Publicada Originalmente: 31 de diciembre 2020
Aquí les traigo el capítulo 3 de la historia. No lo mencione al principio pero la novela presentaran los puntos de vistas de dos personas muy importantes: Nina y Walden. Es una historia escrita en tercera persona, pero la escencia y la trama deja en claro en quien se centra. Sera ver dos realidades distintas que se complementaran muy pronto. Estoy demasiado feliz de compartir esta novela. Han sido 5 meses de trabajo y realmente espero sorprenderlos.
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—Este trabajo es impresionante, joven Moore. Has sabido captar la idea que les presente a cada uno de los candidatos y lograste plasmarlo en todos los aspectos. No necesito más tiempo para evaluar a quién elegir para este proyecto. Quiero contratarte a ti. Haremos un gran trabajo juntos. Pienso que sabes exactamente lo que quiero y será un placer trabajar contigo —dijo el Sr. Evans levantándose del asiento y estirando su mano hacia Walden.
Walden sonrió sin mostrar los dientes, sintiéndose orgulloso de que alguien tan importante como Augusto Evans esté realmente interesado en contratarlo. Estiró la mano hacia el Sr. Evans y la estrechó.
El proyecto que tienen en mente son unas cabañas en el bosque, en una buena ubicación donde en vez de destruir el lugar lo que harán es incorporar toda la naturaleza como parte del establecimiento. Sin dañar la naturaleza y poder brindar un lugar que inspire paz y armonía.
Sabía que antes el lugar tenía una mansión que era inmensa en la que vivían una familia que según la leyenda pertenecían a un linaje de clarividentes. La familia desapareció y la mansión quedó en ruinas. Roseville estaba lleno de misterios fantásticos y sus lugares más oscuros no estaban exentos de tener una leyenda.
El Sr. Evans deseaba un lugar acogedor y paradisíaco donde las personas buscaran un lugar tranquilo para pasar las vacaciones en familia y escapar del trabajo. Deseaba que los restos de la mansión fueran reincorporados de alguna forma al diseño presentado.
Por lo que a Walden se le ocurrió convertir la mansión en una especie de hotel separado de las cabañas y que pudiesen pertenecer solo a aquellos que por alguna causa no deseen quedarse en cabañas. Aunque, eso no quita que las cabañas seguirán siendo la parte más importantes de las instalaciones. La mansión será la parte de recepción y donde las personas tendrán un primer vistazo del lugar.
Diseñar las cabañas y los lugares de entretenimiento no fue nada sencillo. Ya que realmente deseaba plasmar las ideas del Sr. Evans en su visualización. Como también deseaba incorporar sus propias ideas para que todo fuese perfecto. Fueron semanas de planeación y trabajo. Y ahora estaba viendo su trabajo siendo recompensado como tanto deseaba.
—Será un honor trabajar para usted, Sr. Evans. Es un gran proyecto el cual tiene mucho potencial.
Augusto sacudió la mano con simpleza emocionado. Un trabajo de ese calibre no lo podía hacer cualquiera. Con ese joven fue ver los planos y saber que era el indicado para lo que tenía en mente. Walden a pesar de ser aún joven, había sabido destacar por su talento y por su seguridad en sus presentaciones. No en vano era un arquitecto muy reconocido entre propiedades de sumo prestigio. Y de personas bastante famosas.
Como también sabía que era un arquitecto proveniente de una familia acaudalada como eran los Moore de Woodville. Gente de clase, prestigio y dinero. Provenientes de un linaje lleno de profesionales muy famosos en sus ramas.
Aunque Augusto nunca se deja llevar por apellidos. Esta vez no tuvo dudas de que ese joven arquitecto se esforzó toda su vida para llegar a donde esta.
—Eres muy joven, ¿prefieres que comience a llamarte joven Walden? Se que a muchos de tu edad no les gusta mucho la formalidad de nosotros los ancianos —le dijo Augusto sentándose nuevamente en su asiento.
Walden asintió sonriendo. Augusto Evans era alguien muy comunicativo. Es por eso que le alegraba trabajar para él, era fácil de comunicarse y podían debatir opiniones sin problemas.
—Es mucho más cómodo de esa forma. Cada vez que escucho que me dicen Sr. Moore, pienso como si le estuvieran hablando a mi padre.
Augusto rió.
—Walter Moore, un gran abogado que me alegro de conocer. Una lástima que la diferencia de horas entre Woodville y Roseville es bastante larga y no siempre logro encontrar tiempo para visitar ese pequeño pueblo que me gusta y los amigos que he dejado en él. Espero que les envié mis saludos.
—Muchas gracias, Sr. Evans. Se que haremos un gran trabajo juntos y usted tendrá el lugar perfecto y que siempre imaginó por supuesto.
Augusto no tenía dudas de que así sería. Cuando bajó su rostro y vio la fotografía que tenía junto a sus nietos sonrió.
—Una de las diseñadoras será mi nieta, Nina Evans. Cuando llegue el momento cercano le comunicare con ella para que puedan conocerse antes de que las obras sigan avanzando. Aunque a ella le gusta siempre visitar los lugares cuando están en plena construcción así que puede que incluso la conozcas antes. Sabrás quien es de inmediato. No se queda callada y hace muchas preguntas —dijo sonriendo.
Era algo que en la primera reunión que tuvieron mencionó. Su nieta es diseñadora de exterior, interior y gráfica, por lo que se haría cargo del diseño de las cabañas en su debido momento. Walden sonrió sin mostrar los dientes. No tenía ningún problema en trabajar con un familiar directo del hombre.
Editado: 21.10.2022