Comprando un esposo

CAPITULO 2: PORQUE NO TRATAS AL ULTIMO EN LA FILA...?

Capitulo 2

COMPRANDO UN ESPOSO

Claudia tomó la carpeta del último en la fila, Keren Benedetti Bounarroti, el modelo como lo llamaba, veía su foto, realmente era apuesto, cuando lo vio en la entrevista con la puerta entreabierta no se había equivocado parecía un modelo de revista, alto, se notaba que era de tez blanca, se veía bastante bronceado por el sol, le fascinaba la playa según le había dicho en forma risueña al profe, mayor de dos hermanos, a sus 30 años estaba soltero, de cabellos negros y abundantes al igual que sus profundos ojos enmarcados por sus cejas tupidas, de mentón cuadrado cual adonis, llevaba moldeada una corta barba y bigote, su cuerpo era atlético, muy varonil, definitivamente era un bello ejemplar.

Su padre Keren Benedetti, hijo de italianos, había sido muy pobre y se propuso ser rico, así que trabajó muy duro para llegar a donde estaba, casado con Ubalda Bounarroti, italiana, sin embargo hace un año habían sido víctima de una estafa muy elaborada por un socio de la metalmecánica que poseía, tuvo que hacer magia para no quebrar y tener que despedir a la mitad de los trabajadores como le recomendaron los administradores y su hija en reunión de accionistas, se valió del apoyo de Keren junior para mantener su posición, pero su salud había menguado estos últimos meses, obligando a Keren junior a regresar al país y tomar las riendas de la metalmecánica y la fundidora de aluminio, eran las empresas que pudo salvar el viejo Keren.

Para poder ser competitivos nuevamente necesitaban inyectar capital, porque se le hacía muy cuesta arriba salir a flote a corto plazo y poder licitar con los grandes otra vez, Keren junior era ingeniero metalúrgico, su sueño era ser piloto, pero por no llevarle la contraria a su padre aceptó y se graduó con buenos promedios, pero no era lo que le gustaba. Casi no ejerció, tenía muchos encontronazos con su padre en la empresa y decidió dejarlo todo y empezar por su cuenta lejos, siempre estuvo en contacto con su madre y hermana.

La Lic. María describió a Keren como una persona sincera, que cumple la palabra empeñada en sus negocios, de muchos conocidos, pero de pocos amigos, amante de la naturaleza, los animales y las mujeres, desconfiado en el amor, debe ser que ha sido engañado, aunque estuviera fuera de su hogar lo describe como hogareño y cuando consiga la mujer adecuada sentara cabeza, de carácter fuerte y un espectáculo para las mujeres, escribía al final la Lic. María.

Claudia cerró la carpeta y le dió un beso, este será el primero, ojalá acepte, la descripción de su carácter me favorece y su motivación también, además él va a administrar los negocios lo que hará que defienda la inversión de mi futuro económico, tendré que luchar con los celos y el mujerero eso es lo malo.

- Buenos días Claudia, ¿tomaste una decisión?

- Buenos días profe, ya tomé una decisión, será con el modelo por favor contáctelo y cítelo a su oficina en una hora por favor.

- Ok nos vemos.

Cuando Keren Benedetti entró al bufete, el Dr. Pérez lo hizo pasar inmediatamente a la oficina contigua donde estaba Claudia sentada en una de las altas y cómodas sillas a un lado del escritorio, le ofreció la otra al visitante.

- Buenos días –dijo Keren dirigiéndose a Claudia.

- Muy buenos días, soy Claudia Méndez Castañeda –dijo tendiéndole la mano.

- Un placer Keren Benedetti- apretando su mano con suavidad, pudo sentir que la chica era de manos fuertes y no tan delicadas, pero no descuidadas, era una morena atractiva y sentía como ella lo escudriñaba, se sintió un poco incómodo.

- Bueno tomaré primero la palabra, - inicio el Dr. Pérez- Sr. Keren usted ha sido seleccionado como primera opción para invertir en su empresa, escríbame aquí el monto que solicita para catapultarla a la competitividad, - acercándole una hoja en blanco y un lápiz – muy bien toma hija. ¿Qué opinas?  – entregándole la hoja con la cifra a Claudia.

- Si, es una cantidad grande para la tarde tendría la confirmación, creo de antemano que no habrá ningún problema – contestaba Claudia al ver la cantidad solicitada por Keren. – Sr. Keren no consigo unas palabras delicadas, que no le causen incomodidad, un shock o que se pueda ofender para decirle el motivo de la inversión.

Keren mantuvo su mirada fija en Claudia, no entendía, que le ofrecería que lo pudiera ofender si se suponía era un negocio.

- Bueno, lo mejor será que me lo diga de una vez y veremos. ¿Qué es lo peor que me puede decir? que no invertirá creo. - dijo Keren

- No. La condición es que se tendría que casar conmigo.

Keren quedó petrificado en el asiento, no podía creer lo que le decía esa mujer sentada a su lado. Claudia vio la mirada como de incertidumbre en los ojos de Keren y continuó hablando.

- Discúlpeme, pero es así, le aportaría ese dinero en calidad de accionista, pero necesito casarme lo antes posible, lo bueno es que su sacrificio sería solo por 3 años, el tiempo que necesito para recibir el resto de mi herencia, los detalles los finiquitamos los dos en privado.




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