Comunidad Fantasma

01. De amigos a enemigos.

Toronto — Canadá.

 16 de noviembre de 2009.

 

 Amigos. Los hay de toda forma. Los mejores amigos, aquellos en los que se depositan toda la confianza y saben tus más grandes secretos. Amigos de la infancia, son los que tuviste en la niñez. Amigos normales, los que tienes en el momento, no les confías todo, solo lo necesario, pero están ahí, mayormente en las buenas. Amigos con derechos, es un título simple que se le da a un amigo con el que haces cosas de novios.

 

 Paxton y Summer tenían cuatro años y medio cuando sus caminos se cruzaron, aún no tenían ningún amigo. Por eso, cuando Summer vio que los nuevos vecinos tenían un hijo de su edad corrió a invitarlo a jugar.

 

 Estuvieron correteando un largo rato mientras Jeffrey los miraba a lo lejos. Todo estuvo bien hasta que llegó Maya. Los ojos de la mujer ardieron en furia cuando vieron a su hijo todo sucio y sudado.

 

 —¡Paxton! —grito. Casi avanzo hasta él para traerlo cuando Jeffrey la tomó del brazo.

 

 —Solo está jugando, déjalo —susurro Jeffrey tratando de razonar con su esposa.

 

 —¡Paxton, te estoy llamando! —volvio a gritar mientras forcejeaba con su esposo.

 

 Un sonido sordo se escuchó. La pareja alzó la mirada y se encontraron con unos ojos verdes que los miraban con furia, más precisamente iban dirigidos hacia Maya.

 

 —Maya Green, ¿puedo saber que haces por aquí? —pregunto con desdén.

 

 Maya le sostuvo la mirada y sonrió. Jeffrey a su lado carraspeó con incomodidad.

 

 —Somos los nuevos vecinos.

 

 —¡Mamá! 

 

 El matrimonio Fox vio de reojo a la pequeña que jugaba con su hija. Maya abrió sus ojos de par en par. La rabia haciéndose más grande.

 

 —¿Es tu hija? —acuso con incredulidad —¡No la quiero cerca de mi hijo! —miro a Paxton, quién ahora estaba a su lado y lo tomo del brazo mientras ingresaba en la casa. Se giró antes de pasar por el umbral —Sabes bien de lo que soy capaz.

 

 Harper se quedó viendo a la puerta abierta, hasta que Jeffrey volvió a carraspear.

 

 —¿Lo lamento?

 

 Harper lo miro y río con ironía. Agarro con suavidad la mano de su hija e ingreso en su casa.

 

 La tensión se sintió en el ambiente después que Harper y Summer entrarán a la casa.

 

 —¿Mamá? —Summer hablo cuando sintió la fuerza en su mano.

 

 —No te quiero volver a ver tratando a ese niño, Summer —y con un último apretón la soltó.

 

 —Pero es mi amigo mamá —dijo en desacuerdo.

 

 Harper se agachó a la altura de Summer, ella desvío la mirada, pero Harper la sostuvo con fuerza del mentón. La pequeña soltó un jadeo de dolor.

 

 —Mamá, me lastimas —gimoteo.

 

 —Oh, ¿te lastimo? —su voz denotaba lastima. Apretó con más fuerza —¿Volverás a jugar con ese niño?

 

 —Me agrada —solto mientras gruesas lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

 

 Harper hizo una mueca.

 

 —¿Te agrada? 

 

 Soltó el mentón de la niña. Summer exhaló mientras se llevaba ambas manos al mentón, pero no duró mucho ahí porque Harper tomo a Summer de su pelo castaño y jaló, con fuerza. Dirigió su otra mano al rostro de la pequeña, enterró sus uñas y marco. Summer chilló.

 

 —Vamos, linda. Solo debes hacer lo que mamá quiere.

 

 Summer gritó y recibió una bofetada.

 

 —Summer —advirtio.

 

 El pequeño cuerpo de Summer estaba temblando, completamente asustada y asintió.

 

 —¡Lo prometo! no volveré a hablar con él.

 

 Harper libero a su hija, quién cayó de rodillas al suelo y sollozo.

 

 —Si vuelves a hablar con él será peor para ti —dijo con voz aterciopelada y se puso de pie —Si vas a llorar vete a tu cuarto, no quiero escucharte.

 

En la casa Fox Maya había sido más flexible y solo dió una orden a su hijo cuando entro.




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