Comprando un esposo

CAPITULO 8: DONDE HUBO FUEGO CENIZAS QUEDAN...

 

Cuando Claudia regreso a la empresa, ya Ángela tenía en sus manos la oferta que se presentaría al Sr. Rodrigo, eso le daría tiempo de bajar a planta.

- ¿Algo más que tenga que saber? - les preguntaba Claudia- quiero ir a planta

- No, en un rato deben estar los informes del almacén.

- Ok, ya regreso para que no vamos.

Claudia tomo varias fotos del suceso y de los restos del material quemado, decidió regresar a la oficina, al tomar el pasillo vió a Keren en la puerta del cubículo del ing. Víctor, pero quien hablaba era María su asistente:

- El matrimonio te sienta bien estas más interesante, tenemos una cuenta pendiente y yo cobro lo que me deben – le decía con voz seductora. Keren sonreía presto a retirarse, Claudia no pensaba dejarle pasar el comentario tomándole de la mano le llevo a su despacho diciendo:

- Vaya cariño aún no has perdido tu toque con las rubias y no sé cómo pagaras esa deuda porque esa fiera está deseosa y te doblegara sin contar las otras deudas que tienes pendientes.

- ¡No me hables así! – decía en tono molesto- ¡de ti espero otra actitud.!

- ¡Perdón!, en ningún momento escuche una palabra que signifique no, por el contrario tu sonrisa le da esperanzas y disculpa esto era tu harén, las pasaste por las armas a casi todas y les impones una esposa, no se quedaran quietas hasta que vuelvas a sus brazos y lo lograran, son mujeres heridas, me atacaran porque soy la mala de la película y a ti para enseñarte quien manda, pero como hombre al fin iras tras el placer pensando que te la estas comiendo y no te darás cuenta quien realmente manda aquí querido.

- No digas más- continuaba molesto, alistándose para salir- vamos.

Margarita había escuchado la discusión y la complacía, se comunicó con la Tía Catalina informándole lo sucedido, desde hacía un par días, la Tía la había contactado ofreciéndole recompensarla por sus servicios de mantenerla informada, alimentándole el ego de que era la mujer correcta para Keren.

Reunidos con el Sr. Rodrigo, mientras almorzaban Keren le explicaba la oferta y los alcances de la misma, Claudia escuchaba atentamente, con la presentación en la mano, su papá objetaba algunas puntos y Keren le argumentaba cada objeción, Su padre parecía complacido, Keren no toco más el tema, estaba dejándolo decidir, era la primera inversión de su hija quiera apoyarla porque significaba levantar el negocio de los Benedetti, pero era un empresario y tenía compromiso con más amigos y la presión de los otros accionista, al terminar el almuerzo les dijo:

- Esta bastante buena su propuesta, la llevaré, aún no prometo nada, déjame evaluarla y les prometo una respuesta pronto.

- Gracias papá, confió en ti. – mientras le besaba la mejilla

- Muchas gracias Sr. Rodrigo por escucharnos.

- ¿Porqué no vienen a almorzar mañana a casa? –me complacería tenerlos conmigo.

-Discúlpanos papá te la debemos sí, es que hemos estado muy presionados estos días y necesitamos descansar, solo quiero dormir, - prefería no tensar más la cuerda a Keren, estaba presionado y con la discusión de hoy mejor dejarle la cuerda floja, lo comparaba con el caballo azabache del poster.

- Cariño no tengo problemas, podemos ir. - Keren sabía que era lo mejor tanto para el negocio como para demostrar la solidez del matrimonio. Claudia también lo sabía, no quiera que Keren se convirtiera en una bomba de tiempo.

- Bueno si tú quieres acepto, nos vemos mañana para el almuerzo. - su padre estaba complacido.

Keren empezó a conducir, Claudia no había dicho una sola palabra, por lo que el tomo la iniciativa.

- Por qué no aceptaste la invitación inmediatamente?

- Porque acordamos que tendrías dos fines de semana libres al mes y supuse que querías tomar este.

- Por más que quisiera no es el momento, las presiones las hemos llevado juntos, no pienses por mí, pregúntame y lo decidiremos juntos. Lo que resta del mes será muy estresante. Es más, te llegó esta invitación – sacándola del bolsillo de su chaqueta, continuaba diciendo- es la conmemoración del primer año de la muerte de tu abuelo, Ana envió un mensaje sobre la graduación que no has leído, está el matrimonio y asumo que solo tendremos tres días cuando mucho para la luna de miel, porque coincide con las licitaciones, usarnos ese tiempo para descansar lo más que podamos. –tomó la mano Claudia entrelazando sus dedos la beso como señal de que no estaba molesto.

- Ok, gracias por el informe – acerco la mano ya entrelazada de Keren y la beso.

Ya era tarde cuando salieron de la oficina, Claudia estaba cansada, habían trabajado mucho para finiquitar lo del inventario del almacén, había ensuciado su blusa y su pantalón ayudando a cargar cajas, hizo trabajar a todo el personal de esa gerencia incluyendo al ing. Carlos y su bella asistente Teresa. Keren la había observado desde lo alto de la oficina y le complació su desempeño y su capacidad de mando y organización.

- Compremos comida china, no tengo fuerzas para cocinar - decía Claudia.




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