Cómplices Del Destino (trillizas Hiltmoose Libro 1 y 2)

20. Nina

Publicado Originalmente: 1 de Julio del 2021

Capítulo 20: Nina

“Nina asintió sin poder controlar las lágrimas”

“Abrió los ojos sintiéndose desorientada. No lograba aclarar su mente. El dolor que estaba recorriendo por su cuerpo era insoportable. Recordaba los gritos que provenían de su propia garganta y el miedo que sentía. Giró su rostro y aunque su vista estaba borrosa lograba ver el cuerpo de su madre estaba inerte. No lograba verle la cara, pero podía sentir que realmente había pasado lo peor.

Intentó moverse, pero un gran peso estaba sobre ella. La cabeza estaba por estallarle, el dolor que sentía en el cuerpo la hizo gritar.

—¡Mama! —gritó desesperada. El sonido de su voz no salía de su garganta. Fue un grito que solo se escuchó en su mente.

Quería acercarse, ver si estaba bien. Todo le daba vueltas. Todo estaba estallando en su cara.

—Están muertos, señor, ¿que desea que hagamos con los cuerpos? —Nina sintió las lágrimas escocer por su rostro. ¿No entendía nada? Lograba ver solo el cabello castaño de un hombre. Pero su rostro era borroso.

—Papa… —murmuró en voz casi audible. No obtuvo respuesta.

—Déjenlos como esta. Den el aviso a la policía para que vengan hasta aquí. Suficiente tendrá ese hombre con perder a su familia. Merece encontrar sus cuerpos y enterrarlos como se debe. No soy tan egoísta.

—Por supuesto, señor. ¿Que hay de la niña? ¿Le diremos a su familia que está muerta?

—No, ellos de todas formas la dan por muerta. No hay nada que hacer.

Nina escuchó como sus pasos poco a poco desaparecían. Su corazón estaba estallándole con fuerza. No paraba de sentir dolor, de intentar gritar. Quería dejarles ver que estaba viva.

Sus padres no podían estar muertos. Eso era una maldita pesadilla.

—Mama —dijo con voz desgarradora. Pronto sintió que todo oscurecía de nuevo. Podía escuchar el sonido de los pájaros y el crujido de las hojas moverse. Todo estaba oscuro, pero latente.

Pronto se formó el bullicio. Las sirenas de los guardias y paramédicos aparecieron. Y Nina estaba completamente exhausta. Observó el rostro de alguien en el cristal. La luz que recibió la dejó cegada.

—¡Tenemos un sobreviviente! ¡Es una niña! —escuchó de alguno de los guardias o paramédicos. Su cerebro estaba dormido. Las lágrimas continuaban, pero no lograba decir nada.

Pronto sintió que el cuerpo que estaba sobre ella se iba. Logró ver el rostro muerto de su padre y gritó. Esta vez su voz salió con claridad.”

Nina despertó en medio de gritos y llantos. Walden se acercó hasta ella y la envolvió en sus brazos intentando calmarla.

—Shh, shh, soy yo, cálmate. Tranquila, respira hondo. Ha sido una pesadilla. Solo eso, respira —comenzó diciendo.

Ella respiraba agitadamente. Tenía los ojos cerrados y las lágrimas no paraban de salir. Todo se sintió tan real en su cabeza. Fue como haberlo revivido de nuevo.

Tantos años sin recordar ese accidente. Y de repente apareció todo.

Walden intentó no hacerle daño. Tenía una muñeca lesionada. La pegó a su cuerpo con cariño y le acarició la espalda de forma suave. Estaba preocupado y no sabía qué hacer para hacerla sentir mejor.

Nina pegó su rostro a su pecho y trató de tranquilizarse. Walden no dejaba de acariciar su espalda y decirles palabras tranquilizadoras. Tenía la respiración agitada. Daba vueltas y vueltas a sus recuerdos difusos. Nina comenzaba a agobiarse.

—Tranquila, ya todo está bien. Estas a salvo —dijo Walden.

Estaba preocupado por Nina. Fue la que se llevó el peor golpe. Había notificado a su amigo lo que había pasado. Pero sin pruebas no podían conseguir nada. Solo habían visto la marca del auto, sin matricula, sin rostros.

Nina debería comenzar a hablar sobre sus intentos de asesinatos. Debían dar con esa persona y saber que tanto tiene que ver con la familia Hiltmoose.

—¿Walden? ¿Dónde estamos? ¿Qué paso? —preguntó.

—Tuvimos un accidente. Alguien nos estaba siguiendo, cuando lo perdimos terminamos chocando. ¿No recuerdas lo que paso?

Nina asintió despacio. Aunque todo estaba difuso en su cabeza.

—Esa persona por poco hizo que nos matáramos —dijo en voz baja masajeando su cabeza.

—No pienses en eso ahora. Lo que paso ya se está investigando. ¿Como te encuentras ahora? Despertaste gritando.

Nina volvió a sollozar.

—Pesadilla, es el segundo accidente que tengo después de aquel… —no pudo continuar. De simplemente recordar el accidente de sus padres la hacía llorar. Su pecho volvía a cerrarse.

—Tranquila, no pienses en eso ahora —dijo Walden haciéndose una idea de lo difícil que estaba siendo esa situación para Nina. Acarició su espalda intentando tranquilizarla.



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En el texto hay: secretos, trillizas, destinos

Editado: 21.10.2022

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