12. Nina

Publicado Originalmente: 5 de abril del 2021

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“Aunque eso le traerá recuerdos dolorosos del pasado.”

Nina sentía que la cabeza le daba vueltas. El palpitar iba en aumento y el esfuerzo por intentar abrir los ojos y recuperarse era aún más forzoso. 

—El Dr. Roberts esta de camino para revisar a Nina. Explicándole lo que sucedió, entiende que quizás lo que paso pudo haber provocado un shock muy fuerte. Quiere asegurarse de que se encuentra bien —dijo Walden acercándose al duque. 

Arturo de inmediato asintió y se sentó en uno de los sofá más cercano en donde se encontraba su hija. Observarla ahí acostada indefensa le estaba doliendo. 

¿Cómo era posible que estuviera viva y ahí en su propia casa? Dios, había dado un discurso en donde admitía que se dio por vencido de buscarla con vida. En que dejaría ir su recuerdo para concentrarse en sus hijas vivas y resultaba que en realidad su tercera hija estaba escuchándolo todo. 

—Debo avisarle al resto de la familia lo que está pasando. Deben saber qué Nina Hiltmoose está viva y esta aquí con nosotros. 

Alexa y Fabrizio se dieron una mirada preocupada. Esa gente estaba hablando de Nina como si no tuviera voz, ni voto en sus decisiones. Hablaban como si Nina no fuese a irse esa misma noche de la casa. 

Fabrizio acarició la cabeza de su novia y deseaba que ella pudiera despertarse pronto. Porque no había forma de poder escapar de ahí sin que esa gente se diera cuenta. Estaban dispuestos a encerrar a Nina si es que tenían la oportunidad.

—Ya llamé a Nathan, traerá a Augusto de inmediato. Para estas alturas ya deben estar a mitad de camino —le dijo Alexa en voz baja a Fabrizio.  

Woodville y Roseville no quedaban cerca, pero Fabrizio sabía perfectamente que el chofer de los Evans podía llegar con rapidez a cualquier esquina. Era impresionante la capacidad que tenía de esquivar autos y a la misma policía. Esperaba que el Sr. Evans pudiera llegar a tiempo. Solo él podía llevarse a Nina de ahí aun en contra de lo que esas personas pensaban.

Su mirada se cruzó con la del rostro idéntico al de Nina. Era impresionante. 

—¿Eres su novio? —preguntó la chica con cautela. Tenía una voz suave en comparación de Nina. 

—Si, Fabrizio Russo soy uno de los chefs que vino a servir al evento. Supongo que felicidades —le respondió de forma amable. Tampoco quería ser borde y dar una mala impresión a la familia. Solo estaba preocupado por su novia.

—Gracias. Debes estar igual de sorprendido que todos al vernos. ¿Cierto? —preguntó acercándose un poco más.

—No ocultare que estoy realmente sorprendido de lo que está pasando. Ni por asomo imagine qué Nina pudiera tener una gemela. Y mucho menos que fueran tres.

Mina sonrió y observó a su trilliza con preocupación. Era sencillo aclarar a todos que en realidad siempre han sido tres.

—Somos tres gotas de agua, espero que eso no te asuste aún más. ¿Crees que estará bien cuando despierte? ¿Qué pueda hablar con nosotros?

Fabrizio solo por su amabilidad estaba dispuesto a responder las preguntas de la trilliza de Nina. Estaba realmente impresionando por el parecido de ambas chicas. 

—Es difícil saberlo, Nina puede tener muchas personalidades juntas. Y sé que algo que jamás pensó que sucedería era descubrir que tenía una familia que la recordaba y que tiene dos hermanas con su rostro. Su desmayo no fue por el descubrimiento. A estado bajo mucho estrés, tanto en el trabajo como a nivel personal. Y descubrir esta verdad ha sido muy fuerte para ella. 

—Lo comprendo… ¿puedo preguntar qué le paso en el brazo? —dijo señalando las vendas que Nina tenía en la muñeca y que quedaron visibles. Fabrizio trago saliva.

—Un accidente… pero estará bien.

—Mina, ¿podrías ir a la fiesta, dejar que los invitados te vean por unos minutos y luego regresar? No quisiera marcharme y luego descubrir que ella ya despertó y decidió marcharse —pidió su padre.

La trilliza asintió sin dudarlo. 

—Gracias por responder las preguntas, Sr. Russo —le dijo directamente a Fabrizio—. Papa, bebe un poco de agua y trata de tranquilizarte. Sé que esto ha sido algo muy fuerte. Para mí también lo fue. Sin embargo, hay que ponernos en el lugar de mi hermana. Ella no tenía ni idea sobre nosotros. En cambio, nosotros siempre hemos sabido que ella podía estar por ahí en alguna parte. 

»Sí la presionamos, podemos perderla definitivamente. Y recién acabamos de recuperarla. Así que mientras yo voy a fingir que todo está como si nada. Tú no hagas un escándalo aquí. ¿De acuerdo, papa? Sí Nina despertara y decidiera marcharse, debes dejarla.

El duque no estuvo tan de acuerdo con las palabras de su hija. Pero sabía que ella tenía razón. 

—Lo que me estas pidiendo es algo que no puedo hacer. 

Mina sonrió y abrazó a su padre. Lo sintió llorar sobre su hombro. Esa noche habló sobre dejar ir los recuerdos dolorosos y ahora solo estaban chocando frente a él. ¿Qué pasara cuando su madre se entere o cuándo Lina lo haga? Sintió escalofríos de solo pensarlo, Lina se volvería loca, pero en plan muy mal. 

—Tranquilo, sé que esto es difícil. Pero piensa en ella, papa, en tu hija. También es difícil para ella descubrir la verdad. No sabemos su historia. No tenemos ni idea de lo que debió haber pasado para terminar siendo adoptada. Si la presionamos a ser una Hiltmoose, lo que provocaremos es que termine huyendo de nosotros. 

—Eres tan inteligente, Mina. Ahora ve con la familia. Invéntales cualquier mentira. 

Mina asintió dándole una última mirada a su hermana antes de irse. Lo que estaba sucediendo era muy surreal para todos. 

»¿Cómo es posible Walden de que tu supieras sobre ella y no lo dijeras? Explícame cómo es que supiste que estaba viva.

Walden tragó saliva antes de responder.