo, y tiempo espera un recurso que no podía dignarme a desperdiciar. Así que, en un momento de iluminación, me decidí por presionar el ultimo botón. Si era franca yo conocía tanto de Briggitte Rinaldi como podría conocer de cualquier otro huésped del New Money. Aunque. ¿Qué tan cierto podría ser? Al fin y al cabo, mi padre me había hablado de ella, puede que haya hecho oídos sordos la mayoría de veces, pero por más que lo negara siempre quedaba algo. Algo mínimo por supuesto, pero era algo y creo que había llegado el momento de usarlo.

Bueno, Briggitte Rinaldi. ¿Qué sabia de ella exactamente? Una mujer astuta que le gustaba jugar con la miseria de quienes la rodean. ¿Algo más? Hm... Bueno, puede que eso era lo único que hubiera retenido mi cerebro por cerca de diez años, pero... aun así era mejor que nada.

Supongo.

Antes que de pudiera pensar en otra cosa, la puerta del elevador se abrió. Sali del elevador antes que alguien notara que no era exactamente una mucama. En el último piso habían tres departamentos, lo suficientemente grandes como para que pudieran presumir ante amigos o ante cualquier idiota que creyera que gastar cuatro mil dólares la noche era algo admirable.

Un suspiro de agobio salió de mis labios antes de intentar entrar a las habitaciones. La cerradura electrónica tenia una pequeña luz verde. Una leve sonrisa tiro de mis labios.

Perfecto.

Saqué ambas tarjetas de mi bolsillo, la plateada no la usaría por el momento, esperaba que ese momento no se convirtieran en las próximas cinco horas. Sacudí esos pensamientos antes de aguardarla y quédame con la dorada.

Solo para clientes VIP.

Rodé los ojos. VIP. Puede que tuviera cierto desdén a idiotas con mucho dinero, y sí, no tenía problema en admitirlo, eran la viva definición de desperdicio.

Una vez que deslice la tarjeta por la manija, la puerta se abrió, dejándome a la vista el interior de la habitación. Puede que mis ojos se hubieran abierto ligeramente más que el promedio, pero eso no significaba nada. Después de guardar la tarjeta, me dispuse a examinar el lugar. Necesitaba comprobar si se alojaba aquí o debía desecharlo de una vez. Mientras examinaba lo que contenía el armario, algo llego a mi nariz. Era un olor extraño, aunque no era desagradable, aspire un poco y un poco más y otra vez. ¿Qué era exactamente?

Huele delicioso, ¿Qué es? ¿De dónde viene?

Mientras más aspiraba más fuerte se hacia aquel aroma. Tenia un olor a... Aspire otro poco. ¿Coco? O... ¿Miel? No, era otra cosa, había algo más.

Camine hacia el balcón, era donde la esencia se hacía más fuerte, ¿Acaso venia de afuera? No. Era imposible. Este era el veinteavo piso. Mis ojos, de nuevo, se abrieron otro poco más como para ser un simple vistazo, bueno sí, el balcón era hermoso los adornos de influencia grecorromano era un deleite visual, pero no más que eso. Seguí caminando, dejándome guiar por el aroma, no es que mi sentido del olfato fuera excelente, si ni siquiera podía distinguir de que estaba compuesto la esencia definitivamente no era uno de los mejores, pero el lo suficientemente decente para percatarme que la cama estaba inundada de aquella fragancia.



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En el texto hay: amor odio, despedidas, problemas y amor

Editado: 30.09.2024

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