Cómplices Del Destino (trillizas Hiltmoose Libro 1 y 2)

24. Nina

Publicado Originalmente: 30 de Julio de 2021

Como se habran dado cuenta, la novela sufrio un cambio de titulo. Esto se debe a que originalmente se iba a dividir en dos partes. Pero me di cuenta que lo mejor era que fuera un tomo de un solo libro y de esta forma todo quedara concluido aqui. Por eso ya no es Secretos del Destino. Sino que el nuevo nombre es Complices del Destino. Este nuevo nombre era original de la segunda parte. Pero ahora siento que encaja mucho mejor con todo el libro. 

No olviden dejarme su opinion sobre la novela. Si les gusta o no, que les parece, que mas aman. Hasta el proximo capitulo.

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“Nina Evans, ¿aceptarías ser mi esposa?”

Agosto, 2017

Las siguientes dos semanas para Nina fueron completamente agobiantes. Entre el trabajo que acumulaba con Leonard y los diseños para nuevos proyectos en su empresa. Todo comenzaba a explotarle en la cara. Sin embargo, era justo lo que había necesitado. Distraerse del caos que tenía en su vida personal para concentrarse en su caos laboral. El trabajo era lo único que la estaba manteniendo cuerda y con los pies sobre la tierra.

Durante esos días había tenido mucho tiempo para idear la forma en la que abordaría el tema con Fabrizio de forma madura. Nada de llantos, gritos y acusaciones. Nada de juzgar, volver a gritar y luego terminar. Quería llevar una ruptura estable, buena y sin mucho caos.

¿Pero cómo se terminaba una relación de 7 años? ¿Como podían quedar por las buenas sin recordar el daño que le había provocado? Y lo que hacía aún peor todo, es que Fabrizio no la llamaba por su cuenta. Solo le enviaba mensajes en donde le decía lo feliz que estaba de esa conferencia. De lo mucho que había aprendido y de los planes que tenía a futuro con ella.

«Como si realmente hubiera pensado en mi» pensó mientras sacudía la cabeza.

La situación ya había llegado a límites que ella no quería alcanzar. Estaba tan dolida por el engaño, pero ya ni sabía si eso era lo que realmente la tenía mal. A todo eso su abuelo Augusto pensaba que ella estaba teniendo una mala racha por estar tanto tiempo sola en su apartamento. Y que por eso se estaba quedando en la casa familiar.

Su abuelo no se imaginaba que realmente ella había terminado con Fabrizio.

«Aun no has terminado con él» le recordó esa voz en su cabeza.

Estaba por hacerlo.

No paraba de tener pesadillas en donde Jane y Fabrizio estaban juntos en la cama. En donde ella los encontraba y él le decía que ya debería haberlo sabido.

Necesitaba que Fabrizio llegara de una vez para cerrar ese círculo de forma definitiva. No quería seguir dándole más vueltas al asunto. Había tantas maneras de confesarle a tu pareja que no quieres estar más con ella y Fabrizio hace justo lo que no se debería hacer.

Lanzó la moneda al pozo del jardín de la gran mansión. Observó como esta desaparecía al fondo como sus propios pensamientos. Respiró hondo y se acostó en el borde del pozo. Observando las nubes en el cielo que se encontraban tapando los rayos del sol.

No había tenido más atentados. Por ahora. Y eso la mantenía tranquila, pero alerta. Nina se encontraba tan sumergida en sus pensamientos que no fue capaz de sentir los pasos acercándose a ella de forma silenciosa.

—Supongo que hoy es uno de esos días en los que esperas que el sol te de las respuestas que buscas —dijo Walden en tono alto llamando su atención.

Nina abrió los ojos de forma rápida y se giró en el cemento para encontrarse con los ojos azules de su amigo observándola. Él le sonrió de forma burlona y alzó la mirada al cielo. No pudo evitar darse cuenta de lo bien que le quedaba esa camisa de manga corta color blanco sobre su piel bronceada. Tenía unos jeans azul oscuros desgastado. Dejando ver que su amigo no venía de la oficina.

—El sol hoy no se ha dejado ver. Supongo que me cataloga como chica de lluvia y no quiere brindarme sabiduría para saber qué es lo que debo hacer.

—¿Hablas en serio? ¿Y qué es eso que quisieras saber? ¿Es sobre la fiesta de mañana a la que has dejado en claro que no deseas ir?

Walden se sentó a su lado y ella le dio un empujón suave para que se callara.

—¿Viniste de la nada a juzgarme? Tengo mis razones, ¿sabes? Estarán ejecutivos de alta gama a los que no quiero escuchar. Me tocara tener que hablar mucho en público y no es algo que me moleste, pero…

—Estarán tu familia real y eso provoca que te tiemblen las piernas, o ¿me equivoco?

Nina se sorprendió al escucharlo. ¿Como es que Walden sabía sobre esa invitación? No esperaba que llegara esa información a sus oídos tan rápido.

«Realmente esta familia lo tiene en alta estigma» pensó mientras volvía a acostarse en el borde del pozo.

—Que comiences a conocerme tan bien, me pone de mal humor —dijo mientras cerraba los ojos por un rato.

—No sé cómo tomarme eso —le escuchó decir sincero. Nina sonrió mientras volvía a sentarse.

—Eso de dar viajes esporádicos a Roseville, ¿no te cansa mucho? Creo que se te perdió el camino a casa —dijo cambiando de tema, burlándose.

Walden le dio una mirada seria que le recorrió todo el cuerpo. Sin embargo, no perdió la sonrisa burlona. Pero temía a esa mirada que la traspasaba.



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En el texto hay: secretos, trillizas, destinos

Editado: 21.10.2022

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