Cómplices Del Destino (trillizas Hiltmoose Libro 1 y 2)

59. Walden

Publicado Originalmente: 29 de mayo de 2022

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«Y sí que la sorprendería»

—¿Qué sabes sobre mi nieta, Walden? Espero que no andes ocultando nada, muchacho. Porque no estoy para esas cosas —dijo Garret luego de que respondiera su llamada.

Walden tragó en seco. Decirle la verdad al duque no era una opción. El anciano estaba con todos los problemas encima. Fue el primero en negarse a usar a Nina como chivo expiatorio, pero no tuvo otra opción que aceptar cuando su hermano le dijo que era una buena idea.

Para todo eso Arturo y Katherine Hiltmoose seguían sin estar de acuerdo con las decisiones que tomaban otros sobre sus hijas. Los había escuchado hablar sobre la situación. Estaban alterados y en parte podía entenderlos. Apretó el puente de su nariz y caminó hasta el balcón del cuarto.

—Sr. Garret, le aseguro que no estoy mintiendo cuando digo que todo está en orden. Si pasara algo malo, serías el primero en saberlo. Por lo pronto estoy esperando a que Rose se comunique conmigo. No tengo más información de lo que ya le dije.

No podía ser él el que le dijera que su hermano mayor había caído de un balcón y que su nieta lo había visto todo. No estaba seguro como Garret podría tomárselo y tampoco sentía que esa fuese su responsabilidad. Mejor esperaría que fuese Rose o el detective Dixon que le informara la verdad.

—Tanto misterio y silencio no me gusta nada. Apenas y estamos poniendo en orden el desmadre que se formó con el incendio. Aunque fuese provocado y controlado, las personas se alteraron y muchos vieron cuando Nina desapareció. Dios, no quería que su fiesta de presentación fuese así.

—Comprendo que se sienta frustrado, Garret. Se que Nina tenía mucha fe en que todo saliera bien. Creo que el error fue ocultarle los planes y que se enterara de la peor forma. Ya es tarde para que se arrepientan. Sólo queda esperar. Le aseguro que si pasa algo malo se lo diré. Por ahora no puedo decirle mucho más.

Ya era tarde para arrepentimientos. Nina recordaría su fiesta de presentación como uno de sus peores días. Confiaba en poder hacer que eso cambiase. Aunque no estaba seguro de cómo hacerlo.

—De acuerdo, ya me queda claro que no me contarás nada más. Ten cuidado Walden, sé que todo esto es extenuante para ti. ¿Seguro que quieres ser parte de esta familia? Aún estás a tiempo de marcharte.

Walden rio porque aun con la situación el Sr. Hiltmoose siempre buscaba la forma de estar optimista.

—Sí no estuviera tan enamorado de su nieta, ya hubiera huido hace tiempo. Pero supongo que así estaban destinadas las cosas. Descansa, Garret. Todo estará en orden.

Al terminar la llamada Walden se sintió un hipócrita por mentirle. Él no estaba seguro de que las cosas fuesen a terminar bien. ¿Cómo podía hacerle creer al duque lo contrario? Solo esperaba que Nina estuviera a salvo. Es lo único que le importaba en esos momentos. Y sabía que estaba complicado.

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            Walden sujetó la mano de Nina mientras continuaban escuchando como todos intentaban hablar al mismo tiempo para discutir qué hacer con Jared Hiltmoose. Dixon estaba preocupado con el gesto que tuvo Jared de envenenar a su abuelo en vez de simplemente no echarle veneno a ninguno de los vasos. Por supuesto que su hermana Rose no está de acuerdo con tomar acción sobre eso. Ya que fue gracias al veneno que George no logró doblegar a Nina. Ambos tenían razón, pero ninguno quería detenerse a pensar en la situación.

            Sentía la respiración de Nina pesada. Ella tenía su cabeza recostada sobre su hombro y a veces apretaba su mano para que supiera que seguía despierta. Ella no tenía por qué estar ahí aguantando esos problemas. Mucho había hecho en esa noche.

            Cada que Walden intentaba hablar uno de los dos acompañantes hablaba más alto. Todo eso confirmaba una cosa: que la situación ya los había hecho enloquecer a ambos. Todo eso era cuestión de creer o no creer en Jared. Más no podían hacer. Pero si de algo Rose llevaba ventaja, era que gracias a ese gesto Nina está viva.

            —No estamos siendo razonables —dijo Rose desesperada.

            —Que Jared envenenara a su abuelo no fue parte del plan. Eso es lo que no fue razonable si quería salir impune de esto —respondió el Detective Dixon sin alterarse.

            —¡Iban a envenenar a Nina! ¿Acaso no entiende que, si mi hermano no hubiera hecho esto, lo hubieran matado a él y a Nina al mismo tiempo? ¡Di algo, Nina! Tu estuviste ahí, tú sabes mejor que nadie lo que pasó.

            —He dicho todo lo que sé, todo lo que pasó. ¿Qué más quieren de mí? —respondió Nina agotada—. Jared metió el veneno en el vaso de su abuelo. Y fue gracias a eso que George comenzó a sentirse mal. Fue gracias a eso que pude hacer el intento de escapar. Terminé cayendo y me lastimé el pie. George iba a lanzarme del balcón. Pero se mareó y cayó. No murió por el veneno, murió por la caída. ¿Qué pueden esperar de Jared? Ha vivido bajo la sombra de su psicópata abuelo. Al final salvó mi vida. ¿Y a usted le importa más si echo o no el veneno, detective Dixon?

            »Estoy cansada de toda esta mierda de situación. No contaron conmigo en ningún momento. Si tan solo hubiera sabido los planes, hubiera manejado todo de forma distinta. Me expusieron al enemigo y lo único que les importa es que ese hombre murió y ya está. A Jared se le dio una segunda oportunidad y la cumplió. Es lo único que importa.



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En el texto hay: secretos, trillizas, destinos

Editado: 21.10.2022

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