Complicado

Capítulo 58: Correas y chantajes

Scarlett

Fabián se veía relajado, ignorante de lo que mi mente estaba maquinando. Mi sonrisa se profundizo antes de avanzar y coger distraídamente la punta de su corbata, era extraño, llevar una corbata era muy parecido a tener una soga en el cuello.

Mis ojos brillaron.

—Sabes —comencé manteniendo mi mirada sobre aquel pedazo de tela, con la cual iba jugando entre mis dedos—. A veces me pregunto porque es tan divertido dominarte.

Una risa indignada llego a mis oídos, levemente podía imaginar la expresión que tendría en el rostro.

—Tú no puedes dominarme.

Las comisuras de mis labios se afilaron, una enorme sonrisa en mi rostro.

Oh iba a disfrutar esto.

Envolví mi mano con la tela y jale con fuerza hasta tener su rostro a centímetros del mío—. Es muy útil como correa —mencione con una sonrisa ladina y burlona.

Me miró, la rabia ardiendo en sus pupilas, probablemente no faltaría mucho para que comenzara a forcejear, aunque ¿Con cuanta facilidad lo podría hacer si continuaba oprimiendo la tela contra su garganta?

—Me parece insultante que no lo haya pensando antes. —Tiré otro poco, con menos fuerza para no ahorcarlo, todavía —. Solo se envuelve alrededor del cuello y tiras —aprete un poquito más, solo por diversión, después de todo, su rostro aún no mostraba el particular color morado, así que estaba bien—, tan fácil.

—Suéltame —carraspeo con esfuerzo intentando zafarse, parece que recién caía en cuenta que no estaba jugando.

Que mal.

—Anda libérate —provoqué con sorna—. ¿Acaso no eres un tipo grande y fuerte? Esto no debe ser la gran cosa para ti. Defiéndete.

Con una expresión endemoniada, el cavernícola lo intento, aunque su estúpido forcejeo no sirvió de nada, al contrario, provocó que jalara con más fuerza, de inmediato el idiota llevo sus manos contra el cuello, tratando de quietarse la corbata, hacerla trizas, rasgarla, lo que fuera, pero era inútil, a estas alturas la corbata estaba tan presionada contra su cuello que de poner un dedo bajo esta solo le dificultaría la respiración y así paso.

La fascinación se acentuaba en mi mirada mientras presenciaba la escena, puede que estuviera tirando de aquello con excesiva fuerza apropósito, puede que fuera innecesario y puede que no tuviera intensión en detenerme. Quizá hace unos minutos habría sido más racional y hubiese aflojado el agarré, pero ahora, con cierta chispa inundando mis sentidos, picando en mi mano para que tirara un poco más, solo otro poco para verlo retorcerse debajo mío. Era desquiciante no ceder ante la sensación, tenerlo a mi merced, tan indefenso que no podría escapar aunque pusiera toda su fuerza en ello.

Mis ojos continuaban sobre aquella franja negra, cada vez mas delgada, luchando por aferrarse a su cuello—. Definitivamente te dejara una marca —solté con demasiado entusiasmo, entusiasmo que estoy segura que no fue detectado por el idiota, demasiado ocupado en resolver su situación.

—Suéltame —se las arreglo para decir con dificultad, su voz más entrecortada con cada sonido roto que salía de su garganta.

No me alejare de ti en toda la noche —repetí imitando aquel tono desafiante e infantil—. Sino puedo deshacerme de ti, al menos podre darte buen uso. —Estaba segura que la emoción en mis ojos no era para nada aconsejable, sin embargo, me encantaba—. ¿A menos que hayas cambiado de opinión? —me vi tentada a preguntar odiando el tono suave y malicioso de mi voz.

El cavernícola no respondió, aún esforzándose en mantener su respiración estable. Luego de unos minutos más de forcejeó inútil se dio cuenta, por fin, que mientras menos se moviera más sencillo sería para él normalizar su respiración.

—¿Es muy difícil para ti soportarlo? —pregunté como si no estuviera viendo su expresión a punto de colapsar, ups—. Si te arrodillas aflojaré tu correa —propuse mientras volvía a juguetear con la tela en mi mano, alardeando-humillando—. Anda, de rodillas.

La mirada del idiota se oscureció, algo espantoso vibrando dentro de sus ojos—. Muérete —escupió desafiante.

—Ya lo haz hecho una vez —avise con sorna—. ¿Cuál es el problema con hacerlo de nuevo? Después de todo, solo estamos tú y yo, puedes comportante como lo que eres, mi perro —susurre en su oído.

—Púdrete.

Mi mirada se oscureció, sin embargo lo que sentía no era enojo exactamente—. Abajo o lo hare por la fuerza —advertí con más diversión de la que era aconsejable.

—Atreve...

Antes que él acabara, mi rodilla impacto con su entrepierna, puede que no estuviera del todo enojada, aún así no iba permitir que olvidará quien estaba al mano y aunque lo hiciera, no tendría reparos en recordárselo.

—Siempre me estas desafiando —avisé mientras lo observaba en el suelo antes de ponerme en cuclillas para apreciarlo mejor—, supongo que por eso es tan divertido.

Él idiota aún retorciéndose, escupió en mi dirección.

—Agradece que fallaste —mencione mientras sujetaba su mentón con mis dedos, presionando ligeramente mi uña sobre su piel—. No querrás averiguar que hubiera pasado de acertar.

Aún con la rabia latiendo en sus ojos, el idiota se mantuvo en su posición, arrodillado. Habían personas que solo entendían con golpes, por desgracia.

Espere alguna reacción por su parte los próximos tres minutos. Nada llego. Mi mirada se agudizo sobre el sujeto—. Así que aparte de regodearte en tu miseria, ¿no dirás nada?

El idiota no respondió, aparentemente imperturbable.

—Si no pudiera leer tan bien tus ojos, creería que es una actitud inteligente.

Mi mirada se dirigió a su rostro, esperando ver aquel nervio saltón en su mejilla, cierto enojo fluyó en mi piel ante la falta de respuesta.

¿Nada? Debe estar haciendo un esfuerzo increíble.

—No estas engañando a nadie. Hacerlo requiere mas ingenio del que posees. ¿Cuánto tiempo quieres seguir poniéndote en ridículo? —pregunté con sorna, ocultando mi asombro, por lo general el idiota no tiene ese comportamiento.



#3449 en Novela contemporánea
#18366 en Otros
#2687 en Humor

En el texto hay: amor odio, despedidas, problemas y amor

Editado: 06.04.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.