Cómplices Del Destino (trillizas Hiltmoose Libro 1 y 2)

36. Nina

Publicado Originalmente:

He estado un poco desaparecida, pero no me olvido de ustedes. Espero que sigan apoyando la historia y que les este gustando. No duden en dejar su comentario. 

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«No sabía que la había dejado más noqueada»

Marzo, 2018

 

—¿Estás segura de lo que estás haciendo? Porque después de todo aún estás en recuperación —dijo Alexa tan pronto entró al cuarto. 

Había ido a visitar a Nina luego de llegar de un evento cansino. El Sr. Evans se encontraba en la casa y le dijo las últimas noticias que su amiga no se había dignado en decirle cuando hablaron por teléfono. 

No podía creer que Nina hubiera aceptado la sugerencia de Leonard para irse a un trabajo en Beaconville. Es que seguía sin poder creer incluso que la loca de su amiga quisiera regresar al trabajo cuando no hacía más de una semana en la que le dieron de alta. 

Nina dejó la ropa a medio terminar cuando escuchó la pregunta. Sabía que Alexa estaba sorprendida de su decisión. No solo ella, sino todos en general. Pensaban que ella había tomado la decisión a la ligera, que no estaba pensando con claridad. Sin embargo, era algo que realmente había pensado mucho. Y en esos momentos sabía que lo necesitaba. 

Regresar a su casa fue algo que la hizo sentir reconfortada. La calidez del hogar, la presencia de su abuelo, de su hermano y las visitas de los Hiltmoose. La hacían sentirse feliz, pero al mismo tiempo triste. Esa sensación de tristeza fue la que se instaló por más tiempo. De repente se sentía abrumada en su propio hogar.

No podía soportarlo y sin embargo duró las siguientes semanas esforzándose aún más en sentirse bien. Llegó un punto en que el dolor era tan grande y fuerte que solo la hacía llorar por las noches. Una parte de ella se quedó estancada en septiembre. Ese mes en que todo cambió, en donde casi murió varias veces. Y a pesar de despertar en noviembre. Seguía sintiéndose estancada. La recuperación fue y sigue siendo dura. 

La idea de ir a una reunión en Beaconville no sonó tan descabellada cuando su jefe la vio sollozando en el trabajo. Le dijo que a pesar de no saber todo podía ver que necesitaba alejarse y reencontrarse consigo misma. Así que le propuso sustituirlo en la reunión con los Brook. Confío en ella para algo tan importante y acepto. 

Compró el boleto sin consultarlo con nadie, salvo con el Dr. Scoot que le dio el visto bueno para que pudiera hacer el viaje. Hasta dijo que era algo que merecía. Luego fue que lo consultó con su abuelo y le dijo lo que planeaba hacer. Él la entendió y ella lo agradeció. 

Estar en Roseville la estaba agobiando demasiado, irse a Woodville no haría ninguna diferencia. Así que necesitaba irse a un lugar en donde no pudiera pensar en los asesinatos, en donde la gente no la reconociera como la posible nieta de los duques de Woodville. Para esas alturas cualquiera pensaría que tenía todo claro y la realidad estaba demasiado lejos de eso. 

Desde que despertó todo fue confusión. La confusión seguía presente. Adaptarse al panorama de no poder moverse, de que estuvo en coma y que todo parecía empeorar fuera, fue difícil. Porque llegó a creer que no volvería a caminar, que tendría que depender de otros y de que quizás no estaba segura de poder combatir con todo. Estuvo mucho tiempo asustada. Y no es como si no lo siguiera.

Sus padres estaban siendo muy flexibles en cuanto al tema de presentación en sociedad. Sabía perfectamente que ellos deseaban que fuera rápido y en ese año. Los escucho decir que no querían que la gente se enteraran de otra forma. Los rumores no es como si estuviesen parando. La gente sabe que Lina estuvo secuestrada con su trilliza, pero no se trataba de Mina.

Todo le daba vueltas cuando se ponía a pensar en todos los cabos sueltos que aún había en su vida y que no sabía cómo enderezar. 

«¿Cómo explicarle eso a Alexa?» pensó mientras suspiraba.

Realmente tenía demasiado en lo que pensar. Y era probable que, aun explicándole a detalles pequeños, Alexa jamás fuera capaz de comprenderla. Porque al final siempre había sido así en esa relación de amistad. Ella escuchaba y aconsejaba, mientras que sus problemas y dolores dejaba que la consumieran, pero no los compartía al máximo. 

—Necesito darme un tiempo. Todo esto puede más conmigo, Lex. Y necesito encontrarme, para poder regresar con más fuerza y enfrentar el mundo en la alta sociedad de la realeza. Ahora no soy ni una cuarta parte de lo que era. Y no me gusta sentirme así, ¿comprendes?

—Sabes que no necesitas irte para hacerlo —le respondió sentándose en el borde de la cama. Su amiga sonrió y negó despacio.

—Se que pueden esperar. Realmente es algo que necesito hacer. Es curioso, pero parece que mi abuelo sabía lo que yo decidiría. Me dio este collar con mi inicial y me dijo que la decisión que tomara, a la larga sería la correcta. Sera solo por un par de meses, Lex. Además siempre podrías ir a visitarme cuando le bajes un poco a la cantidad de eventos, ¿sabes? No es como si no fuéramos a volver a vernos. 

En el fondo no estaba segura si se arrepentiría o no. Pero siempre podría volver si al final se arrepentía. Su casa, las dos casas, siempre estarían abiertas.

—No quiero que te pase algo malo si estás fuera. Recuerda que esas personas siguen sueltas —Nina sonrió comprendiendo su preocupación. También estaba preocupada por eso, pero esa partida era necesaria para sanar.



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En el texto hay: secretos, trillizas, destinos

Editado: 21.10.2022

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