CAPITULO 9

ALICE

- Bueno aquí vivo – me baje de la espalda de Raiden y me puse frente a ellos

- ¿En un departamento?

- Si, vivo con los chicos es más barato

- Muñequita

- ¿Si?

- Nos podemos quedar contigo

- ¿Como? ¿A dormir? – Asintió – oh bueno pues verán

- Eli – el grito hizo que volteara para ver al hombre corriendo hasta nosotros – hasta que llegas oye me tenías preocupado

- Nathan ¿por qué estás en bóxer?

- O me iba a bañar – hice una mueca

- Sin vergüenza vas a hacer que malpiensen las cosas

- Esto no suele suceder se lo aseguro – voltee los ojos ante su afirmación – ¿Que sucede, porque no entras?

- Oh bueno ellos se quieren quedar a dormir

- ¿Y?

- Bueno el departamento no está en condiciones

- No le veo el problema

- ¿No les importara dormir sobre un colchón en el piso? – Uní mis manos – es que no hemos arreglado por falta de tiempo

- No tenemos problema – sentí un codazo a mi costado

- Deberías decirle lo de ellos

- ¿Ellos?

- Oh si tengo tres perros más aparte de Kart y un gato ¿tienen algún problema?

- No

- Genial vámonos entonces – Nathan me tomo de los hombros pero lo empuje

- Vete a vestir

- Ahí exagerada – me saco la lengua y le devolví el gesto antes de que corriera hacia el edificio

- Lo siento de verdad no siempre es así – caminamos en silencio hasta que llegamos al departamento al abrir la puerta la bola pelos blanca salto frente a nosotros saliendo corriendo mientras que Nira la seguía

- Perdón por el desorden los ensayos se han llevado todo nuestro tiempo – agarre la bola de plumas que tenía sobre una tarima y lo pise a un lado para que no molestara – ¿y mis perros? ¡Nathaniel!

- ¡Ya les abrí la puerta! – después del grito las pisadas fuertes resonaron en el suelo hasta que vi los cuatro perros correr hacia nosotros

- Mis amores – abrir mis brazos y todos vinieron moviendo sus colas ladrando de felicidad, vi como Kart se quedó quieto y camino hacia ellos despacio oliendo a su alrededor antes de acercarse con la cola quieta y la cabeza inclinada

Raiden se acuclillo extendiendo su mano, Kart lo volvió a oler pero esta vez movió su cola feliz y se lanzó hacia el lamiéndole la cara antes de moverse hacia Rajesh parándose sobre sus patas para intentar lamerle la cara

- También el los extraño – murmure mientras Rajesh acariciaba su cabeza

- Buen chico

- Ellos son Hades, Nira y Cerbero – los tres se pusieron alerta oliéndolos antes de mover las colas

- Tengan cuidado ese perro – señalo a Hades – es otro con los desconocidos y con nosotros con ella es un pan de dios pero con otros parece el mismo perro del inframundo – los cuatro se movieron parándose para empujarlo – quietos animales o si no ¡no habrá galletas!

- Yo les hago las galletas

- Si pero a mí me las roban después de que se le acaban

- No le hagan caso

- ¿De dónde son? – pregunto Raiden mientras que Nira se le acercaba para recibir más caricias

- Los adopte cerbero es el más viejito tiene unos meses más que kart y Nira es la más pequeña

- Son lindos – me reí

- Si – son unos amores

- Miren apareció la bola de pelos

- Esta pequeñita es Norma – la tome en mis brazos y la moví un poco haciendo que cerrara los ojos un momento

- Que bonita – Raiden se acercó y la extendí para que la cogiera

- Vamos a dormir ¿quieren bañarse?

RAJESH

La humeante taza desprendía un dulce aroma, entrando en mis sentidos calmándome de alguna manera

Ella está aquí, a tan solo unos pasos de mí

- Rajesh – la dulce y somnolienta llego a mis oídos haciendo que girara

- ¿No puedes dormir? – abrí mis brazos y ella vino recostándose en mi pecho y negando sobre mi piel – ¿Por qué?

- Preparar una presentación ensayar corregir y mas hace que se acumule mucho estrés ¿tu? – inhale su aroma sintiendo como todo mi mundo regresaba a tener un poco de esa paz que había perdido desde que se fue

- Saber que Raiden ha podido dormir me basta

- Ah adelgazado

- Si

- Perdón por haberme ido – el tono se hizo melancólico aprisionándome el corazón

- Lo necesitabas ¿no? – acaricie su mejilla

- Si

- ¿Funciono?

- Algo

- ¿Necesitas más tiempo? – los colores cálidos de su mirada penetraba mi mente, pensé que nunca volvería a tenerla frente a mi

- No, necesito que arreglemos lo nuestro si es que aún existe

- Tonta – toque su frente con la punta de mi dedo y se rio de manera tranquila

- Vamos a acostarnos aún es temprano

~

Abrí los ojos encontrándome de frente con el rostro peludo del perro negro que tenía la boca abierta y la panza hacia arriba mientras dormía plácidamente entre nosotros

Me senté de inmediato y vi como los demás estaban a nuestro alrededor a excepción de kart que estaba sobre el estómago de Raiden

- Hola amores de mi amiga no te preocupes con el tiempo se acostumbran – me levante evitando pisarlos, con mi pie toque la pierna de Raiden para levantarlo – ¿durmieron bien? – No respondí – ¿qué les comió la lengua los ratones?

- ¿Aquí hay ratones? – pregunto Raiden con cierto desnivel en su voz

- No – lo vi señalar a la gata que se estiraba sobre unos libros – ella se encarga de que no los haya

- ¿Y Alice?

- En el baño – gire y vi la puerta de madera cerrada al final del pasillo – se ven más apuestos que en las fotos

- Deja de coquetear Nathan – gire y la vi salir con una toalla en la cabeza mientras pequeñas partes de su piel goteaban por el baño

- ¿Por qué miedo a que te los quite?

- Ha ha que gracioso – se volteo hacia nosotros – hola, ¿cómo durmieron?

- ¿Bien muñequita y tú?

- Bien – me sonrió mientras quitaba la toalla de su cabello para colgarla en un perchero