Cómplices Del Destino (trillizas Hiltmoose Libro 1 y 2)

47. Nina

Publicado Originalmente: 3 de marzo de 2022

Espero que les guste. 

*******

«Era todo lo bien que se sentía»

Al llegar a las instalaciones de la empresa, sintió el frío recorrer por su cuerpo. Los edificios se hicieron cada vez más grandes a medida que entraba. Era inevitable no pensar en todas las veces que estuvo ahí como invitada. Yendo a reuniones de su padre o de su abuelo solo como espectadora. Ahora la situación era distinta y el simple hecho de pensar en que se haría cargo del lugar que le correspondía. Le asustaba.

Nathan había sido comprensivo cuando hablaron. Quería que se sintiera cómoda y le dejaba saber que no tendría que ir todo el tiempo. De todas formas, Nina no se sentía tranquila. Sabía que luego de ser presentada en sociedad las cosas podían cambiar por completo y eso la inquietaba.

Saludó a la recepcionista principal y entró al elevador con el corazón a millón. Tenía la espalda recta, el mentón alzado y su semblante demostraba que no iba a permitir que la fastidiaran. Se bajó en el piso donde estaba la oficina de su hermano. El cual pronto ocuparía la que perteneció a su abuelo.

Saber que su abuelo se retiraba le agradaba. Porque de esa forma se sentía más tranquila cada vez que pensara en su salud. Además, Nathan haría un gran trabajo. Se había preparado toda su vida para eso.

Era por eso qué no entendía porque su abuelo quiso que tuviera un rol más importante. ¿Acaso no era suficiente con su hermano? Trataba de no darle tantas vueltas al asunto.

Se anunció con la secretaria y la dejó pasar de inmediato.

Lo que Nina no esperó cuando entró fue encontrarse con Walden y Ewen. Cuando su mirada se encontró con la de Walden, sintió el nudo en la garganta.

«Dos semanas son demasiado largas para estar enojados» pensó mientras recuperaba la seguridad de antes y terminaba de entrar a la oficina.

—No sabía que estabas ocupado, hermano mayor —dijo Nina cerrando la puerta tras de sí. Por un leve instante sintió su mente bloqueada.

Tuvo el deseo de acercarse, abrazarlo y disculparse por lo que sea que hubiera pasado entre ellos y aún no sabía. En cambio, tragó saliva y rodeo el escritorio de su hermano para darle un beso en la mejilla.

—Me alegro de que hayas venido. Tuve por corto tiempo pánico de que decidieras regresarte a Woodville y faltaras a la reunión.

—¡Vaya! —exclamó—. Que poca fe me tenías. Dije que vendría cuando me llamaste de emergencia. Es solo que estaba algo ocupada y sí, estaba paniqueada y puede que me hubiera regresado —admitió volviendo a rodear el escritorio y sentándose en la silla vacía frente a él.

—Uno de tus custodios se comunicó conmigo. Me contó lo que había sucedido ¿Cómo estás, Nina? —preguntó con preocupación.

Por un leve instante deseo desaparecer. Que Walden estuviera ahí cambiaba todo y aunque no sabía porque seguían en la oficina luego de su llegada, no podía fingir como que no estaban ahí. Sin embargo, tampoco podía ocultarle la verdad a su hermano. Desmentir a su guardaespaldas era tonto.

—Estoy bien, él no hizo nada que pudiera dañarme. Creo incluso que esa no era su intención. Que solo quería advertirme de que seguía presente en mi vida y eso era todo —respondió cerrando los ojos.

Walden no entendía lo que estaban diciendo. Saber que Nina estaba presente lo había dejado descolocado. Ahora saber que estaba en peligro lo había alterado.

¿Como es posible que la estuvieran siguiendo?

¿De quién se trataba?

Quería preguntarle de forma directa, pero no era el lugar, ni el momento. Además, no creía que Nathan supiera algo sobre lo que había pasado entre ambos. Se lo hubiera mencionado como su hermano mayor.

Podía sentir en su mirada y con su presencia de que ella estaba molesta. ¿Pero que había hecho para que se molestase con él? Tenía demasiadas preguntas sin respuestas.

Nina respiró hondo encogiéndosela de hombros.

—Además, tampoco quiero pensar en esto ahora. Tengo una reunión importante y ponerme a lidiar con los desmadres de un tío abuelo loco, no gracias. Demasiado para mí.

Nathan entendió que su hermana no iba a hablar más sobre el tema. Por eso decidió tratar el otro tema que tenía pendiente antes de la reunión.

—Hay una razón para que Moore y Sumpter no se hayan marchado aún —comenzó diciendo. Nina frunció el ceño y miró hacia los invitados.

—No lo había dudado —respondió de forma tranquila. Aunque seguía sin saber porque seguían escuchando todo.

Nathan alzó la mirada para hablar con ellos.

—Ambos están muy involucrados con el caso de los Hiltmoose. Así que me parece correcto decirles que Nina se ha encontrado con el hermano de su abuelo en el restaurante. Es la primera vez en meses que tiene contacto con una de esas personas.

Walden se sorprendió al escucharlo. Ahora entendía de lo que hablaban entre ellos. De la preocupación de Nathan Evans.

—Pensé que esa gente había aceptado no volver a salir a la luz —dijo Ewen sorprendido ante lo que escuchaba.

—¿Los Hiltmoose saben sobre esto? —preguntó Walden.

—Aún no lo saben. A no ser que Nina les haya llamado. Pero deduzco que no lo hizo.

Ambos miraron a la chica. Nina se encogió de hombros con tranquilidad.

—¿Preocuparlos? No entra en mis planes. No desisten de la idea principal. Hasta que no estén tras las rejas o muertos nadie podrá descansar en paz.

—¡Nina! —la reprendió su hermano.

—¿Qué dije? —le preguntó—. Ellos necesitan que mis hermanas y yo estemos muertas. Luego irán directo a los grandes. No es posible que sea la única que lo piense, ¿verdad?

—Dios, a veces tienes cero tacto con tus palabras —la reprendió Nathan sacudiendo la cabeza—. De todas formas, debes saber algo que no pude consultarte antes. Creo que es algo de lo que estarás de acuerdo.



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En el texto hay: secretos, trillizas, destinos

Editado: 21.10.2022

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