Comprando un esposo

CAPITULO 5: EL QUE PEGA PRIMERO PEGA DOS VECES

Cuando Claudia despertó tenía varias llamadas perdidas entre ellas las del Dr. Pérez, al cual se apresuró a llamar.

- Buenos días profe me acabo de levantar dígame.

- Buenos días, me urge hablar con ustedes. Vengan a mi oficina y almorzaremos aquí.

- Ok me cambio y voy. – colgaba para llamar a Keren.

- Aló, ¿me escuchas?

- Si escucho, ¿dónde estabas? tengo rato llamándote.

- Dormida lo siento, hable con el profe, quiere que vayamos a almorzar a su oficina ahora.

- En unos minutos termino algo aquí y salgo para allá. Compra los almuerzos por favor.

- No hay problemas.

Keren alcanzaba a Claudia en el ascensor, dándole un beso en la mejilla le saludaba, había más personas desconocidas con ellos. Al salir del ascensor se dieron un corto beso.

- Que manera de dormir la tuya, es casi mediodía, alardeando con su reloj de compromiso.

- Si ya vi que lo estas usando, te sienta bien, lo malo es que todo te sienta bien – rieron- mejor entremos.

- Buenas ya estamos aquí profe.

- Bienvenidos porque trajeron algo de mi gusto, mientras degustamos esta cesta de pollo y vamos hablando, Keren pásale seguro a la puerta por favor, ya sirvo las bebidas.

Se ubicaron en la sala de estar de la oficina del Dr. Pérez, cuando estaba todo servido iniciaron la conversación.

- Les tengo buenas y preocupantes noticias, - decía el Dr. Pérez mientras comía, - ya sabemos que el abogado Pedro Ferrer tiene en custodia el testamento de tu abuelo, lo malo es que es un águila para poner trabas, si Virginia o sus hermanas se lo sugirieron, esperemos que no, no podemos pedir una copia porque inmediatamente le informarían.

- ¿Qué podríamos hacer profe,?- preguntaba Keren.

- Le sugiero que se casen por lo civil lo más rápido posible para que llevemos la ventaja y no digamos nada hasta estar seguros - Keren y Claudia se miraron, continuaron comiendo – ¿qué tan rápido? Mañana, total tengo la documentación lista, puedo hablar con mi amigo y si le confirmo ahora no tendrá problemas, ustedes dicen, total el que pega primero pega dos veces.

- No hay ningún problema profe, - se apresuró a decir Keren- mañana será, comunícate con Ana para que sea testigo Claudia, yo llevare un amigo de confianza, bueno confírmenos y nos avisa donde será. ¿Claudia hay algún problema?

- No ninguno, - solo pensaba ¿qué otras condiciones habrán puesto en el testamento? - Se me quito el hambre, me siento sola y se me oprime el corazón – se entristeció su mirada rápidamente.

- Hola, ¿hay alguien ahí? - Le preguntaba Keren que ya estaba a su lado levantando su barbilla- amor tú no estás sola, no lo vuelvas a decir, tenemos conociéndonos tan solo ocho días y parece que fuera toda una vida, has tenido tiempo hasta de enojarte, hay parejas que tiene meses de novios y se conocen menos que nosotros, es más tienes un padre que te adora y ha puesto su matrimonio de años en jaque al darte ese dinero para que lo inviertas, si no recuperamos esa herencia él tendrá problemas, me lo dijo. Ana es tu mejor amiga incondicional, el Dr. Pérez está con nosotros.

- Gracias, es verdad, discúlpenme, no me dejare caer. Los tengo a ustedes. Keren la abrazo.

- Vamos termina de comer que ahora te necesito fuerte y con la autoestima alta. – finalizaba Keren.

Ya en el estacionamiento, Keren acompaño a Claudia al auto.

- ¿Qué tienes pendiente por hacer Claudia?

- No recuerdo, creo que nada. Ya hablé con Ana.

- Quieres pasar la tarde conmigo en la oficina, te pondré al corriente de algunas cosas o si prefieres vas a tu casa.

- No quiero ir a casa, están las chicas, buscaran la manera de hacerme hablar y no estoy de ánimos.

Y no sé si soy buena compañía en la oficina.

- Ya se, sígueme.

- Ok voy tras de ti. – una vez más siguiéndole, sonreía para sí.

Conducían al este de la ciudad, era una zona clase media alta por lo general, la mayoría eran edificios de apartamentos, muchas canchas deportivas, camineras y áreas verdes, estaba la zona comercial y varias de las universidades, Keren se estaciono en un conjunto residencial de tan solo seis hileras de casas, eran iguales en diseño y de color beis con tejas rojas, se veían bien, Keren le indicaba a Claudia donde debía estacionarse, Claudia bajo del auto y lo alcanzo, sacando un manojo de llaves, se acercó a la puerta de la casa cuyo pared trasera daba a la calle, sin decir nada Claudia lo siguió, al frente un corredor de caico rojo y lo demás era grama a un lado un jarrón grande de barro con un mata de palma aceitera, el frente de la casa un par de ventanales con marcos de madera igual que la puerta, Keren abrió sin dificultad.

- Pasa por favor, esta casa la compre hace años, pensé venderla, estaba en alquiler cuando viaje, la desocuparon hace unas semanas, la equipe nuevamente, trato de venir más seguido. ¿Qué te parece?

Claudia detallaba la casa, sencilla y cálida, al entrar es un salón grande, a un lado sala comedor con muebles de madera rustica y cojines a rallas de color beis y fucsia, la cocina consta de una barra con tope de granito ancho con cuatro sillas de madera, sobre esta un porta copas, el resto de la cocina es empotrada, una nevera, al otro lado consta de dos habitaciones con un pasillo entre ellas donde está un baño auxiliar, frente a la cocina un gran sofá modular marrón, un pantalla plana con altavoces y un juego de Nintendo.




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