Publicado Originalmente: 5 de octubre de 2021
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«No te entregues a alguien si realmente no lo deseas.»
«LADY LINA HA SIDO ENCONTRADA
La hija de los duques de Woodville se encontraba desaparecida durante la última semana. Fuentes cercanas a la familia ha confirmado que la heredera ha sido secuestrada por personas de las que aún no se conocen sus intenciones. Entre los secuestradores se encontraba el reconocido chef internacional Martin Manson.
Lady Lina ha sido encontrado junto a otra chica de la que se desconoce su identidad y que se encuentra gravemente en el hospital.
¿Sera verdad que la heredera del ducado de Woodville ha estado secuestrada o esto es solo producto para distraer a las personas de sus más recientes escándalos?»
Walden cerró el periódico sin poder dar crédito a lo que leía. ¿Como es posible que alguien haya soltado tal información? Comenzaba a creer que el enemigo de los Hiltmoose estaba aún más cerca de lo que todos realmente pensaban.
La cabeza le quería estallar. Nuevamente su celular comenzaba a sonar de forma instantánea. Decidió echarlo a un lado sin intenciones de hacerle caso. En esos momentos solo deseaba poder ir al hospital y ver como se encontraba Nina. Quien seguía inconsciente luego de haber sido rescatada.
Los medios de comunicación sabían que Lina no había estado sola en su secuestro. Por más que intentaran averiguar sobre quien era la otra persona, Augusto Evans se había encargado de mover cielo, mar y tierra para que no se supiera la verdad. Lo que provocó que tuviera un derrame del que ya estaba siendo tratado.
Se masajeo las sienes. Cuando Nina supiera lo que había sucedido con el Sr. Evans, iba a quedar destruida. Se iba a culpar de cualquier daño que hubiera causado a su familia. Quería al menos estar ahí para ella y que pudiera ver que contaba con su apoyo y con el apoyo del resto de su familia.
Augusto se encontraba estable, pero no podría ir a visitarla al hospital. Y debido a su condición no se lo podía decir lo que le paso a su abuelo.
La había escuchado decir sobre su mayor miedo: ese siempre fue perder a su abuelo.
—Sr. Moore, la reunión comienza en 5 minutos —dijo su asistente entrando a la oficina.
Walden asintió.
No quería tener que lidiar con la prensa curiosa que simplemente deseaba tener contenido para sus columnas amarillistas. La prensa no necesitaba saber que la trilliza desaparecida estaba de regreso. Eso era algo que a Nina le tocaba decirlo, no que la gente se enterase por los medios. Los medios siempre manipulaban todo.
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Septiembre, 2017
Walden llegó al hospital sin informarle a nadie de que lo haría. Había estado trabajando en la empresa de los Evans desde que el proyecto entro a segunda fase. Y eso le dio la oportunidad de saber que Nina no estaba autorizando a nadie a entrar en la habitación del hospital. Cuando lo escuchó la primera vez creyó estar equivocado. Pero luego, supo que era cierto. Ella solo había autorizado a su amiga Alexa y a su hermano Nathan.
Dejando fuera a los Hiltmoose y a él.
Realmente no podía entender porque Nina simplemente los estaba empujando lejos. Luego de haber estado tan cerca de la muerte junto a su hermana. No entendía porque ahora actuaba incluso peor que cuando la conocieron.
No podía quedarse con las dudas. Necesitaba ir hasta donde ella y preguntar lo que le estaba pasando. Necesitaba saber cómo se estaba sintiendo.
Subió hasta el piso en donde sabía que estaba la habitación de Nina. Había ido muchas veces en los primeros días cuando su estado era crítico y no le daban esperanzas. Ahora era extraño estar allí y saber que no dejarían que pasara. Se sentó en la silla de espera cuando se percató que no tenía ningún plan.
«¿Qué pensaba hacer realmente?» se preguntó.
Tampoco podía quedarse sin hacer nada y esperar que Nina decidiera buscarlo. Aunque no podía obligarla a recibirlo, le dejaría ver que no tenía otra opción más que esa.
—¿Walden? No esperaba verte por aquí —dijo Alexa tan pronto lo vio.
—Quería saber cómo esta ella —respondió con rapidez. Hasta él se sorprendía de haber ido impulsivamente.
Sabía sobre su crisis nerviosa, sabía sobre su lista selectiva. Aun así, necesitaba saber todo eso por su boca y no por terceros.
—Hace lo que puede y quiere —dijo Alexa soltando un suspiro y sentándose en la silla de espera—. Hay días en los que no quiere comer, no quiere cooperar con las enfermeras y no quiere hacer nada. En otros momentos comienza a decir la estupidez de que debió morir en esa cabaña. Que lo hubiera preferido de esa forma —sacudió la cabeza y se recostó del espaldar de la silla. Lucía cansada y preocupada por Nina.
Walden suspiró y se sentó a su lado.
—Escuché que Nina prohibió las visitas. Alexa asintió.
—Sí, lo hizo luego de saber que el abuelo sufrió un infarto luego de saber que ella estaba en el hospital. Se puso realmente mal, los médicos tuvieron que darle calmantes y desde entonces está cerrada.
Editado: 21.10.2022